‘Atila’, un artista del derrape | Yo soy noticia

Un comienzo al que le faltaban dos ruedas

El piloto conocido como ‘Atila’ nació en Valencia el 4 de febrero de 1983, y aunque de pequeño competía con su bicicleta, ha terminado sobre dos ruedas más y un motor con 600 caballos.

Siempre ha sido un gran aficionado al automovilismo, pero la situación económica familiar no le permitía adentrarse en el mundo profesional.

Amante del tunning, con 24 años se compró un Nissan S 14 con el que comenzó a derrapar en pequeños polígonos. Estuvo preparándolo durante más de 4 años y, a partir de ese momento, comenzó a competir por pura diversión, pero jamás pensó que su afición se convertiría en una forma de vida.

«Los pilotos dejamos la competitividad en la pista».

En 2011, Atila logró hacerse con el Campeonato de España en la categoría Amateur, un momento que recuerda con mucho cariño, y es que el ambiente que se vive en el paddock es tan familiar que celebrar cualquier victoria es toda una fiesta: “Todos los pilotos nos conocemos, somos una piña. Nos llevamos muy bien y la competitividad la dejamos en la pista.”

IMG-20170510-WA0015

Entre equipos la generosidad y amabilidad es tal que se prestan piezas e incluso motores: “Recuerdo que Jesús Sánchez, compañero y amigo, rompió el motor y un chico que se había comprado ese mismo para ponerlo el año que viene en su coche, se lo prestó sin dudarlo un solo momento”.

Ese ambiente es el que se ha podido vivir este fin de semana en el Circuit Ricardo Tormo, donde se ha celebrado la segunda cita del Trofeo de España Open Slalom Drift junto al King of Europe.

Atila, en la categoría Pro, ha conseguido subir algún escalón más en el top 10: “Estoy muy contento, he estado con mi familia y muy a gusto con mi nuevo equipo. Me siento muy respaldado y lo único que quiero es ir mejorando poco a poco.”

«El objetivo es subir, sí o sí, al podio».

Prácticamente hasta la fecha, el valenciano solo ha contado con su padre como equipo de circuito en circuito, así que ahora se siente más fuerte que nunca: “Creo que puedo afrontar mejor las carreras, así que el objetivo es subir, sí o sí, al podio”.

IMG-20170510-WA0013

Pero tras haber ganado un campeonato en 2011 y saber lo complicado que es, Atila quiere mantener los pies en la tierra: “Sabemos que tanto los pilotos como los coches tienen muchísimo nivel, así que vamos a ir paso a paso”.

Nueva escuela de drift en Valencia

El piloto valenciano se lanza a por nuevos proyectos, para enseñar a los jóvenes talentos todo lo que él ha aprendido tras más de diez años de experiencia.

«Queremos crear una fuerte cantera de pilotos valencianos».

Atila está poniendo en marcha una escuela de drifting en Alginet, que contará con el futuro “Circuit de la Ribera” donde pondrá a prueba, más que nunca, todo lo que sabe: “Tengo muchas ganas de empezar este nuevo proyecto y poder ofrecer a los valencianos una pista drift con un buen asesoramiento, además de crear una fuerte cantera de pilotos valencianos”.

IMG-20170510-WA0016

Pero no se dejará el mundo de la competición, Atila considera que es imprescindible continuar su formación para dar ejemplo a los más jóvenes.

Además, tendrá la oportunidad de entrenar todos los días, algo que actualmente tan solo se puede permitir de manera mensual: “Entrenar un solo día te puede costar, fácilmente, unos 500 euros. Así que o tienes el bolsillo bien lleno de billetes, o es prácticamente imposible”.

Y a pesar de contar con seis multinacionales respaldándole, es un deporte del que apenas obtiene un beneficio económico, y dedica mucho tiempo para preparar cada carrera: “No es fácil poder estar un fin de semana aquí y otro allá”.

«La gente nos ve como los malos del automovilismo».

Se trata de un deporte que no está implantado en España, y que la gente no abraza fácilmente: “Nos ven como los malos del automovilismo, y para nada es así. Yo igual me subo a un kart que a mi Nissan, y sigo siendo el mismo”.

¿Por qué drift?

Atila se descantó por el drift, además por las sensaciones que te brinda el coche en cada derrape, porque en el mundo de las cuatro ruedas era lo más accesible: “A nivel amateur, es un deporte de motor muy barato en comparación con otros. Con 3.000 euros tienes coche y dinero para estar dando vueltas un año”.

Pero si alguna escudería le ofreciera la oportunidad de participar en otra variación del automovilismo, Atila no se lo pensaría dos veces: “Me subiría a todo lo que lleve motor”.

«Tenemos presupuestos tan ajustados que no nos podemos permitir salir de España a competir».

Por el momento, y con su proyecto de escuela en marcha, el objetivo es ganar el campeonato en la categoría Pro: “Claro que me gustaría participar en el Mundial o en el Europeo, pero tenemos presupuestos tan ajustados que no nos podemos permitir salir de España a competir”.

IMG-20170510-WA0017

Y es que en el drift no existe igualdad alguna, tan solo impera la ley del más fuerte: “En mi categoría no tenemos ninguna restricción, ni de potencia, ni de motor, ni de ruedas, ni de peso…”.

Algo que, aunque puede resultar injusto para algunas escuderías y pilotos, se convierte en todo un espectáculo para los aficionados que acuden a disfrutar del olor a rueda quemada: “No se ven todos los días motores con 600 caballos”.

Un espectáculo que no es la oveja negra del automovilismo, es mucho más que eso. Se trata de un deporte que requiere compromiso, esfuerzo, concentración, pasión, talento, y un sinfín de cualidades que muy pocos reúnen para ponerse sobre los pedales de estas bestias.

Aviso de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información ‘aquí’.

Aceptar Cookies