Miles de brazadas de ilusión por el sueño europeo | Yo soy noticia

Saúl Antón avanza en sus sueños a golpe de brazada. En el agua y fuera de ella. Nada puede con él. Ni la exigencia de sus estudios universitarios de fisioterapia y ni siquiera el gran nivel de sus rivales. A sus 21 años, el nadador de Elche se niega a ponerse límites. Lo odia. El deporte y sus respectivos entrenamientos ocupan prácticamente todos sus quehaceres diarios.

No se lo puede quitar de la cabeza, por aquello de la importancia de la constancia y la motivación como clave para alcanzar el éxito. «Tampoco lo intento», admite. Todo lo contrario. Le encanta. Ha pasado de vivir la natación como la afición de la infancia a sentirla como la fuente principal de sus amigos, alegrías y retos, tanto deportivos como personales.

Saúl ha pasado de vivir la natación como la afición de la infancia a sentirla como la fuente principal de sus amigos, alegrías y retos

De hecho, «es actualmente mi razón de ser», insiste. Representa en su vida sus primeros pasos como deportista, su evolución en las diferentes disciplinas y su euforia ante la llegada de los metales nacionales. Por ello, cursa cada evento como si se tratase del último. Sin mirar atrás, braceando sin parar, «porque si te giras o te paras a pensar estás perdido».

No olvida sus derrotas y sus lamentos. Es más, le gusta tenerlo presente, ya que «me hacen más fuerte». Tampoco sus oros nacionales colectivos en relevos y los individuales en la prueba de 50 metros mariposa en el Campeonato de España Universitario: «Fue una victoria inolvidable; impensable para mí. Todo me vino de imprevisto. El nivel de los rivales era altísimo, y no esperaba llegar tan lejos».

Todo me vino de imprevisto. El nivel de los rivales era altísimo, y no esperaba llegar tan lejos», reconoce Antón

Todo ello le llevó a reeditar éxito en 2017; concretamente a alzarse con una tercera posición que le abrió muchas puertas. «Necesitaba estas alegrías para mejorar y, sobre todo, fortalecer mi confianza en las piscinas. A raíz de la consecución del oro y del bronce individual en los nacionales, la dificultad de mis objetivos ha ido en aumento», explica Antón.

Eso sí, no sin antes atribuirlo a la gran profesionalidad de su entrenadora, Tatiana Giménez, y al trabajo de su equipo, el Elche Club Natación: «Representan mi segunda madre y mi casa deportiva. Les aprecio mucho. Formamos, junto a todos los compañeros, una familia cada vez más grande que desde hace unos años ya aspira a la élite nacional».

Tatiana Giménez representa mi segunda madre y el Elche Club Natación mi casa deportiva», afirma Saúl

Ha sido lo que siempre le ha motivado a seguir adelante, porque la exigencia de los estudios y del trabajo ha hecho mella de forma negativa en la carrera deportiva de muchos jóvenes. «No ha sido mi caso, pese a vivirlo de cerca. Siempre he sido muy organizado, y nunca he llegado a plantearme tal circunstancia. Saco tiempo de donde sea», apostilla.

Así pues, tras más de 18 años ligado al deporte, Saúl Antón da miles de brazadas por un sueño europeo que espera ver teñido de realidad en los próximos años de la mano de su entrenadora y de su familia, el colectivo que se ha consagrado en su vida como su fan incondicional. Para ello, entrena ya de sol a sol; con la vista puesta en la élite de la natación.

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