Carlos Martínez
Repasamos y hablamos con la psicóloga deportiva Lorena Cos cómo pueden afectar a los menores los problemas de los padres con los entrenadores o árbitros.
Hace unas semanas, un triste vídeo se hizo viral a través de las Redes Sociales. En él podíamos ver a una persona agredir a un árbitro de baloncesto en un partido de categoría Cadete en tierras murcianas. La expulsión del entrenador desató la ira de esta persona que no dudó en saltar a la pista para encararse y poner contra la pared a un joven árbitro. Sin duda, una de las peores imágenes de este año 2019.
Por desgracia, no es tan raro ver este tipo de actos. Sí quizás por verlos en otros deportes que no sea el fútbol, lo que nos debe servir de lección. Por un lado, no generalizar con el deporte del fútbol. Y por otro, saber que se pueden vivir este tipo de situaciones en otras modalidades deportivas y, por supuesto, en otros aspectos de la vida.
Pasado un tiempo y apagado el ruido, en YoSoyNoticia.es queremos conocer desde un punto de vista mucho más psicológico cómo pueden afectar estas situaciones a los menores. Para ello, hablamos con Lorena Cos, psicóloga deportiva que trabaja para diferentes modalidades deportivas y en concreto, para el Sabadell CF.
Cuando haces deporte es porque lo pasas bien, pero estas situaciones pueden generar un bloqueo
Lo primero que tenemos que transmitir es que se debe diferenciar la figura del padre con la del entrenador. Y es que un pequeño desacuerdo entre ambos puede generar situaciones negativas: «Puede que, sin llegar a un momento de tensión pero haya un desacuerdo entre lo que dice el entrenador y el padre, puedes generar un bloqueo para el niño que ve la discusión«.
Evidentemente, la situación podría agravarse cuando llegan las agresiones. Por eso, Lorena Cos destaca la posibilidad de crear un bloqueo emocional: «Cuando los niños ven esas agresiones, esas aciones, se genera un impacto directo. Se supone que estamos siendo educados para que no haya violencia y cuando vemos a un padre ejerciendo esta conducta genera un bloqueo emocional».
Y esto puede ser el principio de un abandono por parte de los niños y niñas que hacen deporte: «Cuando vas a hacer deporte es porque disfrutas, te lo pasas bien… Pero cuando empiezas a entrenar y por culpa de entrenadores, compañeros o situaciones se crean momentos que te hacen no disfrutar, el deporte baja en tu escala de prioridades porque no vas a ir para sufrir. Y luego, si encima es tu padre o tu madre quien genera esa conducta te pone en una difícil situación. Tienes que escuchar comentarios de tus compañeros».
Los valores del deporte por encima de todo
Le preguntamos a Lorena Cos cómo se pueden evitar estas situaciones. La respuesta no es fácil. Al final, todos los actores que formamos parte del mundo del deporte debemos tener en cuenta diferentes aspectos. Pero sí reconoce que hay que recordar la importancia del deporte: «Para evitarlo, es importante relativizar la situación y sobre todo analizar qué es lo que ha estado mal. Habría que trabajar para potenciar los valores, no para poner parches que eviten que estas situaciones se repitan».
Los deportes no se convierten en agresivos cuando ocurren estas cosas. Por ello, esta psicóloga deportiva pone el énfasis en los valores que tiene el deporte por encima de todo: «Habría que potenciar esos valores porque cuando pasas estas cosas centramos el foco en lo negativo y no en lo positivo del deporte. Cuando se ha vivido violencia en algún ámbito deportivo, trabajaría con los más pequeños para resaltar lo que nos gusta del deporte, el porqué hacemos deporte y sus valores. Potenciar lo que nos tiene que enseñar«.
En concreto, el fútbol es el deporte que, por desgracia, da pie a vivir este tipo de situaciones. Pero todo tiene su explicación: «El fútbol es el deporte que más dinero mueve, que más interés genera. Si un padre quiere ver reflejado a su hijo a través del deporte quiere verlo a través del fútbol por todo lo que genera. Y eso puede llevar a la tensión que podemos encontrar. Y al final, todos pueden opinar de fútbol«.
Pero como la propia Lorena Cos reconoce, esto no es culpa del fútbol sino de todos: «Todos los actores tenemos algo de culpa. El ruido mediático, las leyes que han ido quitando peligros de los estadios pero no regulan al cien por cien estos casos, nosotros con nuestras reacciones… Realmente, todos le damos mucho más protagonismo al fútbol y todos queremos participar. Creo que tendríamos que concienciarnos todos de cómo influyen todos los actores en estas situaciones».
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