Juan Miguel Valles, el ‘Niño’ campeón de España al que un cartel cambió la vida en el deporte | Yo soy noticia

Suyas fueron dos medallas en el Campeonato de España de Grappling y Gi-Grappling que siguió LaLigaSports, marcando el camino a las jóvenes generaciones de una disciplina que lucha, y nunca mejor dicho, por llegar en un futuro cercano a unos Juegos Olímpicos.

Doble éxito

Rememorando lo conseguido el pasado finde todavía se emociona y se le nota la ilusión a nuestro protagonista. Roza los 40 años y lleva con los deportes de contacto (además del grappling es cinturón negro de judo) desde que era un tierno adolescente de 13 años, pero la ambición y las ganas de competir nunca se han ido. Es más, han crecido ya que ahora puede ser un referente y espejo en el que se miren sus hijos.

 

De ahí, como reconoce, que “casi me ha hecho más ilusión poder tener a mi familia cerca de este Campeonato de España, viéndome en directo, que las dos medallas obtenidas”.

Quiero dedicar estas medallas, por el apoyo recibido para poderlas hacer realidad, a mi mujer Lorena”, añade el miembro del Club de Lucha Valencia, uno de los más antiguos en la ciudad.

Se llevó el oro en Gi-Grappling (modalidad vinculada al jiu-jitsu brasileño y donde los luchadores portan kimono) y la plata en Grappling, modalidades incluidas en la Federación Española de Lucha y reconocidas por el Consejo Superior de Deportes español (CSD). Un deporte dinámico y que a algunos se les puede asemejar a la lucha olímpica y grecorromana que vemos en los Juegos y a nivel universitario en Estados Unidos, pero que requiere de una mayor técnica y entra más por los ojos de un espectador que disfruta de la vistosidad del grappling.

Es ese aumento de notoriedad y de practicantes lo que espera aprovechar una Federación Española de Lucha, y también protagonistas como Juan Miguel Valles ‘Niño’, para que en breve el grappling sea deporte olímpico.

Mientras eso llega, nuestro doble medallista valenciano disfruta con su práctica y con la competición, además de ser el vehículo con el que recordar a sus hijos que en el deporte, como en la vida, unas veces se gana y otras se pierde. Pero rendirse no es una opción, y seguir adelante siempre es una obligación. “Ellos vienen y entrenan conmigo cuando les apetece, y sobre todo saben que hay que seguir adelante pase lo que pase”.

Van Damme, Seagal y un líbero que no dejaba pasar a nadie

Aunque para entender el presente tan exitoso de Juan Miguel Valles hay que remontarse a principios de los 90, a una época anterior a internet en los domicilios de la gente. Cuando el boca a boca y los carteles en la calle lo eran todo publicitariamente hablando fuera de la tele, la radio o la prensa escrita.

Ahí fue cuando un adolescente que jugaba de líbero en el Vallejo, club que se desempeñaba debajo de las Torres de Serrano de València, y cuyo atrevido carácter le hacía sentirse seguro y confiado de sus habilidades dentro del campo, leyó un desafiante mensaje en un cartel ubicado en la zona donde ellos entrenaban. ‘Si te crees muy duro, ven a probar’, o algo así rezaba el panfleto según recuerda Juan.

El final de aquel camino estaba en la calle Bilbao de València, en un gimnasio donde se practicaban artes marciales y que pasó a ser ya su segunda casa. Un entorno de ‘tipos duros’ como los admirados Jean-Claude Van Damme y Steven Seagal, los que por aquel entonces deleitaban a millones de fans del cine de acción en todo el mundo. Y la capital del Turia, con chavales como nuestro protagonista, tampoco escapaba al embrujo de las disciplinas de autodefensa y lucha.

De ahí a estar ahora cada vez más cerca de cumplir 30 años vinculado a este mundillo, donde su nombre no es uno más. No en vano, hablamos del único luchador español que se ha medido con un miembro de la familia Gracie, de origen brasileño y culpables de haber dado forma a lo que hoy millones de personas conocen como el jiu jitsu brasileño. Fue en Abu Dhabi, en un torneo auspiciado por un jeque local y donde algunos de los mejores del mundo en este arte se enfrentaban por un título.

Al más puro estilo de películas míticas de Van Damme como ‘Contacto Sangriento’ o ‘The Quest’, aunque sin la sangre y malvados rivales que en estas cintas podíamos visionar los fans de los 80 y 90. Y Juan no solo acudió una vez, sino que hasta en dos ocasiones, cuando era muy joven, pudo acudir a citas de tanto prestigio en su deporte.

Ejército, lesiones y un futuro para el grappling valenciano

Hoy en día debe compaginar sus clases a los alumnos que acuden a aprender de él hasta el centro ‘SportGym 22 de Bétera con su trabajo en el ejército, concretamente en la Unidad Militar de Emergencia (UME). Sin olvidar las obligaciones familiares del día a día, y las urgencias que puedan surgir en una profesión donde el teléfono puede sonar en cualquier momento para requerir con urgencia sus servicios y los de sus compañeros de unidad.

Pero está feliz, retomando una actividad deportiva y competición que tuvo que poner en ‘stand by’ durante 12 años mientras estuvo en Operaciones Especiales del Ejército. Las lesiones de menisco o rodilla también se han cruzado en su camino, pero no han sido obstáculos insalvables para esta referencia autonómica y nacional del grappling y Gi-Grappling en categoría Senior Adulto y Veteranos.

“Las clases que doy, y estar cerca de mis alumnos es lo que también me motiva a seguir en la brecha”, reconoce. Algunos de ellos ahora vuelan solos y son referentes en esta especialidad, dotando de un gran nivel a una Federación Valenciana de Lucha que es potencia nacional. “Hay cantera y futuro dentro del grappling valenciano”, asegura Juan sobre esta rama de la lucha.

Nuevas generaciones que aún observan con atención y mucho interés lo que hacen veteranos como él, cuya próxima parada puede estar en el Mundial de finales de año. Ese es el próximo desafío que se marca y para el que aún debe obtener la plaza, aunque no se pone límites y si es junto a su familia para disfrutar y aprender de la experiencia, mejor que mejor.

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