La Subida al Garbí sueña con volver a rugir en la Sierra Calderona | Yo soy noticia

La paciencia del comité organizador de la Subida al Garbí, integrado por la Escudería Bengala, la Federación de Automovilismo de la Comunidad Valenciana y el Ayuntamiento de Serra, está llegando a su fin. Pese a incluir la prueba en el calendario anual de la FACV, temen recibir, como ya ocurriera en pasadas ediciones, la negativa por parte de la Consellería de Medio Ambiente de la Generalitat.

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Lo han vivido de primera mano durante dos años consecutivos. Hacer para deshacer. Aceptar para rechazar. Convocar para desconvocar. Así les ocurrió la pasada temporada, cuando a falta de menos de un día para desarrollarse la prueba recibieron un comunicado oficial que les obligó a volver a abortar la 46 edición de la Subida al Garbí, con todo lo que eso conlleva.

Una vez más, la Consellería de Medio Ambiente se aferró a la orden del Consell aprobada en 2010, que inutilizó y paró los pies a las normativas vigentes, el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG), y con su aprobación les dejó cinco años de margen –de 2010 a 2015– para buscarse un nuevo recinto.

Les culparon de atentar contra la estabilidad y la conservación del Parque Natural de la Sierra Calderona, paraje que llevaba muchos años albergando una de las pruebas más ilustres de la Comunidad Valenciana. Así pues, ante tanta dificultad judicial y falta de tiempo, en 2016 tuvieron que desistir, cancelar lo organizado y guardar fuerzas para luchar este año.

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Así lo ratifica Manolo Durán, director deportivo de la FACV y organizador de la Subida al Garbí, quien ha palpado la tensión entre ambas partes y ahora sueña con recibir esa respuesta afirmativa que les permita celebrar la 46 edición: “Estamos dispuestos a negociar y adaptarnos a todo, ya que creemos que hablando se puede llegar a buen puerto. Velamos únicamente por el deporte y sus aficionados, nunca por los problemas.

Estamos dispuestos a negociar y adaptarnos a todo, ya que velamos únicamente por el deporte y sus aficionados, nunca por los problemas”, explica Manolo Durán

Además, insiste una y otra vez, sin fin, en que se trata de una prueba centenaria que data de 1906 y que arrastra masas a las localidades cercanas, y con ellas grandes cantidades de dinero. Bien lo saben y lo han certificado durante tantos años las empresas de la zona, quienes han vinculado el aumento de sus ingresos con la celebración de la prueba.

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Aún así, pese a tanta insistencia, llevan desde el 13 de septiembre –fecha indicada para anunciar la presentación de la prueba– esperando esa respuesta de la Consellería de Medio Ambiente que les asegure la disputa de la 46 edición de la Subida al Garbí, fechada por ahora para el próximo 17 de diciembre y para la que ya se han inscrito muchas personas.

De esta manera, a la espera de recibir con antelación una respuesta favorable que les permita trabajar y organizar una de las ediciones más esperadas, después de dos años de inactividad, el comité organizador sueña con volver a rugir con la Subida al Garbí en la Sierra Calderona.

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