Javier Cid Molina
La joven pescadora aprendió todos los secretos de la pesca de la mano de su padre, Roger, quien, a su vez, iba a pescar desde pequeño con su progenitor. Una saga familiar de pescadores que está dando sus frutos gracias a las grandes actuaciones de Lucía en los últimos dos mundiales.
La pesca es un deporte diferente. No requiere una gran preparación física pero sí unos conocimientos de la fauna fluvial y marina sobresalientes para poder recoger buena cantidad de pescado. Es un deporte que se ha transmitido de generación en generación. Hay poca cantera y los que lo practican lo suelen hacer porque en su familia había algún aficionado.
Es difícil decir referentes en este deporte más allá de tus propios familiares y maestros o de actuales competidores con las selecciones nacionales porque la pesca es un deporte en el que cada pescador invierte muchas horas en estar en las playas o ríos más cercanos a su casa y siempre se suele ir con los mismos pescadores que se acaban convirtiendo en tu colla.
Así le pasó a Lucía Romero, futura número uno de la categoría U16 de surfcasting (cuando se actualice el ránking el año que viene) después de conseguir dos subcampeonatos del mundo individuales consecutivos en los que además conquistó también el título por equipos. Toda una hazaña para una deportista que lo aprendió todo de su padre, su fiel compañero en la pesca.
Mi sueño sería ser capitana de la selección española en los campeonatos del mundo y ser campeona, pero para eso queda mucho
Desde los tres años ya tenía una caña en la mano y salía con su padre a pescar por afición, como su padre hacía con el abuelo de Lucía. Con seis años ya conseguía pescar por sí misma y con nueve años estaba compitiendo en el Provincial de la categoría U16 de surfcasting contra pescadoras seis o siete años mayores que ella.
A partir de ahí, no dejó nunca la competición ni tampoco de aprender sobre el mar, la pesca y todas sus técnicas. “Es un deporte en el que siempre se sigue aprendiendo, he aprendido mucho en estos últimos mundiales con mis compañeros de la Selección Española pero todo lo que sé, lo he sacado de los conocimientos de mi padre”, cuenta Lucía.
La actual subcampeona mundial, que fue la que más piezas consiguió pescar durante el mundial y que ganó su playa, se quedó a unos centímetros del cetro mundial, arrebatado por un pescador italiano. “Hay que aprender también en las derrotas pero me encantaría ser campeona mundial, creo que lo puedo conseguir porque cada vez aprendo más”, comenta.
Prefiero competir con gente de mi edad, es más divertido en los campeonatos, aunque sean hombres, les puedo ganar
Sin embargo, al cumplir los diecisiete años, la valenciana tendrá que competir con la categoría U21, que es sólo de hombres, porque su otra opción sería competir con las pescadoras mayores, algo aburrido para una chica tan joven. “Prefiero competir con gente de mi edad, es más divertido en los campeonatos, aunque sean hombres, les puedo ganar”, asegura.
“Mi sueño sería ser capitana de la selección española en los campeonatos del mundo y ser campeona, pero para eso queda mucho. Hay gente muy buena como Aaron Trasmontan, nuestro capitán en los dos campeonatos mundiales por equipos, a los que admiro muchísimo”, señala la puzolana.
Una desconexión necesaria
Lucía tiene una relación muy bonita con la pesca puesto que para ella es su punto de fuga del mundanal ruido. “Me hace desconectar, focalizarme en lo que me gusta y no pensar en nada más. Pasas muchas horas y muchas noches en la playa y eso te hace sentir un vínculo especial con el mar”, indica la pescadora.
La joven deportista cuenta con el apoyo inestimable de su padre, quien es su mayor maestro y también con el respaldo del ayuntamiento del pueblo de Sagunto, quien le ayuda en su etapa deportiva. La familia Romero se marcha muchos fines de semana a los clubes de pesca de Puzol o de Almenara para entrenar en diferentes zonas y conocerlas bien.
He compartido mucho con mi padre gracias a la pesca, me ha permitido tener una relación duradera y buena con él
“He compartido mucho con mi padre gracias a la pesca, me ha permitido tener una relación duradera y buena con él. Me he recorrido muchas zonas de pesca con él y estoy segura de que me seguirá acompañando porque los campeonatos que hago ahora, son de otro nivel y también a él le encantan”, finaliza.
