Uiso Crespo
El barro, los obstáculos y un deporte técnico como el ciclocross son testigos de la experimentada trayectoria deportiva del valenciano Faustí Pérez que lleva desde la temporada 1989-1990 compitiendo en esta modalidad
Faustí es un apasionado del ciclismo que desde temprana edad comenzó a dar pedales, siempre con el entusiasmo y la tranquilidad que le caracteriza. Con el paso del tiempo quiso aventurarse en el ciclocross pero tuvo que esperar hasta la categoría élite para poder iniciar su andadura porque no disponía del material acorde a las características que exige esta especialidad. Sin embargo, tras regresar de la mili, pidió consejos para saber que bicicleta comprarse y se decantó por la que llevaba el sprinter neerlandés Mathieu Hermans. Una pieza que todavía conserva, aunque la tiene retirada.
Así fue como comenzó a forjarse la trayectoria deportiva del corredor español con más pruebas disputadas en el ciclocross. Esta locura dio el pistoletazo de salida en la temporada 1989-1990, pese a que en su periodo en el campo juvenil ya quería tener una primera toma de contacto con esta especialidad. En ella los participantes suelen adquirir habilidades técnicas y físicas que les permiten bajar mejor los puertos, entre otras funciones. Lo que puede ser una buena herramienta para mantener la forma en invierno, a otros les permite afianzarse en esta gran disciplina.
“Ahora los circuitos se conservan mejor, no hay tanto peligro”, recuerda con respecto a sus inicios. Esta es una de las razones por las que quiere continuar disfrutando de su gran afición, la cual le ha permitido disputar todos los campeonatos de España desde 2001 hasta la fecha, a excepción de uno al que no pudo asistir por motivos laborales. Esta implicación dice mucho de él.
«Es muy difícil no fallar ninguna temporada, pueden existir lesiones, que te cases… En mi casa lo llevan muy bien”. Su mujer al principio también competía pero luego se lo dejó. Pese a ello, el relevo generacional llegó con su hija Elena que siguió la tradición desde los cuatro años, y ahora que tiene 11 sigue disfrutando de lo lindo con las escuelas.
Ahora los circuitos se conservan mejor, no hay tanto peligro».
Una de las grandes ventajas que ofrece el ciclocross en la Comunidad Valenciana es que reúne a los participantes de todas las categorías autonómicas en un mismo circuito cada fin de semana, lo que garantiza la posibilidad de que todos puedan disputar el mismo día sus respectivas pruebas con rivales acordes a su edad. Él compite en Master 50 y su hija en alevines con la finalidad de disfrutar de cada carrera al máximo, más allá de los resultados.
Es muy difícil no fallar ninguna temporada, pueden existir lesiones, que te cases… En mi casa lo llevan muy bien».
Este último fin de semana se dio una circunstancia poco habitual, puesto que no pudo competir a causa de una lesión pero eso no fue impedimento para llevar a su hija y vivir una sensación diferente. “Fue la primera carrera que vi a mis rivales desde fuera, siempre había ido a correr”. Fue una circunstancia que le hizo sentirse diferente, aunque afortunadamente este fin de semana podrá correr en Mislata.
Le gustaría poder dedicarle más tiempo a su amado ciclocross pero sus obligaciones laborales limitan su disponibilidad para entrenar. Pese a ello, antes de regresar a casa le gusta darse una vuelta, aunque sea de 20 minutos, para poder liberar tensiones y sentirse ciclista. “Me desahogo y entro a casa nuevo como si hubiera recibido un masaje”. Al margen de ello, le gusta correr a pie y salir en bici los fines de semana o en verano. Precisamente aprovecha el periodo estival para disputar carreras populares.
Las temporadas van pasando pero su motivación no deja de incrementar porque realmente siente vocación por lo que hace. “Cada año que pasa tengo más ilusión por correr, competir, prepararme…”. En Sueca cada vez hay mayor afición al ciclismo y eso se nota a la hora de vivir este deporte con intensidad.
