El sueño del modesto club ilicitano se hizo realidad, y a estas horas la plaza de San Crispín en la localidad alicantina son el epicentro de la celebración de sus aficionados. Todo ello después de una intensa, igualada y emocionante final celebrada en Xàtiva contra un Rayo Llíria CF que vendió muy cara su piel.
Pero fueron las intervenciones del muro Javier Tur, el portero del Athletic Club Torrellano, las que salvaron a su equipo e hicieron posible que el ascenso a la nueva 3ª RFEF, a categoría nacional, sea una realidad para ellos.
En esta segunda final de Regional Preferente (ayer sábado ya ascendió el Callosa Deportiva, y falta por concretar otra final más que decidirá el tercer y definitivo conjunto que abandona la categoría rumbo a pastos más verdes) la reacción en el marcador del Rayo Llíria CF llegó tarde.
Fue en el minuto 86 cuando Megina dio vida a los valencianos, después de que Caná en el 48 (gol clave al llegar nada más regresar del descanso) y Llor en el 57 hubiesen acertado en las dos aproximaciones más claras del Torrellano al arco rival en la tarde-noche de hoy domingo en La Murta.
La remontada edetana no se concretó en la media hora final por su falta de puntería y especialmente por las ya mencionadas intervenciones de Tur (crucial y espectacular la que realizó en el último suspiro de un duelo que cerca estuvo de marcharse a la prórroga, como ocurrió en la final del sábado), personificando la veteranía de un equipo ilicitano que supo ensuciarle mucho el partido a su rival.
El premio a su fortaleza y convencimiento en su juego y posibilidades está en este histórico ascenso a 3ª RFEF, tras un año muy duro para los equipos del fútbol amateur de la Comunitat Valenciana. Tras muchos meses de angustia y sacrificio, hoy celebran por Torrellano y lamentan por Llíria, aunque honor también para ellos por el temporadón realizado llegando hasta el último partido del curso.