Adrián Rubio
El club valenciano, que milita en la tercera categoría del waterpolo español, afronta este sábado 24 de abril (a las 18:00 horas en la piscina del Polideportivo de Nazaret) una finalísima para acercarse un poco más al ascenso.
Aguarda un durísimo y complicado choque contra el CN L’Hospitalet catalán, un potente rival que va líder y solo ha perdido un encuentro hasta la fecha, al que deben ganar y además con condicionantes: no pueden perder ninguno de los cuatro cuartos en los que consiste el partido, y además deben imponerse por al menos 3 goles de diferencia en el marcador cuando concluya el partido para así quedarse con el ‘goal average’ particular.
El Waterpolo Turia comienza la Fase 2 de la liga nacional con victoria en Madrid
Solo así accederían a una de las dos plazas que dan paso a jugar la promoción de ascenso de 2ª a 1ª Nacional, que este año de pandemia todavía se ha puesto más cara para los equipos como el Waterpolo Turia que vienen de abajo: no toca cruzarse contra el último o penúltimo de la categoría superior, sino contra un rival todavía mejor posicionado por aquello de la compleja reordenación de las categorías a lo que ha obligado el virus.
Como se puede comprobar, si el Waterpolo Turia asciende este curso (el pasado ya se quedó a las puertas de llegar a la última ronda, perdiendo el partido anterior al parón por el confinamiento que dio por concluida la liga y que a ellos les descabalgó de la pelea por una de esas dos primeras plazas, que habían ocupado hasta poco antes de esa inolvidable fecha del mes de marzo del 2020) será después de haber representado un David vs Goliath en toda regla. De esa forma, acompañaría a otro equipo de la Comunitat Valenciana, el Club Waterpolo Castelló, que por cierto ha logrado la hazaña de salvarse en su estreno en la segunda categoría nacional.
Palabra de capitán
Cuando hablamos con proyectos como el Waterpolo Turia, en un deporte que no es tan mediático como otros, podemos dar muchas vueltas en el debate alrededor siempre de la misma idea: faltan más apoyos institucionales y privados. Más patrocinadores y sobre todo tiempo y espacio en las piscinas, el elemento clave para lograr un mejor y más rápido crecimiento de proyectos como el que nos ocupa.
Esto marca diferencias, y es algo que tienen mucho más asumido y arraigado en lugares como Cataluña o Madrid, donde están los clubes punteros de la División de Honor, el techo al que los mencionados Waterpolo Castelló o Waterpolo Turia les gustaría llegar con paciencia y buena letra.
Precisamente ahí, a principios de siglo, estuvo el histórico y ya desaparecido Aguas de Valencia, un proyecto de esos que surgían cuando se ‘ataban los perros con longaniza’. Cuando sobre todo el dinero público fluía en masa, posibilitando que una región como la valenciana se pudiera codear en la élite con los mejores y además jugando Copa del Rey y playoffs por el título. Eso ahora parece ciencia ficción, la prehistoria, pero lo vivió desde dentro un Pablo Álvarez que aunque en la actualidad capitanea a sus 35 años al pujante Waterpolo Turia, por aquel entonces era un pipiolo que alucinaba viéndose en el máximo nivel de su deporte.
Estabas orgulloso de jugar con los mejores y te sentías realizado, pero a día de hoy todavía te sientes más realizado al estar en un proyecto con chavales de la casa, valencianos y a los que ves crecer día a día»
«De un día para otro nos quitaron la financiación y todo se vino abajo, de estar con los mejores bajamos a Segunda directamente por temas de impagos y otros problemas. Estabas orgulloso de jugar con los mejores y te sentías realizado, pero a día de hoy todavía te sientes más realizado al estar en un proyecto con chavales de la casa, valencianos y a los que ves crecer día a día», señala Pablo, quien tiene claro que quizá no se consiga esta temporada, pero que solo es cuestión de tiempo que la ciudad de València vuelva a estar entre los mejores del waterpolo patrio.
