Israel Molina Gómez
El piragüista paralímpico español, enamorado de los deportes de naturaleza toda su vida, sufrió un grave accidente de escalada en 2013 cuando tenía 31 años. Lejos de venirse abajo, decidió montarse a una piragua
«Estoy agradecido de estar vivo» confiesa abiertamente el piragüista paralímpico español Higinio Rivero, cuya vida cambió en 2013 después de un grave accidente de escalada cuando tenía 31 años. «Estoy agradecido de cómo se ha comportado conmigo la gente que me rodea, de cómo me han ayudado en el proceso. No es fácil».
Era instructor de vuelo y un gran amante de todos los deportes que tuvieran algo que ver con la naturaleza, sin embargo, todo cambió ese día. Pronto entendió que su vida ya nunca sería igual y, a partir de ese momento, se centró en una larga recuperación mientras en su cabeza fue tomando forma seguir su vida en el deporte pero hacerlo en el paralímpico.
«El piragüismo me ofrece aire libre y naturaleza. Es otra perspectiva para ver ciudades o entornos desde un sitio más privilegiado»
Ama el deporte al aire libre
Y es que si hay algo que no gusta a este protagonista es estar encerrado, aunque reconoce que también lo hace para hacer otro tipo de deportes. Eso sí, lo tiene claro. «Es algo que no me motiva tanto porque yo siempre he sido un poco así, de estar por ahí, como las cabras», cuenta entre risas.
Aunque una vez introducido en el mundo del piragüismo se inició en las pruebas de maratón, en las que llegó a convertirse en campeón mundial en los años 2016 y 2017, pronto cambió de disciplina y se pasó a la modalidad de sprint, que es la figura dentro del calendario de los Juegos Paralímpicos.
«Yo empecé en el maratón porque es lo que más se hace en los clubes del País Vasco en los que yo estaba, pero viendo la posibilidad de los Juegos me lancé a intentarlo», explica sobre todo este proceso por el que ha pasado en los últimos tiempos. «Al principio el cambió fue duro, pero poco a poco ya estamos siendo velocistas y ahora te diría que el maratón se me hace bastante largo».
No le ha ido nada mal el cambio de disciplina, puesto que ya tiene asegurado su billete para Tokio, algo que siempre da tranquilidad para preparar esa cita con cierta tranquilidad. Allí estará compitiendo en la prueba de canoa VL2 gracias a la séptima posición obtenida en el Campeonato del Mundo de Szeged (Hungría).
Y no se pone límite en estemos momentos, tiene claro que su objetivo y lo que ronda su cabeza es la medalla paralímpica.
«Ya que me meto en el follón, vamos a por todo. Yo siempre quiero más y cada día busco algo nuevo que hacer»
Inconformista por naturaleza, Rivero reconoce en RTVE que ahora mismo de lo que más ganas tiene es de que se puedan celebrar esos Juegos. «Como para mí van a ser los primeros, no creo que vaya a poner pegas sean como sean», cuenta teniendo claro que «con el tema covid hay mucha incertidumbre» a todos los niveles.
Eso sí, él trata de abstraerse de todo para poder sacar adelante sus entrenamientos de la mejor manera posible. «Al final, estás tan metido en el objetivo que quieres, en la competición, que se te pasa todo sin saber ni dónde estás, cómo, ni lo que pasa».
Ya conoce la sede de los Juegos
También reconoce sentirse enamorado de todo lo que rodea a Japón y a su cultura, bastante alejada de lo que vemos día a día en un contexto más europeo como el nuestro. Además, lo sabe de primera mano porque ya estuvo en Tokio viendo y probando la sede en la que tendrá que hacer su competición. «La verdad es que me encantó todo».
Por último, ha valorado las diferencias existentes entre las versiones olímpica y paralímpica del piragüismo. «Mira, yo creo que si no conoces el deporte, no hay mucha diferencia visualmente», empieza diciendo. «Pero luego, si profundizas, sí te das cuenta de ciertas diferencias».
«La transmisión que tenemos de fuerza de hombros para transmitirla a la piragua, si no tenemos la fuerza en las piernas suficiente, se pierde parte de la energía»
Y da un paso más en esta explicación, esta vez centrándose en la prueba que más domina, que es la suya. «En mi caso, en la canoa, sí varía completamente lo que es la embarcación porque de ser de rodillas, que es una postura que no podemos hacer, nosotros usamos la piragua o la canoa de la Polinesia, que se va sentado y tiene como un patín a un lado».
Foto: Comité Paralímpico Español
