Talento y constancia: el ejemplo de la ‘araña’ de la Fórmula de Campeones | Yo soy noticia

Uno de los últimos casos es el de un jovencísimo niño de 8 años recién cumplidos, Daniel Dallakyan Poghosyan, valenciano de nacimiento y de padres armenios, cuya trayectoria ascendente genera preguntas habituales.

¿Es demasiado pronto para analizar a un talento precoz? ¿Se puede prever cuál será el futuro en el motor de un piloto tan ‘tierno’, pero que evoluciona rápidamente y contra niños más mayores? ¿Cómo cuidarle dentro del siempre competitivo y mediático mundo del deporte?

Un ‘descarado’ sobre el asfalto

En la pista nadie diría que apenas cuenta con 8 años de edad, y que en recientes citas como la de Oropesa, donde arrancaba el Campeonato de la Comunidad Valenciana de Karts, pudiera ser capaz de tutear a los primeros clasificados. Niños hasta 3 años mayores que Dani Dallakyan.

Fuera de ella su personalidad, su carisma, su ‘algo’ que nadie sabe describir, también deja boquiabierto a más de uno. Y no es ‘humo’ periodístico, no se trata de ensalzar de primeras a un chavalín que apenas empieza a despuntar en el complejo mundo del automovilismo. Se trata de prestar atención a las señales.

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Tanto su padre Eduard, que le acompaña a todas partes y también le entrena 2 veces a la semana en CrossFit Grau, como sobre todo Marco Rodríguez, el Director de la prestigiosa Fórmula de Campeones en el Circuito de Cheste, que vela por Dani (como por los otros 7 pilotos que componen el equipo de este año actualmente) en cada entrenamiento y carrera, saben de lo que hablamos.

Más que el talento natural para conducir, que eso es imposible de valorar en un niño tan pequeño, lo que tiene es un talento natural para mantener la compostura, para comportarse como un deportista”.

“Es muy niño y claro que todavía juega con sus cochecitos pequeños, pero tiene rasgos en su comportamiento que denotan que viene de una familia de deportistas por su padre y tío. Sabe sufrir y pelear, tiene un talento especial para eso y además conduce cada vez mejor en su proceso de crecimiento”, añade Marco.

Una evolución que ya le ha granjeado el apodo de ‘araña’ por cómo se agarra a la pista, pero sigue asombrando entre los que mejor le conocen y le tratan, y esto sea tal vez lo más destacado en un piloto tan jovencito, la forma en que se maneja cuando toca frenar y bajarse del kart.

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Emocionante gesto en Oropesa

Que Dani es especial lo puede contar este humilde periodista, o ponerlo en boca de su padre o el Director de la Fórmula de Campeones, pero solo basta con prestar atención a algunos detalles y entonces su figura se agranda por encima de los apenas 8 años de edad que atesora.

El último de ellos fue en la localidad castellonense de Oropesa, iniciando su segundo Campeonato de la Comunidad Valenciana de Karts y firmando un espectacular quinto puesto entre casi 20 pilotos, siendo el más pequeño con diferencia.

En un entorno donde tener 8 o 11 años puede marcar una gran diferencia, ningún Alevín de su edad destaca tanto como él.

Y nadie además es capaz de robarle protagonismo tampoco cuando se baja la bandera a cuadros.

Es ahí cuando todavía brilla con más fuerza el carisma innato y la personalidad de Daniel Dallakyan, el único de toda la parrilla que fue capaz de tener, sin que se lo dijese nadie, un gesto de solidaridad con un compañero que ha dado mucho que hablar.

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“Se hizo una cola cuesta abajo, entrando para la báscula de pesaje de los karts al acabar la carrera. Los coches están apagados y van por inercia, y a su compañero se le fue el suyo contra la valla sin poder salir de ahí. Dani dejó el suyo para ayudar a su compañero y poder enderezarlo”, rememora un emocionado Marco Rodríguez.

Gestos en un niño al que describen como “normal’, “alegre” y sobre todo “muy bien educado”.

Alguien que no le da importancia a ese tipo de actos, un niño en la más amplia extensión de la palabra que hasta hace bien poco fantaseaba con ser Márquez o Pedrosa, con dos motos de juguete en sus manos. Sólo necesitaba el suelo y su imaginación para ser feliz.

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“En el deporte todo lo que no es ganar son excusas”

Frase acuñada por el piloto y también trail runner Álvaro Barba, un lema que vale para analizar el presente y futuro de cualquier joven talento precoz.

Y no para meterle presión, sino para entender que si alguien tiene que llegar a la élite lo hará ayudado por un entorno y formación adecuadas, y si no, pues es inútil echar la culpa al entrenador, al vecino o, en el mundo del motor, al tan manido tema de la alta inversión económica que deben realizar los progenitores.

“El tema de los sponsors es complicado pero no hay que lamentarse antes de tiempo, si tiene que llegar algo bueno llegará y lo que toca es trabajar mientras tanto, formándose lo mejor posible. No conviene marear a padres y niños con este tema antes de tiempo”, apunta Marco, que por su experiencia ha tenido casos de todo tipo.

Bajo su punto de vista, aplicable al caso de Daniel Dallakyan que estamos analizando en este reportaje, “los niños tienen que saber que han entrado en un deporte donde no hay más remedio que ser los mejores”.

El entorno debe respetar y sobre todo trabajar para crear una estructura en torno al niño que lo haga, en el momento adecuado, ser conocido y que alguna marca apueste por él”, añade.

La Fórmula para el éxito en el automovilismo valenciano y español

La educación ya la tiene Dani, el pilotaje cada vez lo afina más siendo la frenada una de sus mejores bazas, nos apuntan, y como dice su padre, “en vez de sangre tiene gasolina en sus venas”.

¿El futuro? Quién lo sabe, pero lo que es seguro es que en Daniel Dallakyan Poghosyan se han mezclado talento y sacrificio diario, la receta para seguir madurando en busca de mayores cotas sobre el asfalto.

Obsesionarse nunca, porque sólo puede ganar uno el Campeonato y hay decenas de niños que se quedan en el camino, pero luchar con ambición siempre. Primero la Comunidad Valenciana ya va descubriendo a este benjamín que llegó de Armenia, pronto le tocará a toda España.

Podría repetir, si todo sigue su curso y la fortuna también acompaña, la trayectoria de un tal Eliseo Martínez, la gran joya del automovilismo valenciano que ya está en los Fórmula 3 tras un brillante pasado en los karts.

Porque Daniel Dallakyan es otro de esos pequeños y destacados deportistas cuya evolución habla por sí sola, una fuente de inspiración para todas esas marcas y patrocinadores que deseen aunar esfuerzos con él.

Puedes seguir las aventuras de Dani en su página de Facebook: Daniel Dallakyan Poghosyan o en Instagram: Daniel Dallakyan.

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