Anna Montañana: “Las mujeres ambiciosas no siempre estamos tan bien vistas” | Yo soy noticia


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A Anna Montañana (Valencia, 1980) nunca le asustaron los retos, por muy grandes que fueran. Soñaba con ganar una Euroliga femenina siendo una canterana que veía y animaba al legendario Dorna Godella, y lo cumplió casi dos décadas después enrolada en el proyecto de Salamanca. Su gran espina en el deporte profesional todavía reconoce que es no haberlo podido conseguir un año antes en casa, en un pabellón de la Fuente de San Luis donde 7.000 espectadores se quedaron con las ganas de ver levantar el máximo trofeo continental a un Ciudad Ros Casares repleto de figuras (Becky Hammon, Amaya Valdemoro, Elisa Aguilar…) y personalidades tan carismáticas como la de nuestra protagonista.

Títulos en varios países y equipos, y experiencias en Estados Unidos (universidad y WNBA) para una de las grandes jugadoras que ha dado el baloncesto femenino español en toda su historia. Su currículum se completa con medallas e internacionalidades vistiendo la camiseta de la selección, aunque Anna nunca estuvo tan en boca de todo el deporte español, y en concreto del basket, como cuando hace unos años se convirtió en la primera mujer asistente en el cuerpo técnico del Fuenlabrada de Liga ACB.

Una nueva barrera derribada por una mujer que sabe la responsabilidad y dimensión que adquirieron desde ese momento cada uno de sus pasos en el deporte, pero a su natural ambición le ha unido desde hace tiempo una preparación y estudio de su profesión que espera que le sirvan para recorrer el camino hasta el objetivo final: poder dirigir a un equipo en la élite masculina o femenina del baloncesto español.

Fichaje por Sabios Basketball

La ciudad es Manizales en Colombia, y su equipo que ya es su nueva casa se llama Sabios Basketball. Lleva allí menos de dos semanas pero ya se siente integrada y feliz, muy centrada en preparar lo mejor posible a un equipo que a finales de mes disputará el torneo doméstico en formato burbuja. Un histórico que parece haber dejado atrás los problemas económicos y que fía su resurgir deportivo en los conocimientos y experiencia baloncestística de una Anna Montañana que confía en los que están detrás del proyecto, y que además está teniendo mucha libertad para confeccionar la plantilla a su gusto.

Quiero ver cómo funciono como primera entrenadora en un país como Colombia, es un reto muy grande”

Estar aquí durante los próximos meses para disputar los torneos Apertura y Clausura no le va a impedir en verano seguir desarrollando su labor formativa en las selecciones de la FEB. “Quiero ver cómo funciono como primera entrenadora en un país como Colombia, es un reto muy grande”, señala la de Alboraya, a quien de primeras ha impresionado la capacidad física del jugador colombiano. Falta que se les trabaje la técnica y la táctica con más interés y medios desde la base, pero eso es otra historia.

Los prejuicios que podemos tener los que no hemos estado allí nunca y oímos clichés o tópicos respecto a la seguridad del país también los ha sentido Anna, pero se le fueron en cuanto aterrizó y comprobó la bondad y calidez de una localidad de Manizales donde ya le han hecho sentir una más. Esta nueva etapa quiere que, además de lo deportivo, le ayude en lo personal y eso es mucho decir cuando hablamos de una mujer acostumbrada a estar lejos de casa y de los suyos desde que era muy joven. “No es lo mismo los países donde he estado que venir a Colombia, pero la palabra para mi es adaptación. Me gustan mucho los retos, presionarme y el competir, y esto encajaba perfectamente”.

La gente del día a día, los jugadores y demás no me hacen sentir diferente”

No podemos mentir y decir que no ha causado revuelo en el país sudamericano su llegada. En Colombia se ve a algunas mujeres trabajar en las categorías de base, pero a ninguna en la élite y mucho menos la masculina, donde Anna va a volver a ser única en su especie. Bueno, en realidad lleva mucho acostumbrada a esa etiqueta. Primero cuando se marchó a estudiar y jugar a Estados Unidos a principios de siglo, cuando no era algo nada habitual en España, y recientemente haciéndose notar en el staff de un Fuenlabrada de ACB donde sobrevivió a varios cambios de primer entrenador. “La gente del día a día, los jugadores y demás no me hacen sentir diferente”.

“Yo he hablado con todos los jugadores que he fichado aquí en Colombia (su equipo ha cambiado de arriba a abajo con respecto al curso pasado), y no he notado nada diferente a si hablara con una mujer. He notado respeto, aunque sé que en este ámbito en el que me muevo pues algunos creerán más en esto y otros que las mujeres no debemos estar en la ecuación”, añade.

