Carlos Martínez
Conocemos a la Federación de Deporte Adaptado de la Comunidad Valenciana (FESA) con su director técnico, Gabriel Melis, para descubrir a esta federación pionera.
Afortunadamente, el deporte adaptado cada vez es más importante en la sociedad. A través de una función de concienciación social grande por todas las partes y con el repunte gracias a la película ‘Campeones’, el deporte adaptado está cada vez más normalizado. Pero, para llegar donde estamos ahora, ha habido un camino largo y duro que recorrer. Y ahí es donde juega un papel muy importante la Federación de Deportes Adaptados de la Comunidad Valenciana (FESA).
Su nacimiento en el año 1994 supuso un primer paso hacia la consolidación de los deportes adaptados en España. Pero, la diferencia de FESA, fue aglutinar varias discapacidades dentro de una sola federación. Atrás quedaban las entidades dedicadas a promocionar el deporte sólo para un tipo de discapacidad. Todo quedaba reunido dentro de una federación que, afortunadamente, sigue igual de sana hoy que hace 25 años.
Para conocer más a fondo la historia, visitamos la sede de FESA en Valencia. Allí nos espera Gabriel Melis, director técnico de la Federación, para contarnos cuáles son las funciones, cómo se vive desde dentro el crecimiento del deporte adaptado y la importancia de la ayuda del sector privado para que todos los eventos, como la Copa del Rey de Baloncesto en Silla de Ruedas, salgan adelante.
De hecho, esta historia nos hace viajar hasta el año 1994, año en el que nace FESA y se convierte en pionera: «Desde su creación en 1994, en la Ley del Deporte se incluyó que debía haber una federación que englobara discapacidades físicas y paralíticos cerebrales, discapacidades sensoriales y discapacidades fisiológicas. Los cuatro primeros sí tenían una vía federativa, los discapacitados fisiológicos no. Pero aquí en la Comunitat creamos una federación que englobara todo. Fuimos pioneros«.
El funcionamiento de FESA no cambia, en esencia, con el de la con la Federación de Baloncesto o de Fútbol, aunque sí lo hace si hablamos de prácticas deportivas: «La diferencia es que FESA tiene muchas modalidades deportivas y colectivos con necesidades muy diferentes. Tenemos una población dispersa, zonas en las que no tenemos clubes o gente afiliada. Organizar un grupo o un club que aglutine las necesidades no es fácil. Atendemos a un 3% de la población. Esta es la principal complicación».
El deporte adaptado es un gran desconocido
Si algo está cambiando en los últimos años de cara al deporte adaptado es su visibilidad. El apoyo de empresas privadas como CaixaBank o la concienciación social están dando un plus, aunque sigue siendo insuficiente: «El deporte adaptado sigue siendo desconocido para la mayoría de la población. No es fácil que encontremos clubes en algunas zonas determinadas«.
Es ahí donde entra la figura de la Federación, que ejerce como nexo o hilo conductor: «En algunas ocasiones, las asociaciones se ponen en contacto con nosotros y vamos a la zona en concreto para presentar nuestros deportes. Hay zonas donde generamos escuelas deportivas y, a partir de ahí, das la alternativa de que se pueda practicar deporte. En otras zonas, son los entrenadores o dirigentes locales los que ponen en marcha sus clubes propios».
Esos clubes propios surgen, en muchas ocasiones, tras el trabajo de FESA en las escuelas: «Una gran parte de nuestra acción está en el deporte base, en las escuelas. En la Comunitat tenemos alrededor de 400 beneficiarios en las escuelas que desarrollamos, gracias a convenios con diversos ayuntamientos y otras entidades».
«Otro programa que ayuda mucho al acercamiento al deporte es el programa ‘HospiEsport’, un programa donde promocionamos la actividad física en centros de salud y en hospitales para que las personas con discapacidad allí atendidas tengan la actividad físico-deportiva como una herramienta de readaptación funcional, calidad de vida y de reinserción en la sociedad».
