La valenciana Carmen Boix y un sueño caro pero no imposible: ser la primera mujer española en la NASCAR americana | Yo soy noticia

Con apenas 22 años, si estuviéramos hablando de otro deporte diríamos que es una ‘niña’, con toda la carrera por delante, pero eso en el ámbito de las cuatro ruedas no funciona así. Aquí, antes que la edad y el currículum, pesan sobremanera el dinero y los contactos, la capacidad de atraer patrocinadores que ‘paguen la fiesta’.

Carmen lo sabe muy bien, y por eso en sus palabras se entremezclan pesar por esta realidad pero también ilusión por no saber qué le aguarda el futuro. Su optimismo se palpa al otro lado del teléfono mientras atiende la llamada de Yosoynoticia.es, repasando lo que ha sido un curso 2017 que ha recuperado a Carmen Boix para las carreras.

¿Dónde estaba la campeona valenciana?

Criada en la Fórmula de Campeones del Circuito Ricardo Tormo de Cheste, el nombre de Carmen Boix siempre estuvo presente cuando año tras año se analizaba el estado de las jóvenes promesas del karting español y europeo.

Su título de campeona de España de karting le abrió puertas a nivel continental y le hizo albergar ilusiones de un futuro en la cima, tal vez en la Fórmula 1.

Pero el salto del karting a los fórmulas es muy cruel, y sin el riñón económico necesario dependes exclusivamente de la confianza de patrocinadores. Una utopía para tantos y tantos talentos como el de Carmen, que de repente y con 18 años se vio fuera del mundo de las carreras.

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Este deporte es precioso y apasionante, pero es muy caro y cuesta mucho encontrar patrocinadores porque no depende de ti solo. Necesitas contactos, ser super puntero y además luego tener muchísima suerte», advierte.

Puntera ella lo ha sido un rato, y además aguantando que otros chicos y sus padres no vieran con buenos ojos que una mujer les adelantara y quedara por delante de ellos.

Se ha curtido al volante y también psicológicamente, un aprendizaje que cuando llegaron los años de ‘oscuridad’, tres en concreto, supo gestionar con paciencia aguardando una oportunidad que por fin llamó a su puerta a mediados del pasado 2017.

“Nunca había perdido ese gusanillo competitivo”, afirma Carmen, que el año pasado llegó a la primera carrera de la NASCAR Europea cuatro días después de recibir la llamada que le confirmaba como piloto del equipo. Dos escuderías y tres coches después, completando todo el calendario y ganándose cada fin de semana el derecho a correr en la siguiente prueba, Carmen puede decir que ha sido un año más que positivo.

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La mejor mujer de la NASCAR Europea a nivel clasificatorio, y su undécimo puesto en una general plagada de hombres confirma que los 3 años previos en boxes no le han hecho perder ni un ápice de su talento al volante. “Mi idea es irme en 2-3 años a la NASCAR de Estados Unidos, sería mi ilusión vivir de lo que me apasiona”.

Allí, de lograrlo, sería la primera mujer española. El pasado de la competición estadounidense ya tuvo a un piloto español como Ander Vilariño, presente tras ganar la EURO NASCAR.

El sueño americano

Carmen sueña despierta pero tiene los pies en el suelo. Por si lo de las carreras no le da para vivir en el futuro se ha preocupado, siempre bien aconsejada por su familia, de formarse académicamente. Estudió ‘Marketing y Publicidad’ y ahora “he empezado ‘Bussiness Management’. Claramente necesito algo por si mi carrera deportiva y mi apuesta ahí no funciona”.

Junto a su manager Carlos Molla ya afronta el 2018 con la misión de encontrar patrocinadores que le permitan mantenerse en los turismos de la NASCAR Europea. Una competición compleja por la falta de circuitos adaptados en el Viejo Continente, pero una gran ventana para exhibirse y llamar la atención de los equipos norteamericanos.

Esos con los que contactó en la gala del mes pasado en Charlotte, Carolina del Norte, donde recibió el reconocimiento a su papel en la temporada recién finalizada. Allí también estuvo presente el otro valenciano en la competición, y un buen amigo suyo, como Borja García.

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“Gracias a esta temporada espero que sea más fácil encontrar patrocinios, pero nadie me puede garantizar nada. Tiene que interesarle a las marcas, que haya salido en sitios que a ellos les interesa, y en España prácticamente solo se retransmite Fórmula 1”, apunta la valenciana.

En Alemania o Italia sí que retransmiten las carreras en directo, y en esos países los pilotos tienen más facilidad para encontrar apoyos económicos”, añade.

Hacer un top 6 de la general si puede subirse a un coche en 2018 sería un objetivo realista y perfecto para ella, en su segundo año en la NASCAR Europea. Podría significar acortar el camino hasta los Estados Unidos y hacia una competición fetiche por aquellos lares, que precisamente acaba de perder por su retirada al referente femenino llamado Danica Patrick.

Tal vez ser mujer, sumado a los resultados y a su formación, le añada un plus en el futuro, pero Carmen no quiere pensar en eso por ahora. Primero encontrar apoyos económicos, luego seguir asombrando sobre el asfalto y luego ya tocar con fuerza a la puerta del sueño americano.

Para que entonces, con argumentos de peso a su favor, nadie pueda ponerle pegas en su intento por conquistar terreno inexplorado para las pilotos españolas.

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