Israel Molina Gómez
En Río 2016 se retiró primera y última vez en un Maratón y ahora tiene claro que el reto es tomarse una venganza deportiva, brillar en Tokio y lograr una medalla.
La atleta paralímpica Mari Carmen Paredes (15 de enero de 1963, Badajoz) ya estuvo en Río 2016 y allí terminó retirándose en el maratón, la única vez que no ha cruzado la meta en competición, por eso tiene claro que, ahora que tiene la plaza asegurada para Tokio, tiene clarísimo que va a ir a «sacarse esa espina como sea».
«En Tokio nos vamos a tomar la revancha para subir, por qué no, a lo más alto del podio»
Solo un 1% de visión en uno de sus ojos
Así de ambiciosa se muestra la extremeña, quien, debido a una degeneración de mácula retiniana, solamente tiene un 1% de visión en uno de sus ojos, lo que le obliga a competir con guía, que curiosamente es su marido. «La ceguera me cerró una puerta, pero me abrió muchas ventanas», reconoce.
«Encontré en el deporte una gran ayuda para superar algo que me sobrevino», cuenta ella, mientras que para él, Lorenzo Sánchez, ser guía de Paredes le ofreció «la oportunidad para continuar» su carrera como deportista. «Yo estaba en mis últimos años, ella necesitaba a alguien, así que genial. Llevamos ya 13 años y no los cambio por nada del mundo».
Y es que Lorenzo, por su parte, lleva tras de sí 68 maratones, pero la cuenta de Mari Carmen sigue aumentando y ya está en 13. «Es una prueba tremendamente dura, muy exigente. Tiene 8 o 10 kilómetros que son de una gran fortaleza mental, casi más que física», comenta el guía en unas declaraciones a Radio Televisión Española.
Tanto el uno como el otro explican a la perfección la importancia de la figura del guía para un o una deportista con discapacidad visual. Él es el que habla y me indica lo que nos vamos encontrando a lo largo de la prueba», explica ella. «La cuerda -que los une- es como el cordón umbilical. A través de ella me transmite las sensaciones, si tiene fatiga, si va bien…», comenta Sánchez .
A Tokio a por todas
Con la mente ya puesta en esos Juegos Paralímpicos de Tokio, los dos hacen referencia a la incertidumbre que envuelto a dicha cita, en cuanto a su celebración y a todas las noticias que van saliendo constantemente.
«Nuestro pensamiento y trabajo siempre han ido encaminados a que los Juegos se iban a hacer. Y es que, a nivel mental, tienes que estar preparado para eso, si no es muy difícil sobrellevar el día a día de los entrenamientos»
La sensación general ahora mismo es positiva por la evolución de la pandemia, aunque Paredes se muestra cauta. «Aún falta mucho, y teniendo en cuenta lo cambiante que es todo esto y los buenos resultados de la vacuna, yo creo que todo avanzará a mejor y se podrán celebrar», explica a modo de deseo.
Ahora ya solo quedan tres meses para esa gran cita en Tokio y Lorenzo y Mari Carmen tienen claro que el objetivo es sacarse esa espina que comentábamos antes y que ambos anhelan desde el ya lejano 2016. El reto y el desafío es mayúsculo: lograr la medalla paralímpica y seguir engrosando su currículum.
