Uiso Crespo
El ciclista de Sax es un hombre que no ha dejado de luchar por sus sueños, siempre desde la humildad y el respeto. Ha trabajado en la sombra, sin hacer mucho ruido, tratando de ser lo más discreto posible para terminar explotando en este 2017, año en el que se ha consagrado como un excelente corredor
El esbelto ciclista alicantino está cuajando una extraordinaria temporada en el W52/FC Porto, equipo en el que ha logrado reencontrarse con su mejor versión sobre la bicicleta. En el conjunto portugués está viviendo el mejor momento de su carrera, donde ha cosechado un importante número de victorias, como en la general de la Vuelta a Asturias, imponiéndose a Nairo Quintana, el Jornal de Noticia y recientemente en la Vuelta a Portugal.
También estuvo a punto de apuntarse la Vuelta a la Comunidad de Madrid pero el puestómetro le relegó al segundo escalón del podio, empatando a tiempo con el ganador, Óscar Sevilla. Son resultados que le avalan como el mejor ciclista español del año, con el permiso de Alejandro Valverde.
Un cambio en su preparación le ha permitido enfocar desde otra perspectiva este año, con más de 40 días concentrado en altitud en diferentes fases de la temporada, llevando a cabo importantes sacrificios para poder vivir una segunda juventud a sus 31 primaveras. “Cuando te dan las oportunidades tienes que cogerlas, este año las tenía y no podía desaprovecharlas”, cuenta Alarcón a YSN.
He aprendido mucho de los líderes con los que he trabajado. Al final todo llega en la vida”, matiza
Su primer triunfo de etapa en este 2017 fue en un día muy especial para él. No solo lograba vencer en la última prueba (además de llevarse la general) de la Vuelta a Asturias, sino que lo hacía vestido de líder y en el día (1 de mayo) en que su amigo Iván Rocamora, fallecido en febrero, hubiera cumplido años.
De cara a meta solo pensaba en eso, en dedicarle la victoria. Fue algo muy emotivo”, afirmó el ciclista
No olvidemos que poco antes de cumplir los 21 años dio el salto a profesionales con el conjunto Saunier Duval, donde coincidiría con Juanjo Cobo, ganador de la Vuelta Ciclista a España 2011. En su primera campaña disputó la durísima Paris-Roubaix, logrando finalizarla en un meritorio 69º puesto.
Terminar esta clásica siendo tan joven decía mucho de un corredor que diez años después deslumbraría al mundo con sus exhibiciones en las carreteras. Fue con el conjunto español con quien debutó en la Vuelta a Portugal, una ronda que se vive al máximo y en la cual acumula siete participaciones en su trayectoria.
En esta última edición se ha sentido muy fuerte desde la primera jornada, etapa en la que se adjudicó el maillot de líder con toda la responsabilidad y el desgaste que ello conlleva: ceremonia de premios, atender a la prensa… acumulando una fatiga extra con respecto a los demás corredores. Pese a ello se ha mostrado por encima de las circunstancias, demostrando una solvencia digna de un campeón.
Terminar ganando la Vuelta a Portugal es muy especial”, destaca Raúl
No le ha importado correr con el maillot de líder o sin él, siempre ha dado la cara, mostrando todo su arsenal en cada prueba. Cuando se ha visto con fuerzas lo ha probado sin importar la distancia a la que se encontrara de meta. Son síntomas del buen estado de forma que ha atravesado en esta campaña.
He trabajado mucho. Este año me ha salido muy bien, la verdad. Es algo muy bueno para mí, para mi carrera. Sabía que estaba entrenando bien”, afirma Alarcón
Quizás muchas personas pueden pensar que tuvo mala suerte al vivir la desaparición del Saunier Duval, pero todo en la vida sucede por alguna razón. Nuestra misión es saber cómo afrontar las circunstancias para poder continuar por el sendero correcto. En ese momento el ciclista de Sax se encontró con varios caminos, cogió uno de ellos que le llevó a Portugal a reencontrarse con el ciclismo. Ha sido un recorrido largo pero efectivo.
Este equipo me ha dado mucha confianza. Todo lo que soy es gracias a estar aquí”, señalaba sobre su actual bloque.
El año pasado ya cuajó una temporada digna de admirar con actuaciones que le ayudaron a escribir su nombre en el mundo del ciclismo, pero ha sido en este 2017 cuando ha brillado con luz propia dejando sus señas de identidad con tinta imborrable.
Me quedo sobretodo con el día en que en Vuelta a Asturias llegué al Acebo con Nairo. Fue algo muy bueno”, recuerda el ciclista
Su luz ha podido deslumbrar a varios directores con el deseo de incorporarle a sus filas de cara a la siguiente temporada. Solo aquellos que de verdad tienen el coraje de perseguir sus sueños pueden llegar a cumplirlos. Raúl Alarcón es el claro ejemplo de ello.
