Clara Azurmendi se presenta en sociedad; el bádminton femenino español tiene relevo | Yo soy noticia

Aunque era un secreto a voces y una realidad casi evidente desde hace ya unas cuantas semanas, la noticia se hizo oficial hace apenas unos pocos días: Clara Azurmendi estará en los Juegos de Tokio, un billete que se ha ganado gracias a sus buenas actuaciones pero que fue una posibilidad real tras la lesión de Carolina Marín, quien ha tenido que volver a pasar por el quirófano debido a una lesión en la rodilla.

La lesión de Marín, campeona en Río 2016, le abrió la puerta, aunque es algo que ella misma lamenta. «Sin su lesión yo no habría tenido opción alguna, evidentemente», comienza diciendo. «Con su lesión y cuando supimos de su gravedad y lo que conllevaba el tener que pasar por quirófano, mi entrenador ya me dijo que por ránking era probable que pudiera entrar, aunque faltaban unos flecos», reconoce ahora abiertamente.

«Conforme fueron pasando las semanas la posibilidad se fue haciendo más real porque empezó a haber renuncias, pero la verdad es que yo necesitaba que fuera oficial, tenerlo por escrito para poder quedarme tranquila»

«Un sueño cumplido»

Pero ahora ya lo sabe y por eso está «muy feliz» y «muy contenta», explica a Yo Soy Noticia la joven deportista española. «Es una satisfacción enorme, un sueño cumplido, aunque ha sido difícil de asimilar por el tema de Carolina. El deporte es así, es complicado con el tema de las lesiones, que te pueden llegar en cualquier momento y a ella le ha llegado en el peor posible», lamenta.

«Yo estaba ahí en el ránking, intentando hacer mi trabajo lo mejor posible. Me fui a Madrid a entrenar para acabar consiguiendo esto algún día, he luchado mucho y ahora tengo que aprovechar esta oportunidad, que también creo que me lo he terminado ganando yo».

Tiene muy claro que el hecho de tener a Carolina Marín delante ha sido muy importante no solo para ella sino para todas sus compañeras. «Es básico tenerla de compañera de entrenamiento y estar con ella día a día. Yo, además, tengo la suerte de contar con ella como amiga. Me aporta mucho», reconoce.

«Carolina es la mejor del mundo, así de fácil. Es como entrenar con Rafa Nadal. Te hace crecer como deportista. Es admirable ver como a pesar de haberlo ganado todo, ella siempre quiere más y más. Eso repercuta en muchos beneficios»

Aunque claro también tiene la parte negativa de que ella lo eclipsa casi todo y, en condiciones normales, es la que iría a Tokio a defender las opciones del bádminton femenino español.

Por eso lamenta tanto la lesión de su compañera y amiga. «Lo está pasando mal, es un momento complicado para ella. Ha sido un año muy difícil por muchas cosas Digamos que la vida no la ha tratado bien estos últimos meses, ha tenido muy mala suerte y esto ha sido como la gota que ha colmado el vaso», dice visiblemente emocionada.

«Me cuesta sacar con ella el tema de los Juegos, no por mí, sino porque no quiero que le remueva cosas por dentro. Ella vive por y para el bádminton y no está siendo un momento bueno», sigue contando.

Carolina Marín, compañera, leyenda y referente

Deportivamente hablando, esta oportunidad de estar en Tokio le llega en un gran momento. «Llego bien, en una buena racha después de ganar en Austria y el Campeonato de España», comenta positiva. «Fueron unos meses complicados con alguna lesión y el confinamiento por la pandemia. Ahora llego muy bien y muy enfocada para los Juegos. Y espero rematarla con un buen papel en Tokio».

Llega con optimismo a los Juegos, a pesar de que tan solo tiene un mes para prepararlos bien. «Ahora mismo no firmaría nada», sonríe. «Voy a disfrutar al máximo de esta oportunidad y de esta experiencia. No la quiero desaprovechar, así que tengo un mes muy intenso y muy bonito. Voy a intentar llegar lo más lejos posible allí, ese es el único objetivo. Ese y el de disfrutar y dar mi mejor bádminton».

Y aunque se esperan unos Juegos diferentes, lejos de lo habitual, ella tiene claro que es «un regalo» que se vayan a celebrar. «Ya es un paso muy importante. Yo hace un año no confiaba en que se pudieran hacer. Llevamos unos meses muy raros en los que nos hemos acostumbrado a esta incertidumbre y a esta situación. Igual al final tenemos público, aunque es verdad que no podrá venir mi familia. Es una situación en la que estamos todos igual y es lo que toca».

«Nunca sabes si esta experiencia se volverá a repetir. Es algo que nunca se sabe, aunque yo espero que esto sea el principio de una nueva etapa. Intentaré estar en París, pero lo primero es disfrutar de estos»

También es optimista sobre la situación del bádminton español, que tiene a una leyenda como Carolina Marín al frente de todas, pero su ejemplo ha servido para que muchas jóvenes se animen a descubrir este deporte. «Creo que es muy importante que haya chicas jóvenes. Es así porque detrás de mí ya hay un grupito de chicas que vienen pisando fuerte», va contando antes de centrarse en la importancia de tener a Marín ahí delante.

«Tener a la mejor del mundo le ha dado un gran impulso al bádminton femenino. Las jóvenes ven que ella, de la nada, lo ha conseguido todo. Yo tengo la suerte de verla entrenar cada día, pero las más pequeñas tienen la suerte de tenerla como referente», sigue contando. «Antes de Carolina éramos invisibles y ahora ya se nos respeta mucho más. Cuando las rivales juegan contra una española ya te tienen respeto, antes nos veían como rivales fáciles», cierra.

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