Vicente Boix
Santi Carnicer y su copiloto, Albert Garduño, que llevaban hasta esta edición ganando el Rally de la Comunidad Valenciana de manera consecutiva durante los últimos cuatro años, forman una de las mejores parejas nunca vistas
Santi Carnicer vive la vida a 220 kilómetros por hora. En la pista y fuera de ella. Nada ni nadie puede toserle. A sus 48 años, el piloto de Alcora (Castellón) no se pone límites, –“no puede”–, explica. La competición ocupa prácticamente todos sus quehaceres semanales. No se la puede quitar de la cabeza, aunque admite que “el trabajo está por encima de todo. Es lo que te da de comer”.
Ha pasado de vivirla como un hobby semanal a tenerla presente en todos sus entrenamientos, incluso en su tiempo libre. Es la que le ha llevado recientemente a lo más alto. Motos, coches, rallyes. Ha probado suerte en todas las disciplinas, hasta que dio en la tecla hace unos años y se proclamó seis veces campeón del Rally de la Comunidad Valenciana de manera consecutiva. He aquí su gran gesta.
Se ha proclamado seis veces campeón del Rally de la Comunidad Valenciana de manera consecutiva
De pequeño, camino al colegio, ya aplastaba su narizota en todas las tiendas de motos de su barrio. Siempre soñó con tener una, registrarla a su nombre y, por qué no, llegar a competir sobre ella en un evento nacional. Mientras tanto, tuvo que convivir con los comentarios de los menos optimistas, hasta que los acalló en 1991, cuando se alzó con el Campeonato Regional Enduro Júnior.
Sin embargo, por aquel entonces, lo conocían los “colegas” y pocos más; –“los del mundo del motor”–, recuerda con añoranza. No fue hasta cinco años después cuando dio el salto a los europeos, de la mano de la modalidad scratch rallyes t.t en Alfer, Aragón, Guimaraes, Baja Italia, y se proclamó subcampeón de España de Rallyes de Tierra sobre su Honda.
Una vez asentado en la categoría, después de cosechar varios títulos y podios, tuvo que hacer un alto en el camino y volver a pisar fuerte tres años después. Eso sí, sobre un rally. “Sufrí un accidente en el Campeonato de España de Rallyes de Tierra disputado en Granada, que, tras rozar mínimamente la médula, me llevó a perder la sensibilidad del brazo izquierdo durante dos meses. Tuve mucha suerte; el resultado pudo haber sido mucho peor”, explica.
Sufrí un accidente que, tras rozar mínimamente la médula, me llevó a perder la sensibilidad del brazo izquierdo durante dos meses”, recuerda Santi
Por ello, tras un año de inactividad y rehabilitación, empezó a entrenar de sol a sol junto a su copiloto –“una figura clave en su evolución, como lo fuera en su momento Abel Blázquez y Víctor Buades”, admite–, hasta el punto de vencer en 2007 el Regional Rallysprints con su Renault Maxi-Megane y el Regional de Rallyes sobre su Subaru N16, encadenando así un total de cinco triunfos de manera consecutiva –de 2012 a 2016–, primero con un Subaru Impreza WRC y los últimos tres con un Ford Fiesta R5.
Nadie pudo frenarle, ni las instrucciones de su copiloto, Albert Garduño. La pareja valenciano-catalana dejó inscrito sus nombres en el palmares de la competición de manera prolongada, hasta que en esta edición se toparon con una descalificación y, tiempo después, con la figura de Santi Cañizares y Ricardo Ranero, que realizaron una gran actuación sobre su Porsche 911 GT3 en el campeonato autonómico.
Ambas parejas combatieron por el título en unas carreras finales de infarto, que se vieron condicionadas por su exclusión en la fase de Castellón, que les acabó privando de alzarse con el título. “Fue una pena, ya que llegamos a la última carrera con 200 puntos menos que nuestros rivales por la sanción. Volvimos a ganar, como el 95% de las fases, pero no nos sirvió para alcanzar el primer puesto”, afirma el castellonense.
Ganamos la última carrera en Valencia, como el 95% de las fases, pero no nos sirvió para alcanzar el primer puesto. Fue una pena”, recuerda Carnicer
Así pues, el piloto castellonense Santi Carnicer se quedó a las puertas de reeditar su séptimo título autonómico, logrando así un meritorio segundo puesto que le lleva a lo más alto de los rallyes valencianos. Suman así un éxito muy importante. Uno más. Por ello, sus seguidores aguardan con pasividad la próxima competición; tranquilos, sabedores de que el presente del rally valenciano está en las mejores manos.
