Valencia es uno de los puntos de referencia del hockey a nivel nacional. La cantidad de equipos repartidos por diferentes categorías entre diversos clubes hacen ver el crecimiento de este deporte en la provincia y, más concretamente en la propia ciudad. El ejemplo claro de este avance hacía el éxito y la élite es el Club Deportivo Giner de los Ríos. Todo empezó en el año 1993 de la mano de Chema Server, que junto a las Escuelas Deportivas Municipales en el Colegio Público Giner de los Ríos situado en el barrio de Campanar de Valencia, decidieron poner la semilla para la fundación del club.
Desde la fecha hasta el día de hoy, el Giner de los Ríos ha ido consolidándose como uno de los clubes de referencia a nivel autonómico, pero también nacional. YoSoyNoticia.es visita las instalaciones de Beteró, lugar de entrenamiento del equipo, para conocer de cerca el club, su trabajo a la hora de entrenar y hablar con sus protagonistas.

Construcción de la nueva tribuna en las instalaciones de Beteró.
Actualmente, el club tiene a sus dos equipos senior (masculino y femenino) en la categoría de plata del hockey español, en la División de Honor B, con todo lo que ello supone a nivel de desplazamientos, competitividad y exigencia en los entrenamientos. Aspectos que se pueden comprobar en una tarde de entrenamiento en Beteró.
Nos recibe Jose Cobo y Diego Mateu, presidente y expresidente, respectivamente. Aunque lo primero que quieren dejar claro ambos es que «el presidente es solo una palabra. Aquí somos todos los que gestionamos en un grupo de 15 o 20 personas que siempre estás con todo. Lo de ser presidente es porque alguien tiene que seguir con la filosofía que hemos llevado toda la vida». Son palabras de Jose Cobo, que lleva como presidente desde hace tan solo unos meses, cogiendo el relevo así de Diego Mateu. Ambos son padres de jugadores, por lo que la unión familiar va más allá de compartir casa y se extiende al propio club.
Es algo común en Giner de los Ríos. De hecho, aquel miércoles entre semana de visita a un entrenamiento, los padres de los jugadores y jugadoras, que también son directivos del club, están presentes en el mismo.

De izq. a der. Antonio Muñoz, Mariajo López, Diego Mateu, Amparo Núñez, Victoria Peinado y Jose M. Cobo.
Una extensa unión familiar
El unión familiar en el club es tal que el presidente tiene hasta tres familiares entrenando. Sus hijas Natalia y Lucía y hasta su sobrina, Eva Coronado, que es portera. Mientras hablamos con Jose sentados en una de las gradas del campo, conocemos de forma indirecta a aquellas personas que trabajan diariamente para llevar a cabo todas las gestiones necesarias en el club. Hablamos de Juanjo, el delegado del senior masculino y responsable de equipaciones; de Ester, la secretaría y expresidenta; o Carlos Lerin, encargado del alquiler de furgonetas para los desplazamientos. «Para él todas las semanas es un suplicio», apunta Jose.
«Es un círculo, pero estamos todos en el mismo sitio. Si no aportamos todos, el club sería inviable. A nivel personal tiene que ser tan importante como a nivel deportivo. Si solo te centras en competir y dejas de lado que la gente esté contenta, no queda nada…», explica Jose de forma sincera.

Sergio Gea y Jose Cobo.
En total el club cuenta con 138 fichas. «Somos un club pequeño. Para nosotros es muy importante estar compitiendo en nacional. Y desde la parte social, es la política que hemos llevado siempre: Lo más importante es que la gente esté a gusto por encima de todo«, explica Jose. Mantener los dos equipos en la categoría de plata es fruto de mucho esfuerzo y sacrificio.
Ante la gran competencia de clubes de hockey que hay en Valencia y provincia, Jose destaca que en Giner de los Ríos se trabajan en detalles específicos que les diferencian: «Los esquemas de juego son muy parecidos en este club. Aquí hay que hacer mucho hincapié en los entrenadores. Se consiguen hacer muchas actividades específicas, mejoras en el juego, etc. Y los jugadores agradecen que te fijes en ellos y les corrijas».
«Terminas un partido que coinciden chicos y chicas y se juntan para cenar o para hacer algo. Y eso para nosotros es muy importante»
También es importante lo que pasa fuera de los entrenamientos y partidos: «Terminas un partido que coinciden chicos y chicas y se juntan para cenar o para hacer algo. Y eso para nosotros es muy importante. Al final, somos un gran grupo entre todos«. Ejemplo de unión y de buen grupo es la integración de la portera holandesa, que tan solo tiene 17 años y está de Erasmus en Valencia. «Es muy buena. Sus padres vienen a verla cada fin de semana», apunta Jose orgulloso.

