No hay kilómetros que frenen sus ganas de voleibol

Y eso que ha tenido tristezas y desilusiones que conoceremos a continuación, pero también alegrías como el ascenso a la élite nacional como jugador con el Club Voleibol Mediterráneo Castellón o el éxito que acaba de lograr con los cadetes del Club Voleibol Valencia, que se han proclamado campeones de la Comunidad Valenciana y acudirán al próximo Campeonato de España en Cuenca. Vicente los dirige desde la banda, con la inestimable colaboración de su segundo, Carlos Buenaga, y del delegado Pablo Díaz, y estas son las cosas que le hacen levantarse cada mañana con una sonrisa, justificando la paliza que se pega cada día para combinar vida laboral y deportiva, entrando por la puerta de casa muy cerca de la medianoche y todavía sin cenar. Como hoy, cuando aún tiene tiempo para contarnos sus experiencias con el voleibol…

– He contado brevemente en la entradilla algo de tu éxito reciente como jugador y entrenador, pero falta que nos cuentes tú algo más de tu vida, cómo llegas a esto del voleibol.

Mi pasión viene desde los 6 años, en el colegio Cervantes al que iba me apunté con mi grupo de amigos, empecé a entrenar y me gustó. Jugué en categorías inferiores, y fui pasando por todas las categorías hasta llegar a Senior, hemos conseguido cosas, y luego ya eché una mano en categorías inferiores cuando hacía falta gente, porque no hay mucha gente que se dedique a esto de entrenar. Todo surgió desde el patio de colegio donde empecé en Cervantes, y hasta el día de hoy.

– La pregunta que igual te han hecho más veces. ¿Y por qué no empezar con el fútbol?

Pues mira, da la casualidad de que en nuestro colegio no había fútbol, y además el profesor de Educación Física era entrenador de voleibol, así que todo fue encaminado hacia eso. En cuanto haces dos entrenamientos se te olvida que hay fútbol en la vida, yo no me arrepiento para nada.

– Y como nos has contado, fuiste quemando etapas hasta llegar a competir en nivel de Senior. 

Jugaba en la Universidad Politécnica de Valencia, jugábamos en la liga FEV que era la segunda división nacional, y cuando ascendimos a primera el equipo desapareció, la Universidad Politécnica echó por tierra los deportes federados y no conseguimos dinero para continuar con el proyecto. Entonces fue cuando encontré acomodo en el Club Voleibol Valencia donde también entreno a chavales en los pabellones de la Petxina y de Benicalap, estoy muy contento con ellos.

– Qué historia más triste, justo cuando habías logrado lo más difícil que era subir a la élite del voleibol nacional.

Fue hace unos 2 años, buscábamos patrocinador para subir a primera, y como no lo encontramos desaparecimos, nos quedamos sin saber qué hacer. Algunos lo dejaron, yo me fui al CV Valencia y pude seguir por ahí. Ahora estoy jugando en el CV Mediterráneo de Castellón que me fichó el año pasado, hemos ascendido a primera división esta temporada que es el máximo nivel para un jugador de voleibol en España.

– Siempre dicen que la vida da segundas oportunidades. Al final parece que podrás debutar en la primera división nacional.

En aquel momento que pasó lo de la Universidad Politécnica no sabía si seguir jugando, estábamos muy en contacto todo el grupo y teníamos mucho ‘feeling’. Por suerte seguí aquí y el año pasado me llamaron para jugar en Castellón y me fui con mi hermano, los dos en el mismo equipo y estoy muy contento. Ahora se abre una etapa nueva en mi vida y la afronto con mucha ilusión. Ha sido un año muy bueno donde también ganamos la Copa Príncipe en Melilla, y hemos subido gracias también a que en Castellón las instituciones dan más apoyo y dinero y allí que vamos, a la Superliga de Voleibol.

– Pero la última buena noticia que te ha dado el voleibol no la has vivido jugando dentro de la pista, sino más bien desde la banda, dirigiendo a unos cadetes que acaban de alzarse con el campeonato de la Comunidad Valenciana.

