Uiso Crespo
El joven valenciano, Edu Llacer es una de las grandes promesas del ciclismo nacional y su nombre cada vez suena con más fuerza en el pelotón. Milita en el prestigioso Aldro Team, que cuenta con Manolo Saiz como General Mánager y con dos directores que en su día fueron ciclistas profesionales, Herminio Díaz Zaballa y David Etxebarria, que le están ayudando a crecer como deportista
El Aldro Team arrancó su andadura en 2016 con un equipo sub-23 que compite tanto en España como fuera del territorio nacional, en carreras sub-23 e internacionales. El trabajo primordial de esta potente escuadra es captar y formar talentos, tanto es así que en su página web encontramos el lema de “el profesionalismo no es un fin, sino una consecuencia”. La estructura cuenta con el mítico Manolo Saiz como general manager y a dos directores de la talla de Herminio Díaz Zabala y David Etxebarria que trabajan para poder sacar el mayor potencial a sus corredores, entre ellos el valenciano Edu Llacer (1996) que no ha dejado de progresar desde su llegada al equipo cántabro.
La historia de Edu Llacer arrancó cuando su tío le regaló una bicicleta de carretera, y a raíz de ello inició su andadura en el Club Ciclista la Valldigna, de su Tavernes natal, cuando apenas tenía 9 años. A partir de ese momento comenzó a forjarse la historia del que a día de hoy es uno de los corredores que más está creciendo en el campo sub-23.
Edu es el mayor de tres hermanos, que van formándose deportivamente en el mundillo del ciclismo. Joan, el mediano, compite en el cadete del Zafiro Team, mientras que su hermana Lidia es infantil, y al igual que Edu y Joan cuando tenían su misma edad, está prosperando en el Club Ciclista la Valldigna. Pese a que pueda resultar paradójico, sus padres no practicaron ciclismo, pero Edu (padre), que siempre ha sentido una gran pasión por las motos, nos cuenta que le encanta ir a ver competir a sus hijos.
Edu Llacer durante la Volta a Castelló
El compromiso de toda la familia con el ciclismo es tremendo, tanto es así que siempre que pueden van a verse unos a otros. Además de ello, muchas veces le han preguntado al joven Edu por sus sacrificios por renunciar a salir de fiesta o no poder comer determinados alimentos, pero él dice que lo que realmente le apasiona es el ciclismo y es por ello que está dispuesto a realizar tales sacrificios. Son detalles de la buena educación que ha recibido como persona y deportista, y de que tiene muy claro cuál es su verdadera pasión.
Su progresión dentro del pelotón español no ha sido nada fácil, ya que cuando arrancó en la categoría sub-23 sufrió una bursitis de rodilla que le obligó a perderse tres meses de competición. Era su salto de categoría y se veía frenado por una lesión, pero entonces contó con el apoyo de Carlos Ferrando que le ayudó a recuperarse y a poder volver a competir.
“Carlos Ferrando me ayudó muchísimo y se ha convertido en un gran amigo con el cual contacto prácticamente a diario”.
Llacer nos cuenta lo complicado que son los saltos por las diferentes categorías, donde destaca especialmente el cambio de recorrer 20km en infantiles a 80km en cadetes.
Cuando terminó su andadura en las escuelas pasó a formar parte del Quimipool, un cambio para el que afirma que hay que estar bien preparado y saber moverse para encontrar equipo, debido a que hay menos que en las categorías escolares. Al convertirse en juvenil se enroló en la escuadra del Coves Sant Josep, en la cual se alzó con importantes victorias como la conseguida en Orxeta en la Vuelta a Alicante. Al concluir su segundo año de júnior acabó comprometiéndose con el Telco-m Gimex, pero la lesión mencionada anteriormente le impidió progresar durante unos meses. Sin embargo, eso no fue impedimento para que el Aldro Team se fijara en él y acabase formando parte de uno de los mejores equipos del panorama nacional y que cada día crece a nivel internacional, contando con muy buenos materiales y con gente que atesora muchísima experiencia.
El ciclismo es un deporte muy duro, en el cual no dejas de esforzarte para que la bicicleta avance a buen ritmo por la carretera. Hay días que uno recuerda con sufrimiento extremo, como el que vivió Edu en Ereño a principios de este año.
“Fue un día exagerado, nunca he pasado tanto frío en la bici. Llegué a meta con hipotermia y no me podía ni quitar la ropa. De esos días que recuerdas toda la vida.”
Sus dotes de gran escalador le han permitido luchar por las generales finales como en la Volta a Castelló, donde se quedó a apenas unos segundos del podio. También estuvo peleando por la Vuelta a Bidasoa, finalizando en una notable sexta posición. Zabala destacaba la gran actuación del equipo, pese a que los esfuerzos de las tres primeras etapas se vieron pagados en la última jornada. Sin embargo, Llacer se quedó muy cerca de enlazar con el grupo cabecero en el último puerto (Erlaitz) de la vuelta, donde hubiera podido escalar algún puesto en la clasificación.
Edu Llacer rodando en pelotón junto a Juanjo Agüero
Su gran rendimiento no ha pasado desapercibido para la Federación Valenciana, que le convocó para disputar el Campeonato de España de fondo en carretera sub-23. “Su año está siendo muy bueno” -decía el seleccionador Quique Gutiérrez.
En la prueba disputada el pasado 24 de junio con salida y llegada en L’Alquería d’Asnar, su compañero de selección Óscar Pelegrí se impuso sobre la línea de meta por delante del vasco Jon Irisarri y del catalán Juanjo Agüero, que formaron el podio al llegar con la escapada buena de la jornada. En la general por equipos fue la selección valenciana la que ocupó el primer lugar, en una jornada en la cual todos realizaron una labor brillante y fueron felicitados por su seleccionador.
Desde que comenzó la temporada está viviendo en Torrelavega junto a sus compañeros, en un aparta-hotel, en el cual ellos mismos cocinan. Es una experiencia que le está ayudando a crecer como persona y que pocos chavales de 19 años tienen la oportunidad de vivir. Dice que se levanta cada día con la ilusión de seguir mejorando como ciclista y que espera poder dedicarse a ello profesionalmente.
A fecha de hoy ya ha competido en Italia y Francia con profesionales que militan en “equipos filiales”, asociados a conjuntos del máximo nivel internacional. En un futuro esperamos verle asentado en el campo profesional disfrutando de su verdadera pasión, en la cual no puede ponerse límites porque cuanto más sueñe y trabaje más lejos llegará.