Tomar las decisiones, crear mi equipo y equivocarme mucho es parte de mi proceso de ser entrenadora”

Equivocarse es parte del proceso, cometer errores y aprender de ellos. Algo que va a poder experimentar en sus propias carnes y como primera entrenadora Anna en Sabios Basketball de Manizales, que es lo siguiente a lo que aspiraba tras varios años como asistente en la élite masculina española. “Tomar las decisiones, crear mi equipo y equivocarme mucho es parte de mi proceso de ser entrenadora”.

Y cuando arranque lo de Colombia, y si las cosas salen como ella desea, en su mente no desaparece la idea que también le ha empujado a cruzar ahora el charco: regresar a España con un mayor bagaje para hacerse acreedora a la confianza de un presidente que quiera tenerla al frente de un proyecto en ACB, LEB o Liga Femenina.

Yo no quiero estar por ser mujer solamente, quiero que nuestras oportunidades se amplíen para que cuando un director deportivo de ACB, LEB o Liga Femenina piense en nosotras, sea porque estamos capacitadas para ello”

“Yo no quiero estar por ser mujer solamente, quiero que nuestras oportunidades se amplíen para que cuando un director deportivo de ACB, LEB o Liga Femenina piense en nosotras, sea porque estamos capacitadas para ello”, señala esta ex trabajadora del departamento de marketing de Valencia Basket, etapa que disfrutó pero que no es comparable a lo que siente cuando puede coger la tiza y la pizarra. La felicidad que siente, en argot de calle, es otro ‘rollo’.

Ejemplo e inspiración

Los cambios culturales, en los estereotipos y en cómo aborda la sociedad rompedores acontecimientos que ocurren en ámbitos como el deportivo requieren de décadas. Es un proceso lento pero como vemos hoy en día, imparable y con referentes como el de Anna Montañana en el baloncesto. Ella no se cuelga etiquetas, pero sabe lo que hay y lo que sus pasos están provocando en la opinión pública y privada de los actores del basket español.

Las mujeres ambiciosas no siempre estamos tan bien vistas, pero si hubiera dejado pasar la oportunidad de ir a Fuenlabrada creo que le hubiera fallado a muchas mujeres”

“Las mujeres ambiciosas no siempre estamos tan bien vistas, pero si hubiera dejado pasar la oportunidad de ir a Fuenlabrada creo que le hubiera fallado a muchas mujeres”, señala. La ambición, esa palabra elogiada en el ámbito masculino pero que hace fruncir el ceño a aquellos con poder que ven como mujeres del calibre de Anna no se conforman con los roles preestablecidos desde siempre.

“Hay una parte de mi que piensa que tengo una oportunidad de estar aquí en Colombia porque tengo el currículum deportivo a nivel de jugadora que he tenido, y por eso puedo romper esas barreras para que otras mujeres puedan venir detrás. Si yo tengo miedo y no me embarco en esto, igual retraso ese porcentaje de igualdad que necesitamos. Creo que hay una responsabilidad en mujeres como yo para seguir rompiendo con esto, por seguir construyendo ese camino”.

No sentir miedo, algo clave en cómo afronta la vida una competidora y ganadora nata desde que se inició siendo una niña en esto del deporte. “A las mujeres a veces nos falta esa confianza de ir para delante, hay muchas barreras de todo tipo pero yo estoy aquí porque nunca las he querido ver. Lo más importante es cómo gestionamos los miedos que todos tenemos”, confiesa una deportista que además de España o Estados Unidos también vivió en República Checa, Turquía o Francia. Aunque nada parecido a lo de ahora en Colombia, lugar y baloncesto desconocido para ella y donde sabe que cada una de sus decisiones y resultados serán mirados con lupa por el entorno de allí, y también el de aquí.

Veo injusto que cuando nos dan oportunidades tenemos que demostrar el doble”

“Sé que estar aquí presiona mucho a los que toman la decisión de elegirme, y para los de fuera que yo tenga o no éxito va a depender de lo que gane”. Elegir Colombia, a diferencia de lo que supondría asumir este rol de primera entrenadora en la élite española, le aleja del agobiante foco mediático español, pero no por ello está menos responsabilizada o autoexigida por lo que va a comenzar en breve. Y tampoco se esconde a la hora de insistir en las injustas diferencias que sigue percibiendo alrededor de las figuras femeninas en el baloncesto masculino. “Era importante para seguir creciendo como entrenadora contar con un pelín menos de presión que estando en la élite masculina de España”.

“Veo injusto que cuando nos dan oportunidades tenemos que demostrar el doble”, remarca la valenciana, ahora ya formando parte de la realidad baloncestística de un país, Colombia, donde su llegada ha generado revuelo y que se enmarca en la firme apuesta por seguir profesionalizando este deporte que está realizando la federación y liga doméstica.

