Vicente Boix
Tras adentrarse en el mundo del fútbol sala, el running urbano, el ciclismo, el duatlón y el triatlón, Rafa Martínez ha sido embaucado por el encanto y la libertad que aporta el trail running
En la 17ª edición de la Penyagolosa Trails MiM, sobre un desnivel de 3000 metros positivos y un recorrido de 63 kilómetros formado por escarpadas lomas dispuestas paralelamente a la costa, profundos barrancos y amplias áreas de carrascales y pinares, Rafa Martínez se armó de valor para inscribir su nombre en el palmarés del legendario trail castellonense.
Fue allí, entre el resonante griterío y los cánticos de una afición comandada por su mujer y sus hijos, donde el benifaiense hizo prevaler su explosividad, su gran capacidad de resistencia y su competitividad para cursar su primera MiM con un magnífico tiempo de 8 horas y 16 minutos.
Las restricciones van en aumento en el trail running
Tras dar los primeros toques en fútbol sala, correr sus primeras maratones y subirse al sillín de su bicicleta para disputar la Quebrantahuesos de Huesca y competir en varios duatlones y triatlones, Rafa no dudó en dejarlo todo atrás para encontrar cobijo en un deporte que “está pasando por un momento muy desconcertante”.
Estamos ante una situación muy preocupante. Parece que hay un grupo de gente que está empeñado en ponernos las cosas mucho más difíciles. Aprovechan cualquier destrozo vandálico o carrera para inculparnos y, de esta manera, poner más restricciones en la práctica del trail running”, critica Rafa Martínez.
Embaucado por el encanto del monte
A sus 35 años, sus dos hermanos le hicieron de cicerone por las mejores rutas de los montes ribereños, y muy pronto quiso ir más allá. Embaucado por el encanto y la libertad que aportan sus parajes, no dudó en dejarlo todo y afrontar así nuevos retos que, sin duda alguna, rozaron los límites de lo imposible.
Habituado a competir en las carreras populares y en las carreras de larga distancia, poco podía imaginar cuando comenzó en el Club de Atletismo Els Coixos de Carlet que, con el paso de los años, sentiría la llamada de la montaña. Tampoco imaginó nadie de su familia que, cansados de esperar en las gradas mientras entrenaba junto a sus hermanos, terminaría adentrándose en el mundo del trail running.
Me gustaba mucho el asfalto, pero todo cambió cuando pisé la montaña. Me sentí libre, relajado y, al fin, pude huir de los ritmos constantes y de la presión que te aportan las marcas en las maratones”, rememora el benifaiense.
Ahora, tres años después, ya ha empezado a dejar su huella en más de una cincuentena de carreras. Tercero en el Sprint Trail Aledua de Llombai y, tiempo después, tercero por parejas en el Infern Trail de Orba (Alicante), Rafa Martínez no va a desistir, y sueña con irrumpir con fuerza en las próximas competiciones de Tarragona y Andorra.
