Carmen Boix, piloto valenciana: “Todavía hay quien se pica porque una chica le gane” | Yo soy noticia
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Cuando la lucha vale la pena

Carmen se adentró en el mundo del motor gracias a la pasión que le viene de familia, ya que su padre competía y su hermano mayor también.

Tras una selección en la escuela del Circuit Ricardo Tormo, la Fórmula de Campeones, Carmen fue escogida para competir con tan solo 8 años y comenzó a formarse hacia la profesionalidad que hoy demuestra.

En su primera carrera ya dejó ver su talento logrando una tercera posición y, desde entonces, ha participado en multitud de campeonatos.

En karting ha disputado el de la Comunidad Valenciana, el de Cataluña, el de España y el Europeo; en fórmula se hizo un hueco en la India, en el Campeonato de España de Resistencia y actualmente en la NASCAR.

«Te patrocinan para tener un retorno publicitario, así que si no tienes palmarés no te patrocinan, es un bucle»

Para Boix no fue fácil lograr este palmarés, y lo consiguió gracias al esfuerzo y al talento que lleva en la sangre: “Al principio cuesta mucho, hay que tener mucha paciencia”.

En el automovilismo, arrancar tu carrera deportiva es la parte más costosa: “Te patrocinan para tener un retorno publicitario, así que si no tienes palmarés no te patrocinan, es un bucle”.

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La piloto valenciana cree que al ser mujer, y haber logrado buenos resultados tiene más impacto mediático que otros pilotos, pero sigue siendo insuficiente: “La gente ve la Fórmula 1 y MotoGP, ningún otro campeonato. Es un mundo muy complicado, impresionantemente bonito pero muy difícil”.

«Ni los niños ni los padres llevaban bien que una chica les ganara»

De su completa experiencia deportiva, Carmen nunca olvidará aquel día de 2011 en el que se alzó con la victoria en el Campeonato de España. Fue la primera chica en lograrlo y su alegría se contagió por todo el circuito, algo que la piloto no esperaba.

“Me sorprendió porque no llevaban bien que les ganara una chica, ni los niños ni los padres. De hecho, de pequeña lo pasé mal porque siempre me daban golpes en alguna tanda o me tiraban. Por suerte ahora eso ya no me sucede tanto, pero siempre hay quien se pica porque una chica le gane, es así de triste”.

Una etapa inesperada

Tras tres años sin pisar el asfalto por falta de patrocinadores, Carmen ha conseguido adentrarse en la Euro NASCAR: “Tengo buena relación con Borja García y con su padre, siempre me decían que les gustaría compartir coche conmigo y por fin lo he conseguido este año gracias al grupo Pitillos.”

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Su principal objetivo es ganar en la categoría de chicas, y poder volar a Estados Unidos a una prueba que le ayudará a subir un escalón más hacia su sueño, así como alcanzar el top 8 en Junior.

Tiene muy claras las metas esta temporada, pero todavía no quiere pensar en el próximo año: “Me ha costado mucho conseguir patrocinadores, así que de momento solo pienso en disfrutar esta temporada”.

Aunque su equipo ya le ha planteado disputar la Copa Maserati, oportunidad que no quiere dejar escapar: “Me interesa mucho aceptar la propuesta, pero ya pensaré en el año que viene este verano”.

La meta final

Cuando comenzó a competir, Carmen sí que se planteaba llegar a la Fórmula 1, pero los años de experiencia le han cambiado las ideas y su camino: “Ahora lo veo más complicado porque cada temporada cuesta muchísimo dinero y, además, me he dado cuenta de que disfruto más con los coches que con los fórmula”.

«Simplemente quiero poder vivir de mi pasión»

Y aunque muy poca gente vive de este deporte en España, Boix sueña con poder hacerlo en cualquier parte del mundo: “No me importaría marcharme a Estados Unidos, o cualquier otro lugar. Simplemente quiero poder vivir de mi pasión, y no estar siempre sufriendo por si tengo patrocinadores o no.”

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Una larga lucha en la que ha tenido como pilar fundamental a su familia, quienes siempre le han apoyado en sus sueños: “Económicamente no han tenido que ayudarme de manera excesiva porque siempre he tenido patrocinadores, más grandes o más pequeños, pero siempre podía contar con alguno.”

Pero para la madre de Carmen no ha sido fácil acompañarla en cada carrera, ya que sufre mucho viéndola pilotar un coche a 200 kilómetros por hora.

Cuando le conté que iba a volver a competir se echó las manos a la cabeza. De hecho, en la cita en Valencia hubo un golpe fuerte entre dos coches, y mi madre al día siguiente no quería ni venir a verme”.

La piloto aceptó correr un alto riesgo desde el día en el que se presentó a las pruebas de selección de la escuela del Circuit, una adrenalina de la que no ha podido desprenderse y de la que espera poder vivir el resto de su vida.

Boix no tiene miedo a nada, y a pesar de los comentarios que tuvo que soportar cuando comenzó a competir, no se dejó influenciar y es un claro ejemplo de perseverancia y talento.

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