Alba Molina San Antonio
Tras anunciar su retirada del ciclismo profesional, la valenciana hace un repaso por su trayectoria al tiempo que analiza el presente y futuro de un ciclismo plagado de problemas que son necesarios solucionar cuanto antes.
La valenciana Anna Sanchis anunció hace unos días su retirada del ciclismo profesional, deporte al que se ha dedicado a nivel élite durante una década convirtiéndose en un auténtico referente a nivel nacional.
De hecho, pasará a la historia por erigir como la ciclista con más títulos de Campeona de España: hasta un total de seis, dos de ruta y cuatro de contrarreloj. El legado que deja, de cuya magnitud ni ella misma era consciente, es inmenso.
Por ello, en Yosoynoticia.es hemos hablado con ella para conocer tanto los motivos que esgrime para abandonar el ciclismo profesional como la perspectiva que posee sobre el presente y futuro del ciclismo español.
De ciclista a mamá
Ya en 2016, cuando contrajo matrimonio, dejó entrever que la retirada estaba próxima. Pero ha sido al estrenar maternidad, su hija Nadia nació el pasado mes de septiembre, cuando ha decidido poner punto y seguido.
“Tenía muchas ganas de ser mamá y ahora con la pequeña es imposible volver a entrenar al nivel que estaba y he decidido parar y cambiar de vida. Quiero centrarme en mi hija y en mi familia”, reconoce.
Sin embargo, Anna no descarta ni muchísimo menos la posibilidad de regresar en el futuro porque como ella misma afirma “nunca digas nunca”. Así que aunque lo ve “complicado”, la valenciana deja una puerta entreabierta.
Nueva etapa
Aunque Anna abandone el ciclismo profesional, va a continuar ligada al deporte que tanto ama y que tanto le ha dado. La valenciana se va a dedicar a “la organización de carreras” y a “enseñar lo que he aprendido en el club que lleva ni nombre y en escuelas”.
“Me hace mucha ilusión. Me encantan los niños y ver la ilusión que ponen en cada carrera me encantaría poder ayudarles en todo lo que pueda”, incide.
Clubes y títulos
Desde que 2007 comenzara con el equipo Comunidad Valenciana, la de Genovés ha ido pasando por diferentes clubes: Safi- Pasta Zara-Titanedi (2009); Bizkaia-Durango (2010-2013); y Wiggle-High5 (2014-2017).
Diez años que le han otorgado muchas alegrías: Campeona de España en Ruta (2012 y 2015), Campeona de España Contrarreloj (2012, 2013, 2015 y 2016), participación en cuatro Giros de Italia, siete mundiales y unos Juegos Olímpicos (Pekín, 2008).
La máxima campeona nacional de la historia nació sobre una bici, y es que el ciclismo le corre por las venas. Su madre, propietaria de una tienda de bicicletas, su padre ciclista profesional. Era cuestión de tiempo que lograse todo lo que ha ido cosechando.
Asmática
Anna padece asma desde hace bastantes años, un handicap para cualquier deportista que se precie. Sin embargo es un dato totalmente desconocido para la mayoría que se estarán enterando a través de estas líneas que Anna es asmática.
“Al final es conocerte un poco, saber cuándo puedes y no plantarte los objetivos en función de las estaciones. Se trata de aceptarlo y organizarse en función del problema que tienes. Todo es cuestión de paciencia”, explica.
Juegos Olímpicos Río 2016
“Me habría gustado estar, pero ya estuve en Pekín así que para mí no es una espinita retirarme así porque hice todo lo que pude en todo momento. No salió y ya está, no le doy más vueltas”, afirma.
“Estoy contenta con la carrera que he llevado, me voy feliz con lo que he conseguido”, sentencia.
Momento más emotivo: Campeonato de España 2015
Para Anna esta competición ocupará un lugar privilegiado en su memoria para siempre, por la importante carga sentimental que conlleva. “Mi abuelo había fallecido hacía pocos meses y le prometí que le iba a dedicar una carrera”.
Vía crucis: 2007-2010
Pero no sólo de buenos momentos vive la trayectoria de un deportista profesional sino también de malos, porque se trata de una auténtica montaña rusa. Anna recuerda lo mal que lo pasó de 2007 a 2010 a causa de las constantes lesiones que padeció.
Unas lesiones que habrían tumbado a cualquier persona, incluso su padre le aconsejó que dejase el ciclismo. Anna se negó en rotundo, sacando las fuerzas de donde no las había. “No era mi momento, y por eso continué”, acentúa.
“Pasé tres veces por quirófano y fue muy duro. Siempre tuve claro que no quería que las lesiones me apartaran del deporte, quería decidirlo yo. Y me alegra que haya sido yo quien ha elegido el momento de dejarlo”, asevera.
Impagos y discriminación en el ciclismo femenino
Una de las épocas más convulsas que Anna tuvo que vivir durante su carrera deportiva fue una serie de impagos por parte del club lituano Safi- Pasta Zara-Titanedi, al que denunció pertinentemente.
“Es muy común este tipo de situaciones en el ciclismo femenino. Hay muchos equipos que por desgracia prometen y luego no pagan. Yo tuve suerte de gente que me apoyó y me ayudó a denunciar”, critica.
Su caso sirvió para abrir la vereda, alentó a otras féminas que estaban pasando por circunstancias parejas a denunciar para que se regularizara. De hace años a esta parte, según Anna cada vez se están haciendo más cosas aunque “la diferencia entre hombres y mujeres en el ciclismo continúa siendo abismal”.
“En el ciclismo femenino no hay sueldos mínimos, muchas chicas tienen que pagarse todo: viajes, bicicletas, etc. En invierno han de trabajar de otra cosa para en verano cuando empieza la temporada poder competir. Es deprimente”, reprocha.
Una triste realidad económica que desemboca en el estancamiento de la proyección de muchísimas grandes ciclistas, a las que le resulta del todo imposible continuar sosteniéndose con escasos recursos.
“Son ciclistas profesionales pero para mí esto no es profesional, porque no pueden vivir del ciclismo en absoluto. Muchas chicas con muchísimo nivel al final tienen que dejárselo por eso”, incide.
Evolución ciclismo
“Cuando era cadete, juvenil, había muy pocas chicas. Ahora hay más, al igual que equipos y patrocinadores. Va mejorando, pero falta todavía muchísimo por hacer”, subraya.
Proyecto FER
Durante varios años, Anna fue una de las privilegiadas que pudo contar con las becas otorgadas por el Proyecto FER. Un mecenazgo con el único fin de impulsar el deporte valenciano, y cuyos resultados son inmejorables.
Precisamente para la valenciana una de las soluciones, teniendo en cuenta la dificultad de encontrar sponsors en este deporte en comparación con otros, pasa por que más instituciones y empresas sigan la estela del proyecto encabezado por Juan Roig.
Promesas del ciclismo valenciano
El ciclismo valenciano goza de un estado de forma inmejorable. Cada vez son más los nombres que resuenan con fuerza tanto en el panorama nacional como internacional: Felipe Orts, Sebastián Mora, Sandra Alonso, Melisa Gómiz…
Anna ha querido detenerse en las chicas, a las que augura un futuro prometedor siempre y cuando haya patrocinadores que las apoyen y no les corten las alas.
“Son ciclistas muy jovencitas, con mucho talento y potencial. Ojalá tengan el apoyo suficiente para que sigan muchos años. Les deseo lo mejor, son el futuro”, apostilla.
Cómo le gustaría ser recordada
«Espero que me recuerden como una persona que he contribuido a dar visibilidad al ciclismo femenino y que he luchado para que se mejoren las cosas», concluye.
