María de los Ángeles Ruiz: portera de hockey, ejemplo en la vida | Yo soy noticia

Medallista de bronce europea y mundial, María de los Ángeles Ruiz es mucho más que una de las mejores guardametas de hockey hierba nacional e internacional. Porque es un ejemplo de cómo se debe afrontar el deporte de alto nivel y la conciliación familiar. Porque, aunque a veces parezca una tarea imposible, ella demuestra que no es cierto y que hay que trabajar de cara al futuro para que sea cada vez más fácil y no al revés.

Lo demuestra con hechos, resultados y galardones, pues fue olímpica en Tokio y puede presumir de haber llegado a ser elegida entre las tres mejores porteras del continente, datos que demuestran que es una fuera de serie en lo suyo.

La conciliación en el deporte de élite

Alejada de los focos mientras lograba todo esto, su nombre sonó cuando menos debería haberlo hecho; se perdió la Copa del Mundo en Terrassa el pasado mes de julio por su maternidad, sin embargo, ahora ha vuelto a ser convocada para defender los colores de las RedSticks, como se conoce a la selección femenina española, y y deja bien claro que la conciliación familiar y la carrera deportiva son dos aspectos perfectamente compatibles.

«Soy igual de competitiva que antes. Soy igual de válida para hacer mi trabajo y conseguir lo que me proponga»

Un punto de inflexión en todas estas reflexiones, reconoce, fue el covid-19, que la hizo reflexionar sobre sus prioridades. Tomó la decisión de ser madre tras los Juegos de Tokio, pero el hecho de que se retrasasen un año y se celebraran en 2021 es lo que le llevó a tener que renunciar a esa Copa del Mundo que se disputaba en casa, en Terrassa.

Foto: COE

Pero nunca dudó de su decisión. La jienense siempre tuvo claro el siguiente paso que quería dar en su vida. «El momento de la pandemia fue clave para parar, reorganizar mi vida y tener claras las cosas importantes que realmente quería hacer», cuenta en unas declaraciones al Comité Olímpico Español, donde sigue reflexionando sobre la importancia que tienen unos Juegos Olímpicos para cualquier deportista.

«En la vida, a veces te ves obligada a perderte cosas. Yo aposté por perderme ese Mundial con el objetivo de intentar ganar los Juegos Olímpicos de París»

Sin embargo, tras la maternidad su objetivo ha sido siempre recuperar su mejor nivel y volver a convertirse en una de las mejores porteras del mundo. Y para lograrlo va a poner el mismo tesón, el mismo esfuerzo y la misma dedicación que siempre la han acompañado durante todos estos años. «Cuando volví a los entrenamientos en septiembre me sentía como un muñequito de trapo, no tenía fuerza», cuenta Ruiz.

Pero sabe que tiene que ir poco a poco, sin prisa pero sin pausa, como suele decirse. «La idea es ir exigiéndome de forma gradual, todo dentro de unos límites y con unos tiempos marcados», explica con naturalidad. «Por suerte, todo mi entorno lo está entendiendo de la misma forma. Es algo que yo no puedo hacerlo sola«, dice agradecida.

«Mi pareja tiene que venir conmigo y buscamos con el equipo la manera de que venga con nosotros», sigue. «En el equipo, cuando ven al bebé y el compromiso de toda la familia para permitir que yo siga jugando, se les borra de la cabeza cualquier duda que puedan tener», resume sobre la situación que vive tanto con su equipo como ahora con la selección.

«Hacerlo por los que vienen»

Con todo esto claro y asumido, ella mira hacia delante con optimismo y prueba de ello es el sueño que tiene por esos Juegos de París 2024. Está volcada junto con su familia, especialmente su pareja, que también tiene claro que la conciliación y el deporte de alto rendimiento es posible, aunque ambos saben que la meta es siempre la responsabilidad y la constancia para servir como ejemplo a otras familias que se vean en una situación como esta.

«Hay que hacer esfuerzos para equilibrar ser madre y poder seguir persiguiendo los sueños. Si queremos que la sociedad lo acepte, tenemos que empujar entre todos para visibilizarlo»

Y remata todo esto con una enseñanza que puede servir como legado. «Hay que hacerlo por los que vienen. Que nadie deje de vivir la vida que quiere porque aparece la maternidad o la paternidad».

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