Diana Victoria: el florete de la UCV que ha entrado en la historia del deporte universitario | Yo soy noticia


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Su último éxito, en los recientes Campeonatos de España Universitarios (CEU) a los que por quinta vez acudía representando a la Universidad Católica de Valencia (UCV). Allí la deportista más laureada en la historia de esta prestigiosa universidad se colgó una plata que a punto estuvo de ser oro, pero una disputadísima final resuelta por 15-14 le dejó con la miel en los labios.

Aún así, todos se quitan el sombrero con una mujer a la que desde la propia institución no dejan de calificar como ejemplar. “Ojalá todas las deportistas fueran como ella, tan majas, comprometidas con el deporte y buenas compañeras con todo el mundo. Gente así hace que los viajes para competir en el ámbito universitario sean muy divertidos”.

“Para nosotros es un orgullo ver todo lo que ha conseguido defendiendo a la UCV, y ojalá que salgan muchas más como ella”, añaden sobre un «ejemplo para nosotros en lo de compaginar vida deportiva y académica”.

“Queremos que mujeres y hombres como Diana sean referentes para todos los chicos y chicas que vienen por detrás en la UCV”, remarcan desde el centro universitario, un entorno donde se busca fomentar y promocionar las actividades deportivas a través de becas y mucho apoyo, para que así sea más sencillo el conciliar vida estudiantil y deportiva.

“Tenemos incluso premios de la Fundación Trinidad Alfonso al mejor expediente académico y deportivo”, señala Brian Sánchez, uno de los responsables del Servicio de Actividad Física y Deportiva de la UCV.

La incombustible estudiante de Veterinaria y referente en la esgrima

De Diana elogian su compromiso con el deporte universitario –“no ha fallado a ninguna competición”-, y el currículum de esta estudiante de Veterinaria de 23 años, desde que con 8 años su abuela le convenció para que probara otro de esos ‘deportes raros’ que tanto le gustaban a nuestra protagonista, nos recuerda que estamos ante la que en su día fue la gran promesa nacional de la esgrima.

“Lo que más me gusta es el entendimiento de la esgrima, descubrir qué hay que hacer en cada situación y conocer a tu adversario y adaptarte a él para ganar”, señala, destacando también la capacidad de concentración y resolutiva, la técnica que hay que tener para triunfar en esta disciplina tan artística y peculiar.

El prestigioso Proyecto FER de la Fundación Trinidad Alfonso de Juan Roig le seleccionó para ser becada antes de cumplir la mayoría de edad. Eran tiempos de títulos en diferentes categorías de los Campeonatos de España defendiendo a su club de toda la vida, el histórico Club de Esgrima Mediterráneo (CEME), e incluso de preseas internacionales como la de bronce con el equipo español en los Juegos Mediterráneos celebrados en Croacia.

Los Juegos Olímpicos aparecían en su horizonte y en sus sueños más felices, pero entonces tuvo que elegir entre estudios y el deporte al más alto nivel (una disyuntiva que a diferencia de países como Estados Unidos, en España deja por el camino a grandes deportistas que no pueden compaginar ambas cosas por falta de tiempo o recursos económicos) y Diana lo tuvo muy claro.

“Quería tener un colchón para el día de mañana y con 18 años aposté por mi carrera universitaria. Hay que pensar que son ámbitos muy exigentes, tanto la carrera de Veterinaria con muchas prácticas y horas de estudio como la deportiva, con sus viajes y gastos”, relata la valenciana, que eso sí, también abre la puerta a un regreso por sus fueros más allá del entorno de la esgrima universitaria.

Ahora es cuando más estoy intentando compaginarlo todo para ver si puedo retomar la carrera deportiva que dejé a un lado”.

Una nueva ilusión

Y es que a Diana le han sentado de maravilla estos años de pertenencia a la Universidad Católica de Valencia (UCV). Ha podido cumplir su deseo de sacarse una carrera académica, y además ha seguido vinculada a su pasión por la esgrima en la modalidad de florete. Tanto que ahí están sus éxitos a nivel autonómico en el CADU (Campeonato Autonómico de Deporte Universitario) o el ya mencionado CEU, que le han renovado la ilusión por una vertiente deportiva que aún está a tiempo de retomar ahí fuera.

Y piensa hacerlo tras acumular en estos 5 años como alumna de la UCV hasta 6 medallas de oro de la Comunitat Valenciana, y otras 2 de oro, 1 de plata y 1 de bronce cuando de la competición universitaria nacional se refiere.

“Ahora a corto plazo me gustaría seguir triunfando en más campeonatos universitarios, que son los que me han dado la fuerza y motivación para retomar mi carrera en la esgrima. Y luego ponerme a competir internacionalmente y todo lo que supone eso, ya que al ir acabando la carrera supongo que tendré más facilidades para compaginarlo”, advierte una mujer que ya forma parte de la leyenda deportiva de la UCV.

Sus triunfos le han dado prestigio, becas y han puesto más en valor si cabe unas competiciones universitarias que para nada son ‘pachangas’, ni refugio de aficionados que solo van a pasar el rato con amigos. El nivel y la exigencia cada año es mayor sea el deporte que sea, y hay muchas Dianas Victorias que también buscan la gloria primero autonómica y luego nacional.

“Yo me siento muy orgullosa y feliz de poder representar a la Universidad Católica de Valencia. Hay mucha gente de mi edad que también se esfuerza como deportista, además de en los estudios”, reconoce, augurando un escenario mejor para el deporte universitario en España.

¿Similar al de Estados Unidos? Eso está por ver, pero siempre apetece escuchar a una voz tan autorizada como la de Diana Victoria, una joya de la esgrima española que se ha reencontrado con su versión más competitiva entre libros, clases y viajes del CADU y CEU.

“Creo que en un futuro se van a conseguir en España las oportunidades de Estados Unidos. A día de hoy todavía queda mucho y personalmente creo que yo no podría compaginar una intensa carrera deportiva fuera de la universidad, con los horarios para también estudiar y cumplir al máximo con las clases de Veterinaria”, apunta.

Aún así saca tiempo para entrenar con su Club de Esgrima Mediterráneo, con el que en un par de meses acudirá a un torneo nacional en Málaga patrocinado por Iberdrola. La medalla con sus compañeras de equipo de florete (también está la espada y el sable, “y cada arma es un mundo”) en el próximo Campeonato de España es el objetivo.

Otro paso más en el camino de regreso hacia la alta competición de la esgrima de un nombre que apuntaba muy alto. De momento ya está en la historia de la UCV, ¿qué será lo próximo?

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