Estoy muy contento, tengo una generación muy buena y soy un privilegiado por ser el entrenador de estos chavales que han logrado algo histórico para el CV Valencia. Tengo a un par de chavales que son unos portentos físicos (Adrián García, el MVP el año pasado como mejor jugador de España con el Club Conqueridor, con el que conquistó el Campeonato de España, y Javier Ferri, ambos ya con 1,80 de estatura y que han sido convocados con el equipo Senior de Liga Nacional del CV Valencia), acompañados de un buen grupo. Destaco que jueguen como tienen que jugar, después de que no haya sido un año fácil, donde antes éramos el equipo Conqueridor, que ha desaparecido por motivos económicos y nos fusionamos con el CV Valencia. Estamos muy contentos por algo así, pero a seguir preparando el Campeonato de España que es dentro de poco en Cuenca.

– Ya has dejado bastantes buenas palabras sobre tus chicos, ¿pero te apetece destacar algo más de este grupo de jugadores que ha hecho historia para el CV Valencia?

Han hecho un campeonato donde no se les puede poner un ‘pero’, han sabido jugar como equipo, han conseguido la conjunción que yo al principio no me la creía. Ellos sí que se lo han creído, han luchado y daba gusto verles jugar. Hemos ganado un campeonato en la Comunidad Valenciana, que es la comunidad con uno de los niveles más altos de voleibol, había equipos muy importantes en la competición autonómica y hemos ganado con muy buenos resultados.

– Creo además que hay un nombre muy especial en el equipo, alguien a quien le habéis dedicado el título y que por desgracia no ha podido estar ayudando en la pista.

Los chavales se lo han currado mucho para conseguir lo que han conseguido, atrás quedan muchas horas de pabellón, de levantarse a las 09:00 de la mañana para entrenar un domingo. Hay mucho sacrifico detrás de todo esto para poder conseguir resultados tan bueno, y en esto también ha estado Jorge Moragón. Es baja porque se ha tenido que dejar el equipo y el deporte por una dolencia cardíaca, un palo para todos nosotros. Está con operaciones y no pudo ni asistir al campeonato como afición porque se estaba recuperando de 4 arritmias, un compañero muy importante para nosotros a quien le deseamos lo mejor, nos anima ver su fuerza de voluntad y el espíritu de superación tan envidiable que tiene.

– Lo tuyo es auténtica pasión por el voleibol, jugando y entrenando en Castellón y Valencia. ¿Te da tiempo a tener un trabajo fuera del voleibol? Imagino que sólo de este deporte será complicado vivir.

Son muchos años, más de 20, y mi pasión sigue igual desde el primer día. Ahora son las 12 de la noche, vengo de entrenar a los chavales y ni he cenado, vivo para esto y es así como tiene que ser, necesitas vivirlo. Hice Comunicación Audiovisual en la universidad y está bastante mal la cosa, así que hago de monitor escolar en un colegio de Museros por las mañanas, por la tarde me toca entrenar a los chavales en el CV Valencia y luego a Castellón con el coche cuatro días a la semana para entrenar en el equipo donde juego, en el CV Mediterráneo. Es pesado cuando llegas a medianoche a cenar cuatro veces a la semana.

– Dejando al margen el tema de entrenador, donde en breve tienes el Campeonato de España con los cadetes, ¿en qué fase estas de la temporada como jugador?

Pues la temporada va de octubre a marzo, así que ahora me centro en el vóley playa, juego con mi hermano el Campeonato de España y en dos semanas nos vamos a una prueba europea en Barcelona, que la estamos preparando ya. Luego ya llegará la pretemporada y será el momento de pensar en la oportunidad de jugar en la primera división, es un reto complicado que afronto con mucha ilusión. Las expectativas son altas pero no va a ser fácil porque hay mucho nivel.

– En la Comunidad Valenciana ya has comentado que el nivel es muy alto. Parece que tenemos el futuro garantizado…

Necesitaríamos más repercusión por parte de los medios, ya cuando quisimos subir a Primera con el equipo de la Universidad Politécnica y buscábamos patrocinadores querían saber dónde salíamos y qué medios hablaban de nosotros, así que es complicado. El año pasado quedamos campeones de España con el Conqueridor y no hubo repercusión en ningún sitio.

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