Ferran Andrés
La historia de Víctor Gómez no es una de esas que suelen repetirse demasiado en el mundo del deporte. Implica mucha capacidad de superación, fortaleza mental y ganas por conseguir un sueño
Víctor Gómez Ayala (Barcelona, 1996) es un deportista que, al igual que Jaime Martínez cuya historia ya les contó Yosoynoticia.es hace un mes, participó en los Juegos Sordolímpicos disputados en 2017 en Samsun (Turquía). Pero lo más increíble de su historia no es sólo el haber alcanzado esa imborrable proeza que quedará para siempre en su memoria, sino el camino que le llevó hasta allí. Una historia con alma, desgarradora pero con un final feliz.
Apenas ocho meses antes de aquel imborrable verano de 2017, Víctor sufrió una complicada lesión en los isquiotibiales que le obligó a pasar por quirófano. Fue la gota que colmó el vaso en una carrera de obstáculos marcada por las continuas lesiones, que impedían a nuestro héroe volver a correr como solo él sabe sobre las pistas.
Aquellas lesiones hundieron al deportista de Barcelona en una depresión. Momentos difíciles, de tinieblas internas y mil preguntas sin respuesta… Momento de arroparse con los suyos, de armarse mental y emocionalmente para mantener a flote el objetivo marcado.
Después de un año de lesiones estuve con depresión por no poder competir, y con la ansiedad engordé hasta 97kg», relata el barcelonés.
Porque lejos de rendirse, lejos de escoger el camino fácil, Víctor decidió luchar por un sueño: disputar los Juegos Sordolímpicos de Samsun. Con mucho esfuerzo y dedicación nuestro héroe consiguió bajar de peso en esa preparación hacia los Juegos hasta su talla ideal, los 72 kg. La foto muestra ese intenso cambio.
«Llegar a participar en unos juegos sordolímpicos cuando a 8 meses para llegar me operaron de los isquiotibiales… Tuve una lesión que marcó un antes y un después en mi vida deportiva, y me costó mucho trabajo llegar a estar en una forma física que nunca había tenido», cuenta el joven atleta. Con una cuenta atrás que no precisamente le sonreía, Víctor se empleó a fondo.
»Hubo una dedicación de muchas horas para recuperarme de la lesión, al menos seis horas diarias entre fisio, entrenamientos específicos, etc… ya que solo tenía 4-5 meses para prepararme las Sordolimpiadas. Finalmente logré mi sueño, y gracias a eso hoy sigo soñando en ganar unos Juegos», cuenta nuestro héroe barcelonés.
Los inicios
«Empecé en el mundo del deporte a los 5 años en el fútbol, hasta los 14 años cuándo se dieron cuenta que yo destacaba con mi velocidad. Entonces un compañero mío, que hacía atletismo en el FC Barcelona, me pidió que lo acompañara un día a entrenar con él en la pista de atletismo con el club. Ahí conocí a mi entrenador, que llevo con él desde entonces», cuenta.
«En el entrenamiento me sentí bien y los compañeros eran muy amables, pero también sufrí un poco porque era nuevo en ese deporte» relata Víctor, ‘culé’ confeso.
En esa primera experiencia en el club del que es seguidor, encontró a un entrenador que le cambió la vida y su forma de ver las cosas, tal y cómo relata. »A mi entrenador le gustó cómo entrenaba, me acogió en su grupo de entrenamiento en el cuál aún estoy», cuenta.
Gracias a esa oportunidad que me dio he aprendido mucho del deporte, de la vida, de los valores y del sacrificio que hay que hacer para lograr lo que uno quiere. Siempre estaré agradecido por ello, ya que me cambió la vida», añade con ternura.
Víctor solo tiene 22 años pero cuenta con un palmarés envidiable. Nacido el 17 de septiembre, mes donde todo empieza, ha sido 4 veces campeón de España en 200 m para sordos, atesora 2 diplomas Junior en los campeonatos de Europa, así como un diploma en los Campeonatos de Europa Absolutos para personas con discapacidad auditiva. Todo un logro.
El corredor catalán lleva implante coclear desde los 17 años, cuando dejó los audífonos para probar con este nuevo dispositivo que puede parecer más engorroso pero que, confiesa, ha sido un »cambio brutal. He notado una mejora impresionante. Antes no podía ni siquiera oír algunos ruidos, ni mucho menos a las personas cuando me hablaban», comenta.
»Siempre tenía que leer los labios, pero hoy en día con el implante coclear puedo oír ruidos que nunca había oído, y hasta puedo escuchar a mi familia cuando estamos reunidos en una comida o cena», cuenta el joven, que afirma que el implante le ha servido para sentirse »más tranquilo» aunque no lo usa para entrenar, un factor que descubrió hace dos años y que le sirvió para preparar de mejor forma los juegos sordolímpicos.
Actualidad y próximos retos
En la actualidad Víctor se encuentra estudiando un grado medio de Farmacia y Parafarmacia para acceder al grado superior de Nutrición, aspecto que compagina con el deporte »bien, gracias a la flexibilidad horaria que la escuela me ofrece». Según comenta, le permite entrenar hasta tres horas diarias de lunes a sábado. Los domingos realiza rodaje de forma suave para soltar piernas.
Todo ello, sin recibir ni un sólo euro de las instituciones públicas/privadas que, en muchos casos, siguen mirando hacia otro lado a la hora de ayudar a los deportistas minoritarios.
Víctor tiene claro cuál es su próximo reto. »A corto plazo son los Europeos de aire libre en Stuttgart, y en ellos mi objetivo es llegar a la final del 200m y obtener una medalla, para poder obtener una plaza en el CAR de Madrid y poder entrenar con mi compañero Jaime que reside ahí», relata antes de mostrar su agradecimiento al propio Jaime y a Javier Soto, dos atletas que le han ayudado en su carrera deportiva.
A largo plazo, no duda. «Disputar los Juegos Sordolímpicos será mi mayor reto, ya que en ellos cuesta mucho llegar a la final pero estoy decidido a entrenar bien y fuerte para llegar en buena forma», confiesa ambicioso.
El atleta catalán deja, para cerrar, una frase muy valiosa en la entrevista. »Disfrutar del camino hacia la meta es lo mejor de todo», porque pese a lo difícil o lo cuesta arriba que se ponga el camino, como reza su estado de Whatsapp «no temas a fracasar, teme a no intentarlo». Los miedos están para ser superados.
FOTOS: Víctor Gómez Ayala
