Adrián Rubio
A sus 34 años Borja lo ha visto todo, o casi todo, en el mundo de las cuatro ruedas, pero uno de sus grandes sueños aún está por realizarse.
Comenzó siendo apenas un ‘mocoso’ de 4 años que de la mano de su padre, corredor de Rallyes, descubrió la magia de los karts, y cuando a los 6 años pudo obtener su primera licencia para comenzar a pilotar en competiciones, ni su pie se ha levantado jamás del acelerador ni los rivales han dejado de verle cruzar la meta en las primeras posiciones.
Ahora, tras una carrera de casi 30 años con un volante entre las manos que incluye karts, coches de fórmula 1 y hasta de rally, vive una segunda juventud en la prestigiosa y espectacular NASCAR Whelen Euro Series, donde es líder de la clasificación general tras confirmar su dominio en la doble cita holandesa del pasado fin de semana.
Al final del camino, para el campeón, está el billete para correr en la icónica NASCAR de Estados Unidos, donde Borja García sueña con hacer historia convirtiéndose en el primer valenciano y español que se pone a los mandos de esos gigantescos coches, que en España populizaron en los 90 películas como ‘Days of Thunder’.
Un talento imparable
La Comunidad Valenciana fue el ‘patio de su casa’ y donde hizo virguerías al volante en sus primeros años de pilotaje, ganando el campeonato autonómico en multitud de ocasiones y rozando el título nacional en varias temporadas.
Ha sido 5º de Europa y en Sudamérica muy pronto también descubrieron el enorme talento de un tal Borja García, el mismo al que veía por el retrovisor un joven Felipe Massa durante la celebración del campeonato Mercosur en Uruguay.
De los karts llegó el lógico y natural salto a los monoplazas, y ahí su estrella no sólo no se apagó, sino que le permitió brillar con tal fuerza que una marca del prestigio de Toyota (tras verle ganar el campeonato al que daba nombre la firma japonesa) le otorgó la etiqueta de piloto probador en la Fórmula 1.
El joven valenciano llegaba al ‘Gran Circo’ tras ser tercero en la prestigiosa Fórmula Nissan y sobre todo tras arrasar en la Fórmula 3, donde a día de hoy todavía nadie ha podido superar su registro de 9 victorias y una segunda plaza en las 10 carreras que componían el campeonato, que por supuesto ganó con una solvencia aplastante.
Poderoso caballero es Don dinero
Esta cita, de un poema de Francisco de Quevedo, se puede aplicar a casi todos los órdenes de la vida, pero Borja García sabe que en lo relativo a la Fórmula 1 y a las altas esferas del automovilismo, el dinero es la ley.
“El dinero a veces marca más la diferencia por encima de los tiempos que obtengas en la pista”, reconoce el valenciano, que todavía alberga en su seno la espinita clavada de no haber podido pilotar un coche de Fórmula 1 en un fin de semana del calendario oficial.
Y eso que en las pruebas que hizo siempre fue más rápido que sus compañeros Ralph Schumacher y Trulli, pero al año siguiente llegó al equipo de Toyota un tal Nakajima “con el maletín debajo del brazo”, y ya no hubo más historia para Borja García en la escudería nipona.
El destino aún le guardaría un segundo coqueteo con la Fórmula 1, esta vez dentro del equipo Williams y como tercer piloto. Pero cuando ya tenía el contrato firmado con el jefe Frank Williams, fue Francisco Camps y su Generalitat Valenciana la que no cumplió con la firma del acuerdo, que hubiera permitido tener al valenciano corriendo con los mejores.
Él mejor que nadie puede explicar en primera persona lo que se siente estando en manos de intereses políticos y económicos, mucho más influyentes que el talento al volante, pero eso no impide que recuerde con cariño una gran etapa de su carrera profesional. “Fue una aventura muy buena siendo probador de dos equipos de Fórmula 1, y no todo el mundo lo puede decir”.
Entonces apareció en su vida el concesionario de Paterna Ford Autolix, su gran apoyo y patrocinador desde entonces.
Tras volver de Estados Unidos donde corrió la Champ Car siendo quinto de la general y segundo en la clasificación de ‘rookies’ (de nuevo los asuntos económicos, esta vez en forma de crisis financiera de su equipo, frenaron su trayectoria), comenzó una breve aventura en los Rallyes que confirmaron lo que todos ya sabían: que su talento innato al volante sirve para cualquier modalidad.
Sólo así se explica que en su primera experiencia con un Ford Fiesta R2 que le cedió Ford Autolix alcanzara el segundo lugar, en el Campeonato de España de Rallyes de asfalto.
Ni con todo este currículum es fácil encontrar patrocinadores hoy en día, pero eso jamás ha desanimado a un luchador infatigable, y loco del mundo del motor, como es Borja García.
Hay vida más allá de la Fórmula 1
Su ejemplo y el de muchos otros sirve para concienciar a pilotos y aficionados de que hay vida más allá del ‘Gran Circo’, y que no llegar ahí no es sinónimo de no poder tener una exitosa y reconocida trayectoria con el volante entre las manos.
“En la Fórmula 1 pesa más la política y el apellido que puedas traer, por eso le digo a todo el mundo que no enfoquen su carrera pensando exclusivamente en la Fórmula 1. Aparte de ser muy bueno tienes que tener mucha ayuda política, un muy buen manager y luego sobre todo tener muchos maletines para poder meterte ahí”, afirma Borja.
A él ahora le va fantásticamente bien en la NASCAR europea, ya en su tercera temporada dentro de una competición que corre gracias al Ford Mustang de su principal patrocinador, y tras vencer el pasado fin de semana en Holanda ahora se encuentra más cerca de alcanzar otro hito en su dilatada trayectoria deportiva.
Porque actualmente Borja García lidera la clasificación general con algo más de medio campeonato disputado (todo arrancó en Valencia, en el circuito de Cheste), y todos saben que el premio para el vencedor final es un pasaje a la cuna de la competición NASCAR: “La idea es ganar el campeonato para poder dar el salto a Estados Unidos”.
Allí sería el primer valenciano en correr y también español. “A ver si puedo lograr otra hazaña”, nos cuenta un ilusionado Borja, para el que su éxito reciente es fruto de no haberse obsesionado tras la experiencia en la Fórmula 1.
Si te enfocas solo en un campeonato al final estas muerto, porque a lo mejor te desilusionas y pierdes el carro de otra cosa que puede ser mejor para tu carrera”.
Lamenta que el gran público y la mayoría de aficionados al motor en España sólo se fijen en Alonso o Sainz, “estaba el caso de Oriol Servià, que lleva muchos años corriendo en Estados Unidos y la gente ni lo sabía”, y finaliza esta cita con Yosoynoticia.es dejando un consejo a los jóvenes pilotos y sus entornos que sueñan con seguir sus pasos.
“Lo primero y clave es que al chaval le tiene que gustar todo esto. Hay muchos padres que les obligan y al final tanto el padre como el patrocinador se gastan mucho dinero, pero el niño cuando tiene 15-16 años dice que ya no quiere más”.
“Hay que pasárselo bien, aprender y si luego por suerte tienes medios a nivel de patrocinadores tal vez puedas ir ganando campeonatos y subir la escalera de este deporte. Nunca olvidarte de hacerlo lo mejor que puedas y sobre todo disfrutar el momento, sin excesivos agobios”, concluye.
