Jill Buckenham, la triatleta de Faura que sigue tumbando récords por todo el mundo a los 68 años | Yo soy noticia

El deporte más allá de los 50, no sólo es que exista, además es saludable y la competición sigue picando en aquellos que necesitan del deporte para sentirse bien. La londinense Jill Buckenham no sólo sigue compitiendo en medio ironman camino de los 70 años, y además de seguir en activo como traductora es una super abuela.

A sus 68 años, completa los 1.900 metros nadando, los 90 kilómetros de bicicleta y la media maratón en 7 horas y el tiempo no le importa demasiado «a mi edad los objetivos y prioridades cambian, aunque es cierto que lo normal es que siempre gane en mi categoría porque de normal sólo compito yo en ella», nos cuenta Jill.

Jill Buckenham: «Correr ha sido siempre un momento para mi, para evadirme un poco de todo, y al final te acaba enganchado».

De pequeña «montaba a caballo y hacía danza pero a los 20 dejé de hacer deporte porque no me interesaba mucho. A los 38 empecé a salir a correr y me enganché, hasta que decidí correr la maratón de Londres a los 40. Correr ha sido siempre un momento para mi, para evadirme un poco de todo, y al final te acaba enganchado”, explica la británica.

En 2010 pasó un tiempo viviendo en La Palma «y si quieres salir a correr por allí, no hay más remedio que hacerlo cuesta arriba. Allí empezamos a salir por las sendas y aquello me atrapó hasta el punto de volver años después para correr la Transvulcania, que son 27 km con un desnivel acumulado de 2.910 metros, y la gané en mi categoría», reconoce con orgullo la de Faura.

Jill Buckenham: «Soy la única mujer de más de 65 años con licencia autonómica, y quiero dar ejemplo a las generaciones que vienen detrás».

Seguir en la brecha, 30 años después

Llegados a este punto sigue compitiendo por dos razones: «la primera porque me hace feliz. El triatlón es una forma estupenda de mantener todo el cuerpo en forma. A veces me da un poco de reparo porque compites contra gente mucho más joven, pero es importante porque creo que soy la única mujer de más de 65 años con licencia autonómica, y quiero dar ejemplo a las generaciones que vienen detrás, esa es la segunda», dice Jill.

En Europa y en España «cuando llegas a los 60 incluso a los 55, las mujeres muchas veces tienden a pensar que no se puede, se dedican a otras cosas y no se dedican tiempo a ellas, y yo creo que hay que esforzarse. Claro que hay veces que te duele el cuerpo, pero hay que seguir, porque cuanto más mayor eres, más importante es poder encontrar ese tiempo para cuidarte”, reconoce la triatleta.

Cuando su nieto llega a casa y ve las medallas y los trofeos «alucina con ellos, les encantan. Al final poder darle ese ejemplo a ellos es lo importante. Tiene que saber que los límites son los que uno quiera ponerse. Es cierto que a medida que pasa el tiempo tienes que buscar disciplinas en las que puedas rendir bien y si puedes, trabajar con profesionales que te ayuden en el camino. La forma de alimentarse yd e entrenar cambia, y lo mejor es tener la ayuda profesional necesaria para hacerlo adecuadamente», explica Buckenham.

Jill Buckenham: «Hay que concienciar a la gente de que se puede seguir compitiendo tengas la edad que tengas, y además compitiendo bien».

Ahora por su cabeza pasa el próximo mundial en EEUU. La carrera «será muy dura. Allí hay muchas mujeres que siguen compitiendo, aquí en Europa muchas veces compito sola en mi edad, y eso tiene que cambiar. Hay que cambiar eso poco a poco y concienciar a la gente de que se puede seguir compitiendo tengas la edad que tengas, y además compitiendo bien», concluye Jill.

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