Israel Molina Gómez
La salmantina, que ahora compite para el Playas de Castellón, hizo las maletas y cruzó el charlo para compaginar estudios y atletismo. A su vuelta, le esperaban los éxitos por un lado y las lesiones por el otro
Sonríe y se muestra feliz Lorena Martín, que acaba de dejar atrás («toquemos madera», dice) una larga temporada complicada, de muchos dolores y de lesiones que le han complicado su carrera profesional, pero la atleta salmantina mira al futuro con optimismo. «Quiero saber hasta dónde puedo llegar».
Y es que su vida no ha tenido descanso en los últimos años. «Yo estaba en segundo de bachiller y me llegó la oportunidad de irme a Estados Unidos, creía que era algo único y que tal vez no podría volver a vivir nunca, así que tomé la decisión de irme. Tuve que prepararme bien los exámenes, porque en aquel momento no tenía ni idea», recuerda para Yo Soy Noticia la deportista.
Cuatro años en Estados Unidos
«Me pilló en un momento de mi vida en el que no tenía muy claro cuál iba a ser mi sitio en España. Asumí que era una etapa de cambios ya de por sí, de irme a la Universidad, así que decidí que el cambio fuese total», va contando sobre aquellos meses en los que tuvo que plantearse el futuro.
Ahora, cuando echa la vista atrás, tiene claro que acertó plenamente.
«Fue la mejor decisión de mi vida. Estuve allí cuatro años y los aproveché al máximo. A día de hoy no lo cambiaría por nada porque he disfrutado de oportunidades que no tenemos en España»
Recuerda emocionada sus cuatro años en Estados Unidos, aunque también reconoce que en tanto tiempo «hay momentos para todo» y que los «hubo malos, pero sobre todo buenos. De los malos he extraído las mejores enseñanzas», valora positivamente ahora mismo, que ya analiza en frío lo que fue esa etapa ya cerrada de su vida.
«Académicamente, conocí a los mejores profesores que he tenido nunca y que me han enseñado mucho, me he graduado en lo que yo quería (márketing y dirección comercial) y aunque atléticamente tuve dos años bastante malos en relación a como estaba en España, terminé adaptándome y creo que me sirvió para madurar mucho como deportista».
Foto: Sportmedia
Y es que Lorena Martín explica que allí aprendió a «luchar en equipo, a competir en todas las disciplinas. Entrené duro, hice mi marca personal, buenas temporadas de campo a través. He ido compaginando y todo y lo he aprovechado al máximo», recuerda esta atleta especialista de 800 metros.
Le cuesta de creer todo esto porque, según ella misma describe, empezó en el atletismo casi de casualidad, «cosas del destino», bromea.
«Fui un día a una carrera popular, de estas de verano que tenía cerca de casa. Curiosamente había allí un entrenador de atletismo, que luego sería el mío, me vio y me dijo que sería buena»
Así empezó el amor entre este deporte y Lorena Martín, que agradece el tesón y la paciencia que en esa primera época tuvieron sus padres. «Yo soy de Peñaranda de Bracamonte, que está a algo más de media horita de Salamanca, y me tenían que llevar tres o cuatro días a la semana a entrenar. No era fácil».
Aparición en su vida de Uriel Reguero
Pero volviendo a ese círculo que empezó con 18 y cerró cuatro años más tarde, una de las figuras clave es la de Uriel Reguero, su actual entrenador. «El último año allí en Estados Unidos me rondaba la cabeza la idea de volver, aunque también valoraba quedarme allí a trabajar, pero entonces aparece en mi vida Uriel Reguero, que era la persona perfecta para seguir entrenando y crecer como atleta en el máximo nivel».
Así que hace las maletas, regresa a España y se traslada a Valladolid para entrenar con él, aunque de paso también tiene tiempo de sacar adelante un Master en Bussines Administration aprovechando su estancia en la ciudad. «Esa temporada fue increíble. Yo me vuelvo en mayo y en apenas un mes logró clasificarme para el Campeonato de España sub-23. Empezamos de cero y en nada me proclamé campeona en Soria»
Valora todo eso como una «locura«, aunque sí deja claro que en aquel momento tenía «la cabeza muy centrada. Llegué al Campeonato y lo demostré. Lo conseguimos. Y luego estuve también en el absoluto y aunque no fue mi mejor carrera, terminé sexta de España. Así cerramos una temporada de 13 meses de la mejor manera posible. Fue increíble«.
Las lesiones
Pero cuando su carrera estaba despegando y ya se puso a «entrenar con normalidad y a preparar la nueva temporada con el Europeo sub-23 de cross como gran objetivo» le llegan los problemas. «Empecé una cadena de lesiones que no ha terminado hasta ahora, aunque no lo quiero decir muy alto todavía».
Lo relata hablando en pasado, pero asumiendo que esto es parte del deporte profesional. «Primero tuve una fractura de estrés en un metatarsiano y después llegó una lesión de bastante gravedad. Se llama atrapamiento en el túnel del tarsiano. Es poco habitual y nos costó bastante de identificar y de saber cómo trabajarla, pero creo que ahora lo tenemos bastante controlado».
Aún con todo eso y dando gracias especialmente al Playas de Castellón, equipo por el que ha fichado y con el que espera pelear por todos los títulos nacionales por equipos, fue capaz de hacer la temporada de pista cubierta este último año y acabó logrando una medalla absoluta, «pero con dolor. Fue también increíble».
A partir de ahí empezó una etapa de cierta tranquilidad, se operó y ahora parece que lo peor ha pasado.
«Llevo cuatro meses operada y ya se va notando la rehabilitación. Cada vez tengo menos dolor y eso es lo más importante. He venido a Valladolid a entrenar con Uriel y quiero saber hasta dónde podemos llegar juntos»
Foto: Sportmedia.