Equipo senior masculino
Gran proyección deportiva
También, YoSoyNoticia.es se acerca a conocer y a hablar con los protagonistas del ambos equipos. Desde la posición de banquillos donde nos encontramos, el femenino entrena a la derecha en un grupo muy numeroso (entre unas 20 y 25 jugadoras) y el masculino, a la izquierda. Pablo Montoro es el primer entrenador del seniors femenino. Su trayectoria jugando en el Sanse Complutense y consiguiendo ser tercero de Europa en hockey sala, le avala.
«El club es muy familiar. Los entrenamientos de los lunes son más técnicos, los miércoles más intensos y los viernes más tácticos ya de cara al fin de semana. Yo siempre he tenido el listón alto y les intento transmitir que cuanto más arriba, mejor. Ganar los partidos es muy difícil porque el último puede ganar a la última y viceversa», comenta.
«El hockey es un hobby, pero yo se lo transmito como si fuera un trabajo»
Con respecto a las jugadoras, en una plantilla que tiene una media de edad de 22 años, Pablo explica que «tienen que organizarse muy bien. Si no acompaña a nivel académico vienen menos y tienen que estudiar más. Y también el trabajo… Somos una familia e intentamos nutrirnos de todo esto. Pero de esto no puedes vivir. Es un hobby, pero yo se lo transmito como si fuera un trabajo».

Pablo Montoro
Carmen Varea interrumpe por un momento el entrenamiento para contarnos cuál es su dinámica en el club. Tiene 25 años y estudia cuarto curso de Odontología por las mañanas y, por las tardes, al acabar de estudiar, entrena. «Me sirve para desconectar. Es el momento del día para liberar la mente», apunta. «Somos bastantes este año, unas 25 en cada entrenamiento, aunque para los partidos la convocatoria es de 18 personas», añade.
Carmen empezó jugando al hockey a los 4 años en su colegio, el Rafael Altamira, en el Barrio de la Luz de Valencia. «Me pasé de la gimnasia al hockey, hasta hoy», explica. Y justo también aquí encontramos otro ligazón familiar. A la otra parte del campo está entrenando Juan Carlos, su hermano de 27 años. Les llamamos para una foto:

Carmen Varea y Juan Carlos Varea.
Y nos quedamos en el equipo masculino. Alejandro Pitarch tiene 28 años y es el capitán del seniors masculino. Jugó dos años en el Junior en Barcelona y Canarias, para volver a recalar en el club de su vida: el Giner de los Ríos. «Este es un club más pequeño y nos conocemos todos. En Barcelona conocía a los del equipo y ya está. Llegas los lunes aquí y conoces hasta los padres«, comenta feliz.
Con respecto al futuro profesional en el hockey, Pitarch explica que «es imposible vivir de ello aquí en Valencia. Tal vez en Madrid o Catalunya mientras juegas, sí. La motivación la encuentras en que te gusta esto. Es una pena, porque al final gente muy válida para el deporte se lo tiene que dejar por trabajo«. Alejandro también combina los entrenamientos y partidos con la preparación de la oposición a Policía Nacional.

Alejandro Pitarch
Justo antes de marcharnos aparece Llorens Vizcaíno, el físio del equipo, que va a tener trabajo para atender una lesión en el equipo masculino. Llorens viene todos los lunes a hacer una parte regenerativa y los miércoles a trabajar la parte de fuerza. Tiene 29 años y antes fue jugador del Giner hasta los 18 años. El motivo: «Me reventaron el dedo jugando. Estoy vinculado con esto y son todos mis amigos. Tienes una ilusión dentro por nuestro club día a día».
El CD Giner de los Ríos entrena y compite de forma intensa cada día, pero siempre con las palabras unión y familia por bandera. Con ese lema y objetivo seguirán consiguiendo grandes cosas.