¿Y qué hay del golf en la Comunitat Valenciana durante esta crisis del COVID-19? | Yo soy noticia

Atentos porque la próxima semana profundizaremos un poco más en el entorno del golf para conocer algunos nombres propios que despuntan y quieren tomar el relevo de los Sergio García y compañía en España, tanto en chicos como en chicas. Pero ahora pulsamos el estado de un deporte que no siempre ha tenido buena prensa, y todavía es un gran desconocido para buena parte de la población.

Ni elitista ni difícil: el golf es para todos

Por supuesto que hay una curva de aprendizaje, como en cualquier actividad deportiva y no deportiva, pero de ahí a pensar que no todo el mundo puede jugar a golf va un mundo. Como también se afanan en recordarnos que ni mucho menos son un deporte elitista o de ricos, etiqueta que todavía le cuelgan muchos.

Vicente Mora es el secretario adjunto de la Federación de Golf de la Comunitat Valenciana y lleva más de 20 años metido en el mundillo, así que puede analizar con argumentos cuál es el presente y qué objetivos tiene a futuro este organismo, que promueve la práctica del golf a lo largo y ancho de todo nuestro territorio.

“Con el tenis o esquí pasaba igual, que parecía todo de señoritos, y ahora se juega al tenis o se esquía con total naturalidad y lo hace mucha gente. Si lo piensas fríamente, a lo mejor te cuesta más una semana de esquí que toda una cuota de un año de golf. Lo que pasa que el golf tiene una mala prensa y además poca cobertura a nivel de televisión y demás, por lo que todavía mucha gente no sabe ni cómo se juega. A lo mejor ha visto alguna imagen por ganar algún español una competición y tal, pero poco más”, destaca de primeras Vicente.

La pérdida de retransmisiones en abierto de su deporte ha perjudicado, a diferencia de antaño cuando la televisión pública ofrecía torneos que llegaban a millones de hogares en España. Actualmente, toca suscribirse a plataformas de pago para poder seguirlo con más asiduidad en la pantalla, y no todos se pueden permitir esta opción. “Nosotros en cualquier foro que nos pronunciamos destacamos que en el golf no hace falta ser marqués de nada, ahora nada de eso ocurre y es accesible a toda la sociedad”.

Por eso se ve gente de todo tipo, que tanto de forma individual como con la familia y amigos, se acercan cada fin de semana a uno de los 34 campos de golf que posee la Comunitat para practicar su deporte favorito. El dinero, si bien lo más barato siempre será en comparación comprarse unas zapatillas y bajar a correr al antiguo cauce del río Turia en València, por ejemplo, no es un obstáculo insalvable porque no hablamos de cantidades prohibitivas por hacerse socio y pagar una cuota trimestral, o anual.

Seguro que cerca de tu casa hay un campo de golf disponible, y cuando acabe el confinamiento y te acerques tú también podrás comprobar esto que Vicente nos cuenta. Mientras tanto, la actividad online de formación y demás no se detiene, con diversos protagonistas de la estructura federativa llevando conocimientos a los distintos hogares.

“Necesitas una primera puesta en marcha en el campo de prácticas antes de salir a jugar, pero como en todo. Ir a jugar un solo día sin ser socio igual sí que es caro, pero de lo contrario no es algo inalcanzable, puedes abonarte e ir a jugar siempre que quieras y pasar el día allí. Que puedes jugar a golf por un precio asequible en la Comunitat Valenciana es algo que todo el mundo debería tener presente”.

Ese tema, como también el de la etiqueta de ser centros derrochadores de agua, les ha perseguido sobre todo en algunas regiones de España, aunque afirman que la realidad es otra y tienen argumentos para rebatir esos tópicos negativos. “No utilizamos agua que no sea reciclada, solamente se riega con agua depurada que no sirve para beber. Solo se utiliza ese agua, ni de pozos ni historias. Vemos mucho más grave el asunto de los regadíos ilegales que hay en todas las comunidades autónomas”, remarca.

