Agotada la experiencia en la Renault Sport Racing Academy, el centro para jóvenes talentos del automovilismo mundial que contó con Marta durante la pasada temporada, es momento de hacer bueno lo aprendido y de aprovechar la mejora física y de confianza para encontrar una nueva oportunidad en el automovilismo.
Así está viviendo Marta García la experiencia de formar parte de la academia Renault
Renault Sport Racing Academy
Marta García anunció a principios del 2017 que iba a ser una de los 6 pilotos junior escogidos por la escudería francesa para ser tutelados bajo su supervisión, repitiendo además en una Fórmula 4 española donde ahora podía exhibir los nuevos conocimientos que iba a ir adquiriendo.
Han sido meses de viajar puntualmente a la fábrica que Renault tiene cerca de Londres, a exprimir al máximo marcadas jornadas donde las horas de simulador, y sobre todo el tiempo de trabajo físico y de actividades en equipo al aire libre (escalada, bicicleta, kayak, etc.), han centrado la agenda de la valenciana.
Una aventura diferente a todo lo que había vivido Marta con anterioridad, saliendo de su zona de confort una de las pilotos españolas que más carreras había disputado en el karting, además con excelentes resultados tanto a nivel nacional como internacional.
“Ha sido una gran experiencia porque he aprendido muchas cosas de pilotaje, y como persona he crecido después de estar dentro y relacionarme con la gente de Renault en diferentes idiomas, tener que hablar en público… Me llevo bastantes cosas buenas de la experiencia del programa de Renault, aunque luego los resultados no han sido los esperados”, añade vía telefónica Marta.
Se refiere al 9º puesto en la general de la Fórmula 4 española 2017, siendo el podium o a lo sumo un cuarto puesto final el reto marcado desde Renault para ella.
La suerte, entre otros factores, también influye, y en un año importante para su futuro en el automovilismo la clasificación final enrolada en el equipo MP MotorSport no ha respaldado el talento de Marta García, que ahora encara el 2018 ya fuera del círculo de pilotos promesas de la marca del rombo.
Un presente en Barcelona
El Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat, el famoso CAR, es su casa desde el pasado mes de septiembre, acogiéndola de lunes a viernes para los estudios y entrenamientos físicos antes de volverse cada fin de semana a la localidad de Gandía, donde reside su familia.
En el CAR, como deportista de élite que es, Marta debe justificar para este 2018 un plan deportivo de competición además de seguir avanzando en los estudios, donde por cierto ya planea apostar por la carrera de Derecho como una vía para tener otra salida diferente en un futuro lejos del motor.
“Para esta temporada aun no sé lo que voy a hacer, no sé si voy a poder correr porque aún no tengo un apoyo económico fuerte de algún patrocinador. A ver si puedo hacer una categoría de resistencia o de turismos, a lo mejor fuera de los fórmula que son más caros”, explica Marta, ya sin el respaldo financiero de una gran marca como Renault.
Es la cruda realidad de uno de los grandes talentos del automovilismo en España, todavía menor de edad pero ya con un currículum a sus espaldas que impresiona.
Por eso se fijó en ella la escudería francesa, asombrada por la trayectoria de una mujer que poseía los mejores resultados en su categoría a nivel mundial, habiendo participado en más de 500 carreras en los cinco años previos donde también fue emblema de la Fórmula de Campeones del Circuito de Cheste.
Aguardan meses por delante donde seguir centrada en los estudios, pero sin olvidar que su beca anual del CAR de Sant Cugat le exige también unos resultados y presencia en competiciones deportivas.
Su padre es quien lucha en la sombra porque aparezcan esas oportunidades económicas tan necesarias en forma de sponsors, sin perder el contacto con Campos Racing, quienes apostaron en el pasado por la piloto nacida en Dénia.
El tiempo dirá si Marta, mucho más completa tanto física como psicológicamente después de vivir unos meses inolvidables dentro de esta estructura de jóvenes promesas del motor que es la Renault Sport Racing Academy, se puede sentar al volante en este 2018.
Su talento y ambición son cartas ganadoras en este ámbito, pero por desgracia ella también está sometida a la falta de apoyos que amenazan el desarrollo de carreras deportivas como la suya.