Adrián Rubio
La joven valenciana de 22 años, perteneciente al Estudiantes RC de la capital del Turia, nunca olvidará las Fallas 2019
Supusieron un histórico paréntesis en su faceta de jugadora de rugby, para sumergirse de lleno en la gran fiesta de los valencianos y valencianas.
Pero no por salir hasta altas horas y divertirse como miles de jóvenes de su edad, sino que la pasión de Marina por estas fechas va mucho más allá y en esta última edición han tenido un significado todavía más especial.
Jornadas interminables
Pero más llevaderas con una sonrisa, actitud positiva y el apoyo de los tuyos. Así es como ha podido sacar adelante esta joven rugbier unas semanas cargadas de actos, ya sea por su papel de fallera mayor de la comisión Borrull – Dr. Peset Cervera o bien en su faceta de artista, de los que diseñan y levantan los monumentos que la noche del 19 de marzo arden ante los ojos llorosos de todos los falleros.
La del 2018 que montó Marina ya fue arriesgada y sobre todo muy creativa con las sillas como grandes protagonistas, siendo la del 2019 todavía más atrevida para exponer en la falla que está enfrente del Botánico de Valencia.
Fallera desde pequeñita, lo que sí ha coincidido ha sido su introducción al rugby con su faceta de montar fallas, reciente en el tiempo. Y su agenda durante estos días festivos no ha dado abasto como ella misma nos cuenta. “Nos acostábamos a las 5 de la mañana”, reconoce.
“A las 9 y media ya estamos en la falla, y de ahí hasta las 4 o 5 de la mañana”, apunta Marina, que ha sufrido como la que más porque no le pasara nada a su creación, ni las inclemencias meteorológicas hicieran acto de presencia.
El ejemplo del rugby
La Marina fallera no se entendería tampoco actualmente sin la Marina rugbier en el Estudiantes Rugby Valencia, y es precisamente de este deporte donde ha aprendido valores que sirven para sobrevivir en fechas tan intensas como las que ella ha experimentado en las recientes Fallas 2019.
El concepto de resistir y no rendirse porque hay muchos imprevistos, pero también el trabajo en equipo porque sola no puedes montar la falla. Tienes un equipo que te apoya y va contigo, sino es imposible”, destaca la artista y fallera mayor de su comisión en este último curso.
Sin duda que en el ámbito artístico “ayuda mucho tener un buen equipo de gente que trabaja”, como hacen las compañeras en el terreno de juego, y así “es mucho más fácil poder compaginar lo de fallera mayor y sus actos con lo de levantar el monumento fallero”.
Además, este 2019 compañeras y compañeros del Estudiantes RC se han unido a su comisión, así que la captación para este ámbito también es otro punto a favor de Marina y que es digno de reseñar. Juntos han visto quemar el monumento que con tanto esfuerzo y cariño diseñó la valenciana, y como explica cualquier persona vinculada a esta fiesta, se ha completado el proceso purificador que va asociado a la tradición.
“Quemamos todo lo malo para que lo que salga sea mucho mejor”, nos dice una deportista que antes del rugby estuvo vinculada al atletismo, y que cierra esta entrevista con una reflexión que debe inspirar a más jóvenes como ella.
La clave es tener ganas, ilusión y no rendirse nunca porque hay momentos críticos para tirar la toalla, pero al final hay que seguir hacia adelante”.
