José Manuel López y su última locura: nadar de Mallorca a Barcelona sin parar, un reto que no se ha hecho nunca | Yo soy noticia

Aventurero como pocos, José Manuel López, cuyos desafíos siempre rozan lo humanamente posible, va a llevar su cuerpo a un límite nuca explorado por el ser humano ni tampoco por él. Este fin de semana arrancará una travesía a nado de 200 kilómetros, los que separan Palma de Mallorca de Barcelona, una barbaridad que va a llevar a cabo por una buena causa.

«Llevo muchos años soñando con esta aventura»

Esas son las primeras palabras que pronuncia sobre este desafío que afronta con ganas, con ilusión pero con la prudencia y la preparación previa necesarias. «Ahora mismo estoy bien, sobre todo muy pendiente de la meteorología. Hay que tener muy en cuenta el comportamiento de las corrientes, de las olas... Nos movemos con un grupo de casi 20 personas y tenemos que hilar muy fino para salir en las mejores condiciones posibles».

Un desafío complejo y lleno de peligros

Es por eso que la salida desde la isla, prevista inicialmente para este viernes, se retrasará hasta el sábado o incluso el domingo. «El viernes dan muy mala mar y, además, no solo hay que tener en cuenta el momento de la salida, es que van a ser tres días y tres noches en alta mar. Hay que mirar todo muy bien».

Ante él un mar de peligros se abrirá, nunca mejor dicho. «Vamos a pasar calor, pero también frío«, empieza explicando. «Durante el día el sol pega fuerte y el agua se mantiene más o menos caliente, pero yo voy a estar más de 70 horas en el agua y todo lo que sea que esté con una temperatura inferior a la del cuerpo me hará luchar para conseguir ese calor que permita a mi cuerpo mantener las funciones corporales», continúa.

«Habrá que luchar contra ese frío, especialmente cuando se vaya el sol y la temperatura del agua baje. A eso habrá que unir el cansancio del cuerpo, el no ver nada durante la noche, el sueño… No va a ser fácil»

Calcula que necesitará entre 70 y 80 horas para completar el reto, un tiempo estimado que irá en función de su cansancio, de las corrientes o del oleaje. Y además de todos estos obstáculo, no olvida a las medusas, «un gran enemigo de todos los nadadores en aguas abiertas».

«Voy a ir con precaución, con vaselina y esas cosas y también llevaré un traje de neopreno. Al descubierto solo se quedarán los pies, las manos y la cara, pero el problema no es la picadura de una medusa porque a eso estoy acostumbrado», razona antes de explicar con certeza cuál es el verdadero quebradero de cabeza en este aspecto.

«El peligro es encontrarte con un banco de medusas por la noche porque no se ven venir y es difícil rodearlo. Esperemos que no pase».

La lucha contra el sueño y la importancia del avituallamiento

Dos aspectos que también son esenciales a la hora de afrontar este desafío son el tema del sueño y del avituallamiento. «Es difícil manejarlo todo. Respecto al sueño he hecho varias pruebas de dos noches sin dormir, tres iron man seguidos, correr 312 kilómetros sin parar por la isla de Mallorca… Es algo que estuvo bien, se pudo aguantar. Pero nunca he estado tres noches seguidas sin dormir».

Aún así, está convencido de ello. «Vamos a intentar superarlo, con el máximo entusiasmo posible y con la ayuda de mi equipo. Estaré bien vigilado, que es algo importante y que me da mucha seguridad. Y luego pues está el problema de la noche, que se hace larga y dura. Necesitaré también mucha concentración, pero vamos a por ello».

Y respecto al tema del avituallamiento solamente hay una cosa que tiene clara. «Es importantísimo», matiza. «Llevo muchos años haciendo ultra distancias y se que la natación es algo totalmente diferente, sobre todo por el tema de la temperatura y la complejidad del agua».

«Haremos paradas muy frecuentes y muy rápidas, tal vez más de una cada hora. En el agua se queman más de 1.000 calorías por hora. La alimentación debe ser muy líquida y en un periodo muy breve para que la musculatura no se enfríe. Es más peligroso descansar más que hidratarse menos»

Todas estas precauciones son fruto de un deportista que sabe lo que es pelear contra ellas en múltiples ocasiones. «He estado en muchas batallas de estas y siempre se aprenden cosas. Hace unos meses hice 126 kilómetros, aunque los hice con una jornada de separación. Con el tiempo se aprende a gestionar los esfuerzos y a superar las cosas con las que te encuentras», reflexiona.

Por una buena causa

Y si el reto es espectacular de por sí, lo más importante es que lo lleva a cabo por una buena causa. «Lo haremos con la gente de Impossible 365, con el objetivo de ayudar a a hacer deporte adaptado a la gente que lo necesite. Es una iniciativa muy bonita», cuenta a Yo Soy Noticia.

Además, para seducir a cuanta más gente mejor, lo van a hacer «muy participativo», argumenta. «Todo el mundo puede colaborar. Se puede entrar en www.lacruzada.org y hacer una donación. Toda ayuda llega y no es solo para material para el deporte adaptado, sino que también estamos levantando una escuela en Guatemala para 280 niños».

Pero es que el término «participativo» tiene más sentido que nunca porque a través de un enlace en la mencionada web se podrá consultar en todo momento donde se encuentra nadando nuestro deportista en tiempo real. «Todo el mundo podrá saber siempre dónde estamos», explica el deportista. «Me siento un privilegiado por poder hacer estas cosas, pero sé que hay gente que le gustaría estar con nosotros, en el barco. Así podrán seguirme la pista y hacer partícipe a la gente».

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