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Manuel ‘Champi’ Herreros pasó a la historia como el último y gran campeón de 80cc en el Mundial de Motociclismo
Más vale tarde que nunca
Champi nació en Villarrobledo, Albacete, el 20 de abril de 1963. Por motivos de trabajo, su padre decidió mudarse a Torrent cuando Manuel solo tenía siete meses.
El colegio nunca fue lo suyo, y es que lo que de verdad le apasionaba era el mundo del motor. Pasaba las tardes en un taller de manera altruista, en el que conoció a Pascual Royo, quien sería una pieza clave en su carrera deportiva. Pascual tenía un taller en Valencia y Champi comenzó a trabajar con él en Moto Two.
Con una Bultaco Junior 125 comenzó a trazar sus primeras curvas en su pueblo
Cuando ya tenía 14 años, Pascual le invitó a ver la primera carrera de su vida en Guadasar, pero Champi no se impresionó y dejó claro que él también podía manejar una moto con la misma destreza que aquellos pilotos, así que con una Bultaco Junior 125 comenzó a trazar sus primeras curvas en su pueblo, en Torrent.
Por problemas mecánicos, Herreros se cambió a una Bultaco Streaker 125, una moto muy salvaje con la que disputó cinco carreras en el Territorial Valenciano, pero no logró dominarla.
Decidieron darse una última oportunidad y participaron en una carrera en Jarama en homenaje a Nieto y Tormo, y si no salía bien dejaban el mundo de la competición. Quizás fue por la presión del momento, pero Champi logró allí su primera e increíble victoria.
Junto a una Derbi 80, una Ossa 250 y la Bultaco, Herreros logró el oro en veintidós carreras Junior, todas y cada una en las que participó.
Más tarde en Super, con una BMA consiguió algún podio, así como en 80 con una Metrakit alquilada con la que ya había corrido el gran Aspar.
En 1984, Pascual y Champi le compraron una MBA 125 a Tormo, con la que ganó la primera prueba Nacional en Cullera. La ilusión era tal, que Pascual le inscribió en una carrera mundialista en el Jarama.
Champi llegó a rodar en tercera posición por detrás de Lazzarini y Nieto, algo que ninguno de ellos esperaba. Finalmente logró terminar quinto en su primera carrera en el Mundial.
Un pequeño hueco en un gran equipo
Derbi se quedó sin su gran piloto, Ricardo Tormo, tras el grave accidente que sufrió probando su moto, así que la fábrica decidió darle una oportunidad a nuevos pilotos.
Tras las pruebas, Champi iguala el tiempo de Aspar, por lo que le fichan para Jarama en 1985, donde logra el bronce por detrás de Aspar y Dorflinger. Por su destreza, deciden llevarle a Alemania e Italia, circuitos totalmente desconocidos para el valenciano.
En Alemania tuvo problemas mecánicos, pero en Italia, tras salir último, logró la plata. Esto convenció a Derbi del talento del piloto y le ficharon para toda la temporada, logrando un cuarto puesto final en el Mundial.
En 1986, Champi se alza ya como piloto oficial Derbi, con Nieto y Aspar como compañeros. Ángel se retiró al final de aquella temporada, y Derbi incorpora en sus filas a dos jóvenes promesas: Álex Crivillé y Julián Miralles.
En 1987, Champi logró otro segundo puesto. En la temporada de 1988 las cosas cambiaron, y es que Crivillé no aceptaba ser el piloto “segundón”, así que no aceptó las órdenes del equipo y se metió por medio de Champi.
En Assen, Herreros sufrió un accidente en el que le amputaron un dedo del pie y finalizó la temporada en una cuarta posición.
En 1989, Sito gana en 250 con Honda, Crivillé vence en 125 con JJ-Cobas, y Herreros lo hace con Derbi en 80cc.
Champi pasó a ser recordado como el último gran campeón de 80cc
Este año fue el último antes de la desaparición de la categoría en el Mundial, por lo que Champi pasó a ser recordado como el último gran campeón de 80cc. Aunque no logró ningún oro esa temporada, su constancia en el podio le otorgó el título de campeón sobre su Derbi.
Cambio de rumbo
Con dos cuartos puestos, dos subcampeonatos y un campeonato Mundial en el palmarés de Champi, Derbi no cuenta con el piloto valenciano para la siguiente temporada. Pero esto no le quitó la ilusión y decidió continuar luchando por su pasión.
Decidió montar su propio equipo en el que, con el único apoyo de Pascual Royo, logró puntuar en la carrera de Jerez. Finalmente, el piloto desistió y comenzó un nuevo camino en su vida.
Tras muchos años dedicándose a su huerto, a sus caballos y a su familia, vuelve al mundo de las dos ruedas con un nuevo pequeño equipo, un proyecto que inició junto a su socio José Millán y con el apoyo del Ayuntamiento de Torrent.
El Circuit y la Generalitat le apoyaron en gran medida, todo encuadrado dentro de la Formación Motociclismo Torrent.
Desde entonces, Herreros dirige su propia escudería, el Champi Team, que compite en el Campeonato de España de Velocidad. Además, ha creado el Champi Team Women Racing, un equipo en manos de mujeres pilotos, telemétricas y mecánicas, en el que están logrando grandes éxitos.
El camino como piloto llevó al campeón a un presente totalmente inesperado, pero del que disfruta de cada día de su nueva vida, apasionado por enseñar y por darle una oportunidad a aquellas jóvenes promesas que necesitan un apoyo económico, como él lo requirió, para lograr su sueño.
