Uiso Crespo
Vienen de proclamarse campeones del mundo por puntos en categoría júnior masculina piscina en Australia
Un club valenciano, modesto, que trata de buscarse un hueco entre los deportes más populares del momento con su apuesta firme por expandir una idea que nació hace seis años cuando se cerró la piscina de Catarroja por orden de la entonces alcaldesa, Soledad Ramón, debido a “problemas de seguridad”. Del tal forma que surgió el CESN Silla para dar cabida a todos aquellos nadadores que se quedaban sin competir.
Durante los primeros años los más mayores participarían en las pruebas bajo el nombre de Club Sirenas, hasta que el año pasado todos lo harían con el del Silla. Afortunadamente, tiempo después, la piscina se volvió a abrir y ahora los chavales pueden elegir destino.
Así el CESN Silla llegaba para apoyar a todos aquellos deportistas que se quedaban sin un lugar en el que entrenar. El club que comenzaría bajo la presidencia de Juan Fuster, que actualmente está más centrado en difundir los éxitos que están logrando muchos de sus deportistas para que la gente esté al corriente de los resultados y cada día tiene más faena porque las victorias llegan con una mayor transcendencia en el planeta.
Viajar a Australia para competir en un mundial es toda una proeza puesto que dicho estado vive el salvamento y socorrismo «como el fútbol en España«, según apunta Fuster. Se respira un aroma excelente que provoca que algunos quieran quedarse unos días más, como le sucede a veces a Javi Catalá, una competidor contrastado del club valenciano que siente una gran admiración por el país oceánico.
Hace apenas unas semanas, una serie de integrantes de esta «familia de deportistas» consiguió situar a Silla en el mapa del mundo con 7 metales y proclamándose campeones del mundo por puntos en categoría júnior masculina piscina. Una hazaña digna de unos verdaderos campeones.
Tres de sus deportistas, Iván Amillo Escobedo, Albert Mateu Planells y Raúl Marek Szpunar, demostraron una vez más que son presente y futuro del salvamento y socorrismo español al proclamarse campeones del mundo con la selección en 4×50 metros combinado junior masculino, junto a Ángel Fraga Regueiro.
Ahí no terminaron las alegrías, puesto que también se colgaron el bronce, con el mencionado Fraga, en 4×25 metros remolque de maniquí y en relevo 4×50 metros socorrista mixto. En esta última modalidad compitieron Iván Amillo y Raúl Marek Szpunar con María Eugenia Acebo y Miriam de Dios.
Hay que destacar también que Marek Szpunar se trajo los subcampeonatos del mundo de 50 remolque sin aletas y de 100 combinada. Por su parte, Albert Mateu fue plata en 200 supersocorrista batiendo el récord de España (2.15.84).
Además el club también se anotó el subcampeonato y el récord de España (1.13.67) en remolque sin aletas, unido a los bronces en relevo cuerda, relevo obstáculos y relevo combianda. En las dos últimas modalidades también marcaron el mejor registro nacional.
“Para todos los niños supone una gran ilusión porque los conocen y ven que ellos también pueden llegar en unos años. Además, lo bueno de este deporte es que al durar las pruebas un día entero hace que haya una mayor unión del club y vayamos todos”, cuenta Juan Fuster.
Son unos registros que animan a unirse a la fiesta de este gran deporte que poco a poco se va extendiendo. Sus entrenamientos físicos, similares a la natación y una parte más técnica para saber manejar el maniquí, además de coordinarse con las aletas y practicar las habilidades para el relevo, impulsan a que cada día sean más los chavales que quieran aprenderlo, tanto chicos como chicas.
Pese a todo el empeño que ponen y los grandes resultados que están acumulando reciben pocas subvenciones del ayuntamiento. Por esta razón el reto que se plantean los padres es poder encontrar la fórmula para poder ayudar con los gastos que conllevan sobre todo los viajes.
“Nos estamos moviendo para que se conozca al club y el deporte que abarca un gran número de competiciones para poder darles visibilidad. Todas las semanas hay alguna competición”, finaliza Fuster.
