Cuando los límites no son un obstáculo y la voluntad es imparable: la historia del corredor sordolímpico Jaime Martínez Morga | Yo soy noticia

Ambición y capacidad son dos adjetivos que definen perfectamente a Jaime Martínez Morga. Este atleta murciano, que cumplirá 24 años el próximo 23 de enero, nació sordo al igual que su hermano pero esta minusvalía no le ha supuesto un contratiempo a la hora de luchar por sus sueños y metas.

De hecho, Jaime nos asegura en la entrevista que el atletismo le cambió la vida por completo de forma totalmente inesperada porque de pequeño no era precisamente el deporte que más practicaba o le gustaba.

Jaime, integrante del club de Atletismo Fent Camí Mislata, charla en la entrevista con YoSoyNoticia con la satisfacción, alegría y fuerza que da haber logrado el récord de Europa de 800m en pista cubierta para personas sordas con un tiempo de 1:52.66, quedando tercero en la final A, superando su antigua plusmarca 1:52.85. Su próximo reto: el campeonato del Mundo que se celebrará en marzo en Tallin (Estonia).

Pero entre su extenso palmarés, el más grande todos los logros fue conseguir un bronce en las pasadas Sordolimpidas de 2017: »Creo que el bronce de las Sordo olimpiadas con lo que ello representa para un deportista sordo fue muy emocionante y que recuerdo con mucho cariño y ganas de volver a vivir y mejorar ese puesto», afirma ambicioso el murciano.

Los inicios

Nuestro atleta fue siempre un apasionado de los deportes desde bien pequeñito. »Me gustaban todos (los deportes): fútbol, baloncesto, ciclismo… Era un trasto de niño y me gustaba mucho jugar compitiendo, el atletismo fue una sorpresa porque eran muchos juegos a la vez: salto, altura, peso, velocidad, fondo, pértiga… Y era individual donde podía ser yo mismo y mi capacidad», confiesa.

La sordera, por tanto, jamás fue un impedimento para Jaime para realizar ninguna actividad, apoyado en la inestimable ayuda de su familia, que siempre ha estado a su lado: »Al principio, mis padres me metieron en la escuela de Atletismo por falta de relación con los amigos. Y ahí empezó todo, primero teniendo amistades que me han apoyado en situaciones complicadas. Así que gracias a este deporte, tuve una nueva vida», relata.

Una nueva vida que, como confiesa, «de repente, evolucioné mucho sin darme cuenta. Algo que no esperaba. Y cada tiempo que pasaba superaba nuevos retos. Ahora soy este Jaime de hoy, gracias por todo que aprendí lo malo y lo bueno. Y así me dio un punto de perspectiva que tener discapacidad no es un hándicap, es ser diferente», cree el atleta murciano.

Desde allí hasta que a los 18 años entró en la residencia para deportistas de Alto Rendimiento Joaquín Blume, una faceta que compaginaba con la carrera de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, que terminó en 2017: »Ya me puse los pies en el suelo, centrado en lo que tengo que hacer. Y todo fue fácil porque me apasiona el deporte. Y aguantaba el cansancio de ir al entrenamiento después de la universidad», confiesa Jaime.

Lecciones de vida

Esta entrevista podría basarse solo en el extenso palmarés de Jaime, en todos los logros deportivos que ha conseguido con apenas 23 años. O incluso en la referencia que supone para otros deportistas sordos en España. Pero eso sería obviar peligrosamente su figura humana, la de una persona valiente que no cree en los límites, independientemente de las circunstancias que rodean a cada persona.

Cada uno »tiene sus situaciones que le afectan o circunstancias que les corresponden. Y aprenden por donde recorren su camino, y ahí aportan diferentes puntos de vista de perspectiva. Yo he nacido sordo como mi hermano. Y jamás he pensado que esto nos iba a impedir nuestros caminos o obstaculizar. Lo más claro es pensar las cosas que quieres hasta conseguirlas, no quedarse con brazos cruzados» confiesa.

El joven atleta nos deja una lección antes de despedir la pregunta: »Para ser el que tú quieres debes comprometerte en ti mismo. Esto es lo primero que debes meter en la cabeza. Porque si no, no llegarías a conseguir el sueño que quieres», avisa.

Su día a día

Toda vez que finalizó la universidad, Jaime Martínez confiesa que »solamente estoy centrando en entrenar. Todos los días por la mañana y algunos días doblando por la tarde. Pero mi consejo es disfrutar y disfrutar porque todo se hará más fácil, hasta lo imposible»,afirma soñador.

Todo ello a pesar de la difícil tesitura económica a la que Jaime y su familia se deben enfrentar cada día para poder desarrollar su profesión: »No recibo apenas ayudas. Por ser atleta sordo no estoy reconocido para las becas que los atletas oyentes o paralímpicos obtienen para una buena preparación».

«A las instituciones les diría que, como atleta internacional, me gustaría estar equiparado a los demás. Los gastos (fisioterapueta, entrenador, complementos, etc) siempre corren a cargo de mis padres», denuncia Jaime que reclama más implicación de las instituciones públicas.

Equiparación con el resto de deportistas

Jaime analiza el problema con frialdad y cree que la solución para que los deportistas sordos compitan en igualdad de condiciones que el resto de atletas con o sin minusvalía es que »en España no hay una ley que reconozca a los deportistas sordos. Y estamos marginados, aunque algunos deportistas siguen practicando el deporte. Si hubiera habido ley, creo que ahora sería mejor».

»Soy sordo pero me esfuerzo a diario por entrenar y estar a 100 por 100 para representar a mi país», remacha Jaime, clarividente y consecuente.

Aviso de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información ‘aquí’.

Aceptar Cookies