Una numerosa cantera que no siempre se puede traducir en referentes al más alto nivel

Si le preguntáramos a cualquier persona por la calle seguramente le sería difícil darnos 3 o 4 nombres de grandes golfistas de la historia, y ya veríamos si podrían hacerlo a nivel España. Culpa sobre todo de los medios de comunicación y su falta de cariño para con según qué deportes que no se consideran rentables a nivel de repercusión mediática en este país.

Pero ahí han estado los Severiano Ballesteros, Chema Olazábal, Miguel Ángel Jiménez o el castellonense Sergio García entre muchos otros, como ahora un jugador de moda como Jon Rahm, llevando la bandera del golf español por todo el mundo y sirviendo de embajadores para la difusión de este deporte entre nuestras fronteras.

En la Comunitat hemos tenido de referente desde hace muchos años a Sergio García, el más conocido, pero como bien nos recuerda Vicente han sido muchos otros, caso como el de José Manuel Lara, los que también ha estado ahí sin obtener tanta exposición pública.

FOTO: sergiogarcia.com

Y actualmente la Comunitat tiene jóvenes talentos como José Luis Ballester, también castellonense y aunque todavía menor de edad ya tras los pasos de mitos como García, y otros muchos chicos y chicas que incluso se marchan a Estados Unidos para perfeccionar allí sus habilidades en el golf, mientras cursan sus estadios en prestigiosas universidades norteamericanas.

La ecuación de a más campos de golf más jugadores de nivel no es razonable de aplicar aquí, en un deporte complejo donde el número 1 mundial no siempre es el que lo gana todo, como sí ocurre en otras disciplinas.

“Sería lo ideal tener aquí muchos referentes como Sergio García y que se hablara de ellos, eso tiraría de la gente para engancharse más al golf. Pero en nuestro deporte para que hablen de ti los medios a nivel nacional tienes que haber ganado una chaqueta verde en Augusta o un Open británico, cuando en el fútbol vemos gente que no ha ganado nada salir casi cada día en televisión”, destaca nuestro protagonista, que ha visto pasar muchas generaciones de jugadores en la Comunitat.

“Aquí, para despuntar, debes estar a un nivel excelso durante 4 días que duran las competiciones más importantes y además junto a 70 jugadores que están a tu mismo nivel y tienen idéntico objetivo. Te enfrentas cada día contra todos ellos, y te hace falta una gran dosis de suerte y que luego eso sirva para que se hable de ti en los medios”, añade Vicente, secretario de una FGCV que a día de hoy se mueve en torno a las 20.000 licencias.

Golf para los escolares

La promoción es a través de los clubes en las tres provincias (Valencia, Alicante y Castellón), siendo el de Elche el campo que gestiona una federación territorial que tiene allí, y en los alrededores, un bastión para ir formando a la cantera de niños y niñas que comienzan a dar sus primeros pasos en el golf.

Hemos hecho escuelas federativas tuteladas por nosotros y que imparten las clases en cada club, a los que delegas el trabajo diario para que los profesores controlen allí el nivel de juego. Queremos que exista una uniformidad en lo que se refiere a las posibilidades de formación de los chicos y chicas”, explica.

Son los padres y madres los que muchas veces arrastran a sus hijos consigo a conocer esta actividad en primera persona, aunque también se dan casos de escolares que a través de su centro educativo, como alguno en tierras alicantinas que participa en esta dinámica de difusión del golf, se inician en un deporte que en casa jamás habían practicado.

“El golf en los colegios es una iniciativa que adoptó la Federación Española y que muchas territoriales hemos apoyado y asimilado luego, para tener cada vez más implantación y que se nos vaya conociendo en todos los niveles de la sociedad”, destaca Vicente. Un vivero de talento fresco y joven para la Comunitat, la cantera de un deporte que como el resto cada vez tiene que apoyarse más en las redes sociales, página web y otras herramientas de difusión en pleno siglo XXI en el que nos encontramos.

¿Encontrarán pronto al próximo referente nacional con el que saltar al primer plano mediático? Los recursos, como nos han contado, están destinados y ahora es cuestión de paciencia, cariño y suerte para ir recogiendo más frutos.

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