El cambio en la sociedad, fundamental en el crecimiento del deporte adaptado
Melis llegó a FESA en el año 1996 y ha vivido y está viviendo todos los cambios tanto a nivel deportivo como a nivel social en relación al deporte adaptado. Por eso, buscamos la opinión dentro de FESA sobre la relación entre este deporte y la sociedad: «Ha habido un cambio que es innegable, sobre todo en la visibilidad. Los reportajes sobre Juegos Paralímpicos han servido de ayuda, aunque sean solo cada cuatro años. Pero esto cuaja muy lentamente».
«La sociedad ha cambiado. Antes, un técnico de deporte adaptado venía a FESA, se formaba aquí con los cursos y no había otro sitio en el que hacerlo. Las escuelas de magisterio y de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte no tenían formación en deporte adaptado. Ahora mismo, la gente en TAFAD o carreras sobre la Educación Física tiene su espacio en relación al deporte adaptado y se ha generado una cultura del deporte inclusivo».
La unión entre concienciación e información ha permitido que el deporte adaptado tenga su lugar de relevancia en la sociedad. El ejemplo más reciente lo tenemos en la celebración de la Copa del Rey de Baloncesto en Silla de Ruedas, aunque todavía queda mucho por hacer: «Pese a todo, somos unos grandes desconocidos aún y esa función de promoción no se va a acabar».
Precisamente, en esa Copa del Rey no hubo un equipo valenciano, algo que falta desde la desaparición del Rangers en 2016. Y es que, para mantener un club en la élite hacen falta muchas cosas: «Mantener un deporte de equipo supone no solo tener sillas o entrenar, tiene que ir gente que pueda integrarse, que no se desmotive… Hacen falta recursos económicos y recursos personales para poder generar cantera. Se necesita un grupo de gente que tenga una discapacidad similar y un gusto por ese deporte, que no siempre se encuentra».
Desde entonces, FESA se marcó como objetivo recuperar en baloncesto en silla de ruedas en la sociedad valenciana. A través de los premios Emprén Esport de la Fundación Trinidad Alfonso comenzaron los clínics y las sesiones para entrenadores, jugadores y jugadores y árbitros para la formación en este tipo de deporte. También se usa Castelló como ejemplo al tener dos clubes en la provincia y el CB Petraher, que reúne a exjugadores de Rangers y que lucha para recuperar el protagonismo del extinto club.
La importancia del sector privado para consolidar el deporte adaptado
Además del cambio en la sociedad, muchas empresas de gran tamaño han mejorado su Responsabilidad Social Corporativa apoyando este tipo de actividades. CaixaBank es uno de los mejores ejemplos al apoyar no solo la Copa del Rey de Baloncesto en Silla de Ruedas, sino el deporte adaptado en general: «A través de su Fundación, CaixaBank sigue apostando por el deporte adaptado. Es importante que aparezcan empresas así. Es necesario porque es inviable gestionar todo esto única y exclusivamente del dinero público o de las aportaciones de los socios».
Más allá de las empresas, que clubes valencianos importantes como Valencia Basket muestren su apoyo ayuda a la consolidación del deporte adaptado: «Que haya clubes grandes en su deporte, como el Levante, el Hércules, el Barcelona o Valencia Basket que tengan su mirada puesta en el deporte inclusivo da una visibilidad espectacular. L’Alqueria del Basket, en este sentido, genera grandes sinergias y una repercusión importante en las actividades que allí se llevan a cabo».
Cerca ya de finalizar nuestro camino por FESA, buscamos conocer cómo es el futuro del deporte adaptado: «Quedan muchas cosas por hacer y cada vez existen más colectivos que se incorporan a promover la actividad física adaptada o la concienciación social. Ya no es solo una federación que trata de acercarse a una localidad a promocionar el deporte adaptado. No te sientes tan solo. Ya hay muchos actores: empresas privadas, universidades, asociaciones…».
Fotografías cedidas por FESA.
