Manuel Pérez Esteve
La Unión Mundial de Billar (UMB) sancionará a todo jugador profesional que vaya a competir a la Liga Coreana sin poder participar en Copas del Mundo, Campeonatos de Europa ni el Campeonato Individual Nacional
El billar es un deporte puntero en Corea del Sur. Es por ello que están invirtiendo mucho dinero en formar una liga que reúna a los mejores jugadores del mundo. Entre esos jugadores se encuentran Javier Palazón, Carlos Anguita y David Martínez.
Los valencianos saben del potencial profesional que desprende el país asiático. Ya se han disputado varias jornadas de la liga y Javier está muy contento con el formato: “Corea del Sur es el mejor país en cuanto a calidad en el mundo del billar a tres bandas…
Se practica de forma profesional, y es una oportunidad para aprender y medirse con los mejores”.
Para Carlos no es extraña la inversión que se ha llevado a cabo en Corea, pues el billar allí es “como el fútbol en España”. Además, piensa que es una muy buena oportunidad para el crecimiento de esta disciplina: “Gracias a esta liga se ha profesionalizado mucho más este deporte, y podremos vivir de ello”.
Carlos Anguita con la vestimenta oficial de la Liga de Corea
La sanción
La Unión Mundial de Billar, encargada de organizar los Campeonatos del Mundo, de Europa y de dar validez a los Torneos Individuales Nacionales, opina de distinta forma a los jugadores que participan en la Liga de Corea.
Por la imposibilidad de llegar a un acuerdo económico, pretende sancionar a todos los jugadores que viajen a Corea con negar la participación de estos en los campeonatos que ellos organizan. Así pues, es una manera de presionar para llegar al acuerdo que más les conviene a ellos o, directamente, boicotear la competición coreana haciendo que los jugadores no quieran ir.
Para Javier, la vía coreana es la mejor opción: “Después de ganar el Campeonato del Mundo en junio me sancionaron con no poder volver a competir. Sin embargo, pienso que es un error de la UMB el no llegar a un acuerdo lo antes posible con Corea».
Es el mejor camino para darle más presencia a nivel mundial al billar como disciplina”, añade.
Javier Palazón compitiendo en la Copa del Mundo en Guri
Antes de conocer la sanción, Carlos ya se decantaba a favor de la liga asiática: “Creo que lo correcto es apostar por el Tour Profesional en Corea. Sin duda, supone un paso adelante en el crecimiento de nuestro deporte al existir una mayor profesionalización del mismo”.
Opiniones respaldadas por una carrera exitosa
Los tres jugadores de billar valencianos saben de lo que hablan. Sus trayectorias deportivas son más que suficientes para respaldar lo que piensan sobre la sanción impuesta por parte de la UMB.
Javier Palazón, curtido en mil y una batallas a sus 31 años, ya fue noticia hace poco más de un mes tras proclamarse Campeón del Mundo en Bélgica. Además, también ha sido Campeón del Mundo Absoluto, ha ganado dos medallas de bronce en los Campeonatos del Mundo y fue condecorado con la Medalla de Bronce al Real Mérito Deportivo.
Por su parte, Carlos Anguita, a sus 22 años, también posee una gran cantidad de trofeos. Entre ellos se encuentran el haber sido dos veces Campeón de España Sub 25, Campeón del Mundo Sub 22, Campeón de Europa Sub 21 y haber conseguido el bronce en el Campeonato de España Absoluto.
Además, los dos profesionales son amantes de la disciplina. Javier empezó a jugar a los ocho años porque su padre es socio del Club Billar Paiporta, y, desde entonces, después de que su padre le metiera en vena el billar desde bien pequeño, nació un amor que nada ni nadie ha roto hasta ahora.
Carlos lo tomó como un hobby a los 13 años, pero pronto iba a enamorarse del billar a tres bandas: “Me llamó la atención descubrir que existía una modalidad de billar en la que no habían agujeros, y que se premiara la creatividad a la hora de dibujar mentalmente el recorrido de tu bola para conseguir un punto”.
Ahora ellos van a abrir un camino que podrán recorrer en el futuro otros jugadores valencianos de billar. Cueste lo que cueste, y haya que asumir las consecuencias que vengan. Porque su pasión, compromiso y ganas de triunfar al más alto nivel en su deporte puede con la burocracia.
