Si no te gusta, o no existe, hazlo tú mismo: la lección del Club Voleibol Torrent | Yo soy noticia

¿Por qué tengo que irme fuera a jugar a mi deporte favorito?

Laia Gil tenía 16 años, y varias amigas más igual. Todas compartían la pasión por el voleibol que habían jugado desde pequeñitas en el Colegio Drac de Torrent, un lugar donde este deporte además del baloncesto ha unido desde hace décadas a muchas generaciones de estudiantes.

Pero acababan 4º de la ESO (no hay Bachillerato en este centro) y las perspectivas que se les presentaban para seguir ligadas al vóley no eran las mejores: dejarlo o tener que convencer a sus padres para que les llevaran fuera a jugar. A otras localidades que sí que contaban con equipos de voleibol. Algunas y algunos lo han hecho, pero esta circunstancia también había provocado muchos abandonos en este deporte. Entonces, ¿por qué no cambiar las cosas?

Con la ayuda de padres que habían estado de un u otra forma vinculados a la Federación de Voleibol de la Comunitat Valenciana en el pasado, y mucha voluntad y ganas de estas jóvenes emprendedoras para dar forma a su idea, es como surgió hace apenas 6 años el Club Voleibol Torrent.

De la nada a los 8 equipos en categorías desde Infantil (cuando les llegan chicos o chicas en edad Benjamín o Alevín ya los reportan a las extraescolares del colegio Drac, donde este deporte siempre tiene hueco y sirve de perfecto escenario de iniciación al vóley) hasta los dos Senior, masculino y femenino, que compiten en ámbito autonómico.

Una estructura con ambición de seguir creciendo pero que tiene los pies en el suelo, sabedora de las dificultades que el deporte minoritario o menos popular atesora en España. De momento les sobra talento, ingenio y sacrificio en figuras como la de nuestra protagonista, Laia Gil, que además de jugadora y entrenadora es, a sus 22 años, también secretaria técnica en el CV Torrent.

Los padres, un pilar clave

“Aquí los padres juegan un papel fundamental en el día a día del club. Ayudan económicamente y en la gestión del club, porque de fuera es complicado encontrar recursos. Estamos en busca de patrocinadores, pero de momento poca cosa hemos logrado”, señala Laia.

Mientras eso llega, los progenitores así como los entrenadores/as y jugadores/as se las apañan para cubrir gastos de viajes y demás, aportando cada uno lo que puede y arrimando todos el hombro para que esta familia cada vez más grande del Club Voleibol Torrent, sea una ‘piña’.

Luchan contra los rivales dentro de la pista y contra la soledad que muchas veces experimentan fuera de ella, sin sentir ese necesario apoyo empresarial o institucional que en estos casos sirve para relanzar los proyectos. El gran reto que también afrontan cada semana es la falta de espacio para acoger a sus 8 equipos federados, teniendo que distribuirse en varios puntos de Torrent para llevar a cabo los entrenamientos y partidos semanales.

Entre varios pabellones, siendo el Anabel Medina uno de ellos, y el centro educativo Drac es como pueden repartir a su mayor patrimonio: los chicos y chicas que portan con orgullo estos colores.

Colores que están de enhorabuena tras el reciente éxito en la Copa de España de Guadalajara, a donde viajaron con su equipo Infantil Femenino y de la que se volvieron con toda una medalla de bronce de su categoría. El primer éxito a nivel nacional que obtienen, todo un espaldarazo para la labor educativa y deportiva que realizan en esta entidad de l’Horta. Esto, junto a ascensos a nivel autonómico del pasado también reciente, son hitos que les reafirman en su ardua labor diaria.

Estamos muy orgullosos de ir a un torneo nacional y ganar algo, es la primera vez y las niñas, como todos dentro del club, están super contentas”, reconocen.

 

Un futuro por conquistar en Torrent

Ahora que navegan por el segundo lustro de vida como club, les toca seguir difundiendo su deporte por Torrent y alrededores. Lo hacen con jornadas de captación y entrenamiento en colegios, a través de carteles promocionales o con el arma más poderosa que atesora el ser humano: el boca a boca.

Queremos consolidarnos y seguir creciendo aún más, porque podemos tener más equipos y que mejoren junto a los que ya tenemos. Sobre todo que la gente conozca el voley y lo vea como una actividad extraescolar más, porque mucha gente hoy en día todavía no se lo plantea para sus hijos e hijas”, apunta Laia Gil sobre los planes que comparte junto al resto de su gente en el CV Torrent.

Insisten en que el gran hándicap es que buena parte de la sociedad no ha descubierto todavía todas las bondades de este maravilloso deporte, aunque ellos están ahí para mandar un mensaje alto y claro a todo Torrent: ¡El vóley existe aquí y podéis practicarlo, y vuestros hijos e hijas lo pueden vivir de cerca gracias a nosotros!

Es un grito que contiene toda la rebeldía de una entidad que, como os hemos contado, nació del descaro de un pequeño grupo de adolescentes. Y desde ese día no han parado de dar pasos hacia adelante. ¿Cuál será el siguiente?

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