Adrián Rubio
El campo de La Pelosa acogió el primer encuentro oficial de una selección militar femenina española, enfrentándose sobre el verde al Rugby Turia de València.
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El resultado final de 32-10 favorable al nuevo club femenino de València es lo de menos, porque lo noticiable de la jornada fue que ya está plantada la semilla para que el rugby femenino crezca en el seno del Ejército español.
El masculino está más consolidado, pero es la vertiente femenina la que necesita un gran impulso, visibilidad y actos como el organizado en la Pelosa. Un evento que contó con la inestimable colaboración del UER Montcada, club local que tuvo a su cantera ayudando y apoyando en el choque, y tampoco faltó la afición aunque en número limitado en la grada.
Las militares, salvo en 4-5 excepciones de jugadoras que atesoran experiencia en DH y DHB, alguna también con pasado en el rugby valenciano como jugadora del Paterna Ciencias, son nuevas en este deporte y han podido ir asimilando conceptos y detalles clave en las últimas fechas. Eso no fue óbice para que se viera un buen espectáculo sobre el verde, compensando la falta de rodaje con ilusión y ganas.
La fría y húmeda noche arrancó con un minuto de silencio en memoria de todos los fallecidos en esta pandemia de COVID-19, y posteriormente tuvo lugar el histórico primer partido para una selección española femenina de las Fuerzas Armadas.
«Con esta visibilidad y el boca a boca que cada vez se da más en los cuárteles, promete haber un equipo femenino que compita habitualmente en el futuro», explican a Yosoynoticia.es algunos de los asistentes a la velada en Moncada.
Y esa es la mejor noticia, que este amistoso a las puertas de la Navidad ha sido un primer paso para el rugby femenino en el Ejército, quedándose todos con la certeza de que esto irá a más.
