Samuel Borja
El maillot de la primera contrarreloj del Sky sigue dando que hablar, tras haber desestimado las primeras protestas, la UCI quiere evitar problemas de cara a la segunda crono del Tour
Tanto el equipo FDJ, como el BMC reclamaron al término de la primera etapa después de ver cómo el equipo Sky había arrasado en la contrarreloj, clasificando a cuatro de sus corredores entre los ocho primeros de la clasificación.
Los directores de ambos equipos alegaron la utilización de Vortex en el maillot tipo buzo que los corredores del Sky habían portado durante esa primera contrarreloj y que les daba según ellos «ventaja aerodinámica».
Según Fred Grapé, director de la FDJ, “el Vortex, con ese perfil rugoso de bolitas, genera un 5% ó 7% más de penetración del aire, así que los corredores producen unos 30 vatios extras y logran una ventaja de al menos 25 segundos”.
La UCI desestimó las protestas, ya que la equipación había sido homologada anterirmente por la porpia Unión CIclista Internacional, pero lejos de disipar la polémica, esta ha seguido su curso.
El diario francés «L’Equipe» llevó el tema a su portada este lunes con el titular «Exceso de velocidad», en el cuerpo de la información un experto en aerodinámica asegura la tesis de que el Vortex favorece una mejor penetración en el aire y por tanto mayor velocidad para el ciclista que lo porta.
Las nuevas y preciosas equipaciones de ciclismo para este 2017
El Sky ha dado argumentos de peso a su favor como el de la homologación e incluso ha llegado a afirmar que otros equipos también utilizan ese tipo de maillots pero nadie ha dicho nada, ya que no son favoritos.
Ante esta situación, la UCI ha afirmado que estudiará el caso de cara a la segunda contrarreloj del Tour, ya que será una etapa decisiva de 22,5km el penúltimo día de la ronda gala, y de ahí saldrá el ganador que se vista de amarillo al día siguiente en París.
Veremos si Sky puede seguir llevando las mismas prendas o si la UCI corta por lo sano impidiendo ese tipo de matriales que algunos se han apresurado en catalogar como «dopaje mecánico», aunque está por ver si la UCI opina lo mismo.
