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El valenciano se ha proclamado campeón de 85cc en el Campeonato de España de Velocidad a falta de dos carreras para que finalice la temporada y, además, logrando todas y cada una de las victorias
Sus primeras curvas
Iván Ortolá Díez nació en Valencia el 4 de julio del 2004, y desde bien pequeño ya se «volvía loco con el ruido de las motos». Cuatro años más tarde, comenzó a aprender a pilotar una minimoto en la escuela KSB Sport para sorpresa de su familia, y es que ninguno de ellos son aficionados a este deporte.
Iván dio sus primeros pasos en el mundo de la competición en la Liga Interescuelas de Chicho Lorenzo y Kike Bañuls, desde donde pasó a la Copa LEM: “Hacíamos carreras para divertirnos simplemente”.
Tras esto, pasó a competir al Campeonato de España y, hoy en día, ya es campeón de 85cc a falta de dos carreras para que finalice la temporada: “Ha sido una gran alegría para mí, porque el año pasado no conocía un circuito grande ni este tipo de motos».
Este año, por fin, hemos logrado no solo ganar alguna carrera, sino el campeonato».
“Empecé las primeras carreras quedando tercero y cuarto, y en las últimas ya hacía podiums. Este año, por fin, hemos logrado no solo ganar alguna carrera, sino el campeonato”, añade Iván.
Esta temporada el joven piloto se fijó el objetivo de ganar desde que disputó la primera carrera, y lo ha cumplido con creces: “Quería ser campeón, aunque no fuera con todas las victorias”.
Un título que se ha ganado a pulso logrando el oro en cada carrera, y que ha consolidado su apodo de ‘Pepino’, el que su padre le brindó por la película ‘Los niños del coro’.
Un esperanzador camino por delante
Aunque todavía no sabe en qué categoría podrá participar el próximo año, tiene claro que le gustaría poder hacerlo en el FIM CEV: “Esté en la categoría en la que esté, lo haré lo mejor que pueda”.
A pesar de su corta edad, Iván tiene claro que su sueño es ser piloto de motociclismo y que tiene que luchar día a día para poder lograrlo: “Me encantaría poder correr en MotoGP y ser como Valentino Rossi”. Un referente en el que se fija desde bien pequeño.
Para ello entrena cuatro días a la semana, además de preparase físicamente y cuidar su alimentación. Y es que el motociclismo no es solo la lucha que se ve a pie de pista, sino todo el esfuerzo que hay detrás de cada piloto por dar el máximo en carrera.
Algo que muestra en todas las pruebas, y especialmente en Jerez y Montmeló: “Son los circuitos en los que más a gusto me siento, y que más me divierten por las trazadas y las curvas rápidas”.
Fue muy emocionante el paso por línea de meta al ganar el campeonato».
Aunque todavía le quedan muchos circuitos de los que disfrutar y multitud de momentos especiales que vivir gracias a su pasión, Iván no duda en responder cuando se le pregunta por el recuerdo que guarda con más cariño: “El paso por línea de meta al ganar el campeonato este año. Fue algo muy emocionante para mí.”
Esa victoria conlleva muchas horas de trabajo e ilusión que se esconden en un joven piloto de tan solo 13 años, y que es posible gracias al incondicional apoyo de sus padres, que hacen todo lo que está en sus manos para que Iván pueda continuar subiendo escalones hacia sueño.
Con el título de campeón de España más que logrado, este año Iván seguirá divirtiéndose encima de la moto a la espera de asegurarse un lugar en la parrilla del FIM. La lucha y el trabajo constante le están llevando, poco a poco, a conseguir aquello con lo que sueña: ser un gran piloto de motociclismo.
