Luis Barrachina
Un pequeño resumen de cómo ha llegado la Federación Valenciana a esta situación de incertidumbre y cómo ha afectado al boxeo: veladas, campeonatos, disputas entre clubes y decisiones polémicas que entorpecen la práctica de este deporte. Al fin y al cabo, los boxeadores quieren olvidarse de los despachos y disfrutar de lo que más les gusta: el boxeo
Es un hecho que el boxeo valenciano no atraviesa su mejor momento. El problema no es encuentra en el ring ni en los clubes ni gimnasios donde cada día entrenan duro nuestros deportistas y se esfuerzan por seguir creciendo. La problemática se origina un poco más arriba, concretamente en los despachos.
Desde finales del mes de febrero, la Federación Valenciana carece de una junta directiva elegida democráticamente. En su defecto, una comisión gestora está dirigiendo a la Federación: planifica los campeonatos autonómicos, concede las licencias para seguir celebrando veladas, gestiona los permisos para la celebración de las asambleas y prepara el proceso electoral 2016.
¿El motivo? La detección de irregularidades en la elección de cargos para formar los órganos de gobierno. Según instaba la resolución del Tribunal de Deportes de la Comunitat, se declaraba nulo el proceso electoral 2014 a la Asamblea General de la Federación a partir de la celebración General Extraordinaria del 28 de junio de 2014.
Entre las demás causas que ha llevado a este tribunal a tomar la decisión se encuentra la imposibilidad de encontrar las actas solicitadas, la irresponsabilidad de la Junta por no custodiar las resoluciones del proceso electoral, el incumplimiento de normativas electorales y la exclusión injustificada de algunas candidaturas.
Polémica resolución
Es en el segundo punto del escrito donde el expresidente, Leopoldo Bonías, defiende su postura argumentando que el Tribunal de l’Esport anula a partir de la asamblea del 28 de junio pero que no incluye a la misma.
Aprovechando esa ambigüedad lingüística, Bonías considera que deberían ser los directivos de aquella asamblea quienes organizasen las nuevas elecciones y no los funcionarios que ha designado el Director General de Deportes, Josep Miquel Moya.
¿Interés familiar?
Los integrantes de la comisión gestora son: Francisco Artal (presidente), Joaquín Vilanova (vicepresidente), Olga Costa Estirado (vocal), Marta Gallardo (vocal) y José Miguel Sánchez (secretario). Olga guarda un parentesco familiar con Manuel Estirado Pérez, presidente del Club Boxeo La Unión de Castellón. Concretamente, es sobrina de Manuel.
Este hecho provocó la queja del expresidente y candidato a la presidencia, Leopoldo Bonías, quien considera que puede haber un conflicto de intereses acrecentado por la rivalidad que existe entre la familia Pérez y él.
En definitiva, en los últimos dos meses se ha enturbiado la dirección y organización del boxeo valenciano, alimentando la incertidumbre de los clubes y provocando el hastío de gran parte de presidentes y boxeadores que lo único que buscan es poder practicar el deporte que más les gusta. Por ello, para favorecer el desarrollo y fomento del boxeo valenciano, se espera poder formalizar la situación con la mayor brevedad posible.
