El Fénix Manises, en busca de una nueva vida: «Sabemos que podemos sobrevivir si todos hacemos un esfuerzo» | Yo soy noticia

La nueva normalidad en esta vida marcada por la pandemia del coronavirus COVID-19 parece estar asimilada y aceptada. Poco a poco y afortunadamente, la sociedad comienza a caminar en esta nueva vida, aunque algunos les está costando más que a otros como era de esperar. Y esto, por desgracia, también pasa en el mundo del deporte.

Mientras unas modalidades deportivas están regresando ya a la actividad competitiva y otras se preparan para ello, muchas otras están en busca de soluciones o tirando de parches temporales para sacar adelante la temporada. La evolución de la pandemia, los focos de contagio o la peligrosidad en plano COVID-19 de un deporte puede echar para atrás cualquier vuelta. En el caso de la natación y del Fénix Manises, el no poder entrenar en su piscina de siempre se debe a la precaución.

Los técnicos del Ayuntamiento de Manises tomaron la decisión de no abrir sus piscinas dejando al Fénix Manises sin posibilidad de volver al agua. Ahora, el club cuenta con el apoyo institucional y busca de la mano de la Federación de Natación de la Comunitat Valenciana una solución definitiva. Hoy, en YoSoyNoticia.es conocemos de primera mano cómo está siendo esta nueva vida para el Fénix Manises. Su director técnico Paco Artal comparte el día a día y los pasos a seguir de la entidad valenciana.

Somos un club pequeño, pero tenemos nadadores y tenemos escuela. Necesitamos un sitio para entrenar

La situación del Fénix Manises empieza a tambalearse cuando, a finales de agosto, la instalación de la localidad de Manises comunica que no va a poder abrir esta temporada: «Conseguimos funcionar en junio y julio gracias a la piscina de Benimámet que gestiona la Federación. Pero, en base a unos daños estructurales, se nos informa de que no podremos volver a Manises después de agosto. Ahí es cuando nos vemos en una situación complicada para sobrevivir. Necesitamos un sitio para entrenar».

Ese sitio, al menos de momento, sigue siendo el de Benimámet. Eso sí, el cambio de localidad ha generado otros imprevistos: «Casi todos los nadadores son de Manises. Muchos son jóvenes y no tienen posibilidad de venir a Benimámet porque tienen que depender de los padres. Además, a los niños de la escuela tenemos que decirles que este año tienen que desplazarse para seguir entrenando. Hemos perdido unos 8 nadadores. Tenemos ilusión, pero vamos apurados«.

Y es que, aunque parezca una cifra pequeña, perder a 8 nadadores significa perder unos ingresos que pueden llegar a ser clave: «Son cuotas que dejamos de ingresar. Entre las subvenciones y las cuotas salen los alquileres de las calles, los salarios, los gastos arbitrales, los desplazamientos a los campeonatos. Hay una serie de gastos que cubrimos con las cuotas. Ahora nos estamos adaptando, modificando los sistemas y los horarios de entrenamiento».

La Federación y Manises, en busca del acuerdo definitivo

Pero nadie está dejando solo al Fénix Manises. El ayuntamiento de la localidad se está volcando para que todo llegue a buen puerto. De hecho, se está personificando en las reuniones con la Federación de Natación: «Los motivos precisos de la decisión del cierre los desconocemos, pero quienes la toman son técnicos especialistas en esto. No cierran porque les dé la gana. Creemos en su explicación. Además, nos están dando apoyo buscando una alternativa económica para costear estos meses y el concejal está reuniéndose con la Federación».

En esas reuniones se pone encima de la mesa a lo que puede llegar tanto ayuntamiento como federación y como Fénix Valencia. El objetivo es entrenar de manera definitiva en Benimámet hasta que abra de nuevo la piscina de Manises: «Esta federación no iba a dejar a nadie tirado y ya ha facilitado los entrenamientos de otros equipos. Ahora, tenemos que presentar el proyecto para recibir el apoyo económico desde Manises y una vez lo tengamos, presentarlo a federación para buscar un equilibrio y poder alquilar las calles».

Tal es la confianza en ambos entes, que el Fénix Manises no ha dudado en aprovechar las instalaciones de Benimámet desde ya: «Confiamos mucho en la palabra del ayuntamiento. La tenemos y es muy importante, al menos para mí. Entre lo que podamos recibir y las cuotas que tengamos, sabremos cuánto podemos gastar. Sabemos que podemos sobrevivir si todos hacemos un esfuerzo. Estamos en esas negociaciones para encontrar las fórmulas de pago y sobre todo llegar a un acuerdo».

No puedes perder ni un minuto haciendo bromas

Mientras tanto, el Fénix Manises sigue adaptándose a los nuevos entrenamientos: «Tienes que plantear sesiones más efectivas, centrarte más en el trabajo específico. No puedes perder ni siquiera un minuto de los entrenamientos haciendo una broma. Pero, por fortuna, muchos nadadores tienen una base grande y te permiten trabajar más centrados en la intensidad del ejercicio. Ahora, los sábados hacemos fuerza en la playa».

Y entre reuniones, entrenamientos y desplazamientos, Fénix Manises es un ejemplo más de cómo pueden llegar a sufrir los deportes minoritarios: «Mientras los clubes dependan de instalaciones gestionadas de manera privada, va a ser todo muy difícil. En Manises siempre han trabajado para que la empresa mantuviera nuestro acuerdo. Pero hay otros que no tienen tanta suerte. Y, por si fuera poco, ahora hace falta el doble de espacio que a su vez es el doble de gasto».

Por suerte, la vida del Fénix Manises no corre peligro gracias a un ayuntamiento que apoya desde el principio y gracias a una federación que está más involucrada que nunca con su deporte. En Benimámet o en Manises, pero la natación seguirá siendo para el Fénix.

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