Valencia Basket inicia el camino hacia el título de EuroCup Women

Valencia Basket Femenino, a por la EuroCup Women

Este viernes 9 de abril el equipo de Rubén Burgos disputará la semifinal en la Final Four del segundo torneo más importante a nivel continental, todo un hito para una sección que hace apenas un lustro ni podía soñar con algo similar. Pero la sección, como ha podido constatar Anna desde cerca y durante su etapa en el club, ha crecido mucho a base de inversión económica y también mucho trabajo. Inversión, paciencia y conocimientos para colocar a las chicas de Valencia Basket Femenino ya en toda una final de la Copa de la Reina, y a dos partidos de darle un nuevo título continental a la ciudad muchos años después.

Podemos ser la ciudad en Europa con mejor baloncesto en la historia si el club sigue con estos pasos, las decisiones son coherentes

¿Cómo no le íbamos a preguntar a Anna, que fue pieza clave en el último gran proyecto femenino de la ciudad, el Ciudad Ros Casares, por algo así? “El camino es ese, primero Dorna Godella, luego Ros Casares y ahora Valencia Basket. Podemos ser la ciudad en Europa con mejor baloncesto en la historia si el club sigue con estos pasos, las decisiones son coherentes. Es digno de mención que hoy en día creo que es el club a imitar en cuando al trato a jugadores y jugadoras, por la igualdad y mismo profesionalismo en ambos”.

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Anna es feliz pensando en la suerte que ahora tienen muchas mujeres deportistas de poder cumplir sus sueños enroladas en un gran proyecto valenciano, estable a día de hoy y además con un gran futuro. Un entorno donde poder encontrar estabilidad profesional, algo que ella no siempre pudo hallar en su querida ciudad de València y que en su día tanto le dolió por tener que marcharse lejos de casa. Además, son buenos tiempos para ser mujer y practicar deporte, cada vez más visibles y reconocidas porque se lo ganan con resultados. Nadie les regala nada, y así debe ser.

“Con muchísimos menos recursos los éxitos en deporte femenino son mayores, y el caso más evidente es que somos muy buenas a nivel mundial en muchos deportes, y ahí también están los Juegos Olímpicos y las medallas femeninas”. Todo fruto de una “perseverancia que viene de serie con las mujeres”.

Crees que si aparcas por un año tu carrera deportiva por ser madre, o por otras cosas, después reconectarse es muy complicado»

FOTO: Valencia Basket

Gracias a figuras como la suya, quizá dentro de no mucho tiempo deje de ser noticia y se convierta en algo normal ver a más mujeres entrenando y trabajando en el ámbito de los hombres. Que otras Anna Montañana no tenga tanto foco encima cuando den pasos como el que ella dio en Fuenlabrada, o ahora en Latinoamérica. Y si a esto acompañan unas mejores condiciones y sensibilidad con respecto a lo que supone ser mujer en la sociedad y el deporte, pues todavía mejor. “Crees que si aparcas por un año tu carrera deportiva por ser madre, o por otras cosas, después reconectarse es muy complicado. Esa barrera aún hoy en día hay que romperla, no hay ni siquiera leyes al respecto”.

Injusto o no, lo cierto es que Anna nos reconoce que a nivel personal alguien que persigue sueños de tal calibre deja muchas cosas a un lado por esa ambición de querer cumplirlos. “Hipotecas muchas cosas por ser mujer, pero es lo que nos ha tocado vivir y estoy muy orgullosa de serlo y sobre todo de tener la pasión que tengo por todo lo que hago”. Palabra de una mujer “orgullosa de que Valencia haya vuelto al mapa del baloncesto mundial”, y que desde este viernes hará mucha fuerza desde el otro lado del charco para que su Valencia Basket levante su primer título en clave femenina. Y uno continental, ni más ni menos.

Es algo muy importante para el deporte y la sociedad valencianas, y aunque ya no estoy en el club me siento orgullosa de haber estado ahí y de todo lo que están haciendo”

Sería toda una enorme recompensa para esos patrocinadores como Teika o Isaval que han creído desde el minuto uno, para todos esos trabajadores en la sombra que son igual o más valiosos incluso que el staff o las jugadoras del VBC Femenino. Todos forman la gran familia ‘taronja’ de un Juan Roig al que también dedica unas palabras Anna Montañana. Dándole igual que sean vistas como ‘peloteo’ o agradecimiento por haber trabajado en la entidad, porque la realidad es que, le duela a quien le duela, sin la figura de este mecenas valenciano mucho de lo que ha ocurrido recientemente en la ciudad (burbuja ACB, Proyecto FER, Maratón, Eurobasket, burbuja EuroCup Femenina, Copa de la Reina…) no hubiera sido posible.

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“Hay que ponerlo en valor y no esperar 50 años para que lo valoremos. Es algo muy importante para el deporte y la sociedad valencianas, y aunque ya no estoy en el club me siento orgullosa de haber estado ahí y de todo lo que están haciendo”.

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