Emilio Agüera, paratriatleta con alma: «No soy valiente por hacer deporte, tengo una enfermedad y me he adaptado para seguir haciéndolo» | Yo soy noticia

Emilio Agüera es un paratriatleta madrileño que a día de hoy tiene una discapacidad permanente del 65%, que camina con ayuda de un bastón en las distancias cortas y que utiliza una silla de ruedas para las más largas.

Es un deportista que busca reinventarse cada día, ser mejor, competir y disfrutar de lo que le gusta, aunque en ocasiones no sea sencillo.

Cuando tenía 23 años le detectaron una gran herniación en L4-L5, y bastantes discos desgastados. «A partir de ahí, el dolor era cada vez más severo y tenía que hacer diferentes tratamientos para el dolor», cuenta a Yo Soy Noticia.

Tratamiento diario para combatir el dolor

«Hacía un bloqueo epidural, radiofrecuencia… y todo eso acompañado de un tratamiento que resultaba más o menos eficaz combinando diariamente Etoricoxib, Diazepam y Tramador. A eso lo ayudé con una fuerte bajada de peso y el entrenamiento diario de triatlón«, sigue explicando sobre todo el proceso que ha vivido.

Reconoce que el dolor «era más o menos llevadero» y que «iba por rachas. Cuando tenía una mala me quedaba fuera de juego algún tiempo».

Por eso, más pronto que tarde tuvo un diagnóstico claro de lo que le sucedía, una enfermedad con nombres y apellidos y con la que comparte iniciales:  Espondilitis Anquilosante.

«Mi afectación consiste en dolor en columna cervical y lumbosacra, cadera, rodillas, tendones, muñeca, fatiga muscular y respiratoria, inflamación intestinal y sangrados, un fuerte dolor e inquietud en las piernas…»

Por eso resume que «el dolor diario es grande e incapacitante y que la desesperación te puede llegar a atrapar por completo», sigue describiendo.

La enfermedad, además, le ha causado otro tipo de problemas de forma indirecta. «Tengo atrofia en las piernas y poca movilidad,  algo que ha llegado por las cirugías, es decir, que son consecuencia de la enfermedad», relata sobre ello. «Tengo artrodesis lumbar y cervical junto a la uveítis, con la que pierdes visión, aunque eso, y el colon, está más o menos controlado con la inmunoterapia.

Ya son varios años conviviendo con todo esto y tiene claras algunas cosas básicas para poder salir adelante. «Es importantísimo tener herramientas adecuadas para sobrellevar todo esto psicológicamente. Gracias a eso, al apoyo de mi familia, de mis amigos y del deporte voy consiguiendo no venirme abajo».

A día de hoy es un deportista federado como paratriatleta PTWC2 con el club de triatlón de Arroyomolinos TRIARROYO, y en ciclismo adaptado H4 con el Club de ciclismo BTT ARROYOMOLINOS.

«Estoy estable ahora mismo», dice. «Dentro de que estoy mal, que tengo dolor y debilidad, estoy adaptado al entrenamiento. Mis hombros están bien, por lo que voy tirando lo que puedo», sigue contando.

«Entreno todos los días un par de horas más o menos. Hay veces que toca parar por sangrados, pero se continua cuando se puede. Todo lo tengo adaptado para el triatlón de mi categoría»

También cuenta que la pandemia le ha perjudicado, al igual que a otro tipo de enfermos puesto que la mayoría de los esfuerzos sanitarios se centraron en la pelea contra la covid-19. «Empeoré bastante, como muchos otros pacientes. Y después de eso vino la cervical, ya que mi brazo estaba totalmente dormido. Llegaba a vomitar solo con levantarme de la cama, pero me fijaron tres niveles y quedé bastante bien».

Está agradecido a un tratamiento inmunosupresor que lleva a cabo. «No mejoro, pero al menos parece que por el momento tampoco empeoro».

La silla, «herramienta indispensable»

Eso sí, toma una gran cantidad de medicación diaria para sobrellevar todo esto. «No me deja perfecto, pero como digo, el dolor y la debilidad justa con la que nos hemos podido acostumbrado a trabajar».

«A día de hoy deambulo con mucha dificultad y lentamente por casa con bastón y ayuda. Fuera de casa siempre voy con silla, ya que es una herramienta indispensable»

Debido a todo ello cuando está en casa pasa la mayor parte del tiempo de la cama al sillón. «Se me cargan muy rápido el cuello y la espalda, así que esa es mi vida. Intento coger un  poco de fuerza para bajar por la tarde al gimnasio que hicimos en casa. Hago algo de rodillo con la handbike, tengo fuerza con máquinas y gomas; también nado en la piscina con arnés en estático. Antes de todo esto, era instrumentista quirúrgico de traumatología y era fisioterapeuta. Después de este proceso me dieron la incapacidad laboral».

Pero él tiene un trabajo, que es el paratriatlón, y lo compagina con el estudio online del grado de psicología. «Va todo bien hasta el momento; tardaré el doble, pero tengo tiempo, me entretiene y me gusta».

Respecto a sus nuevos objetivos deportivos, cuenta que tiene ahora la Copa de España de Bembibre de Ciclismo Adaptado. «Voy a competir contra los mejores handbikers españoles, así que a vivir la experiencia al máximo».

«Mi principal objetivo de la temporada es el Campeonato de España de triatlón en Cartagena. No pretendo ganarlo, ya que tengo un hándicap grande con la silla, pero pienso mejorar todo lo que pueda y hacer un buen papel. Quiero ser competitivo y disfrutar del trabajo y el esfuerzo realizado»

Y es que en las sillas tienes que ir inclinado hacia delante golpeando las ruedas y él esa postura no puede tenerla, por lo que parte con una clara desventaja, algo que no lo desmotiva, ya que la silla a medida que tiene le permite competir y, sobre todo, «disfrutar».

Una vez terminado el Nacional reflexionará sobre su situación, sobre cómo ha ido todo y será el momento de decidir. «A ver hacia dónde vamos… Europeos, Mundiales… Voy a entrenar para ello, pero soy consciente de que hay mucha competencia y grandes paratriatletas. La Federación tendrá que apostar. Yo intentaré seguir trabajando y mejorando todo lo que pueda para disfrutar de cada entrenamiento. Las competiciones son un regalo».

«No soy ningún valiente por hacer deporte»

Y quiere dejar una última reflexión como deportista de élite que es. «Escucho muchas cosas al entrenar o al competir, sin ir más lejos en la última competición en la que estuve. La gente me grita ‘valiente’, ‘campeón’, ‘eso sí que es mérito’, ‘eres un ejemplo’…». Y son cosas de las que él intenta escapar.

«Entiendo que se hace con la mejor de las intenciones y no me sienta mal, pero no estoy de acuerdo con ellas».

«Yo solamente soy una persona más realizando deporte. Porque la realidad es que entreno como el resto de deportistas, sólo que de un modo adaptado. No soy valiente por hacer deporte. Tengo una enfermedad y me he adaptado para poder seguir haciéndolo»

Para terminar también quiere agradecer a los que tanto le ayudan. «ADESLAS, junto a TRIAC, me están acompañando en esta nueva aventura. Sin ellos, sería muy complicado poder dedicarme al paratriatlón».

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