«Entrenamos como bestias para llegar y seguro que se logrará subir. Es el camino que debe seguir el Turia», añade Pablo sobre el proyecto que él capitanea dentro del agua, con el entrenador Vicente Furió como otra figura a la que no conviene olvidar.
Tienes más sentimiento de pertenencia, te satisface el doble cuando consigues algo»
Pablo cree que este grupo de chicos que él tan bien conoce y con el que convive a diario, un vestuario sano y formado por un 95% de jugadores de la casa que pagan su cuota como cualquier otro (en el Waterpolo Turia todos pagan, aquí no cobran ni los fichajes de fuera de València), está destinado a hacer grandes cosas para el deporte valenciano. Así lo siente porque lo ve con sus propios ojos. «Subirá por la ambición y las ganas de trabajar que tenemos en el grupo», remarca, apuntando a la pasión y enorme satisfacción que generaría lograr algo así con menos recursos económicos que en la época dorada. «Tienes más sentimiento de pertenencia, te satisface el doble cuando consigues algo».
La competitividad hace crecer al waterpolo valenciano
El Club Waterpolo Castellón la próxima temporada volverá a llevar la bandera de la Comunitat Valenciana por las piscinas de 1ª Nacional (el segundo escalón), y a ellos quiere sumarse el Waterpolo Turia que ahora estamos analizando con su capitán Pablo Álvarez. Este sábado 24 de abril, en Nazaret, deben dar el primer y crucial paso para lograrlo ya este mismo año, pero como también estamos viendo, no hay prisa porque saben que el proyecto que tienen entre manos está diseñándose para contener en el futuro alegrías de este estilo, con independencia del momento en el que lleguen.
El waterpolo valenciano está de dulce: “Trabajamos cada día para ver al equipo en primera división”
También hay lugares como Godella que siguen creciendo, y muchos más que están contribuyendo al despegue del waterpolo de clubes así como de las selecciones valencianas. Cada vez hay más fichas y de la cantidad debe ir viniendo la calidad, es el paso lógico y natural. Si a eso las instituciones suman una decidida colaboración que además atrae algo más de inversión privada, tendremos la receta que nos acercará a las regiones que son potencia en España. Lugares como Cataluña, que atesoran la tradición y espacio en las piscinas que Waterpolo Turia anhela.
Sobre todo nos faltan infraestructuras. Ahora mismo tenemos solo 2 calles para una categoría en Nazaret y ellos tienen una piscina, mucho más espacio y tiempo»
«Sobre todo nos faltan infraestructuras. Ahora mismo tenemos solo 2 calles para una categoría en Nazaret y ellos tienen una piscina, mucho más espacio y tiempo», recalca Pablo, quien compagina el deporte que lleva practicando más de 20 años con su trabajo diario en el Puerto de València.
Apunta a las gradas llenas (cuando no había pandemia), a lo involucrados que están todos en el club y al cuidado de la cantera y su promoción (los chavales de la casa ven en Pablo un espejo para motivarse y lograr la inspiración que luego les empuja hacia el primer equipo, que les recibe con los brazos abiertos) como elementos que impulsarán a esta entidad hacia 1ª Nacional, y ojalá que también a División de Honor. Ya en los partidos amistosos que juegan cada año contra equipos de Primera comprueban que el salto no es tan grande, y que si lograran afianzarse ahí la paciencia y buen hacer les acabaría llevando a las mayores cotas.
Necesitamos competitividad entre clubes en la Comunitat Valenciana, eso te hace crecer»
«Necesitamos competitividad entre clubes en la Comunitat Valenciana, eso te hace crecer», concluye Pablo, formado como persona y deportista en una entidad donde además también colabora entrenando a un equipo de la cantera. Un enamorado de su deporte, que aunque sabe que por desgracia a veces solo se habla del waterpolo cuando surgen polémicas como la reciente denunciada por el jugador Víctor Gutiérrez («hemos jugado contra él y le mandamos todo nuestro apoyo») o llegan los Juegos Olímpicos, eso no le quita ni un ápice de ilusión para seguir inmerso en la faena de hacer que València vuelva a ser una ciudad con waterpolo masculino de élite.
