Alba Molina San Antonio
La valenciana, que dice adiós a la gimnasia aeróbica a los 28 años, repasa su exitosa trayectoria deportiva y nos desvela qué le depara el futuro.
La gimnasta aeróbica valenciana Sara Moreno, múltiple medallista nacional, europea y mundial, ha anunciado su retirada como deportista de élite. Una decisión que la joven de 28 años tomó antes de disputar el último Campeonato de Europa que tuvo lugar en Ancoca (Italia).
La de Moncada logró despedirse del maillot por todo lo alto al revalidar el título europeo junto a su compañero y amigo Vicente Lli, también valenciano. Un colofón a su dilatada trayectoria deportiva que siempre ocupará un lugar privilegiado en su memoria.
“El último Campeonato de Europa ha sido el momento más emotivo de toda mi carrera. Por los sentimientos que tuve, la emoción desbordada al saber que ahí acababa todo. Lo disfruté al máximo porque estaba toda mi gente a mi lado”, asegura.
El principal motivo que esgrime Sara para haber adoptado la determinación de poner el punto y final es que “llevo ya muchos años en el mundo de la gimnasia y quieras o no acabo de cumplir 28 años y necesito un cambio en mi vida”.
¿Qué rumbo va a tomar la valenciana? ¿Hacia dónde quiere encaminar su futuro? Lo tiene claro: a enseñar a los demás las experiencias y valores aprendidos durante tantísimos años, al tiempo que finaliza la tesis de su doctorado en INEF y encuentra un trabajo “más estable”.
“Estoy entrenando un grupito de niñas que tengo y también llevo una escuela de gimnasia aquí en Moncada. Ojalá algún día pueda verlas competir a nivel internacional”, apunta.
Sara sabe lo que es ganarlo absolutamente todo en la gimnasia aeróbica, por ello se retira “muy agusto y con una sensación de paz inmensa”. La de Moncada no se ha dejado nada en el tintero, no se queda con las ganas de cosas incumplidas.
Aunque reconoce que cuando era una simple niña nunca imaginó, ni en sus mejores sueños, que lograría cosechar tantos éxitos, es consciente de que ha sido la artífice de colocar a España en el mapa de la gimnasia aeróbica mundial, a la que ha encumbrado a las alturas.
“Nunca había pensado hasta ahora que me retiro todo lo que he contribuido para llevar a la aeróbica española a lo más alto en todos los campeonatos. Para mí es un orgullo porque es lo mejor que le puede pasar a un deportista”, declara.
La “constancia” en el trabajo diario así como la “fuerza y coraje” para afrontar los malos momentos, conforman para Sara la llave del éxito. Claves que quiere trasladar a sus pupilas para que nunca cesen de luchar por cumplir sus sueños.
Por encima de todas las cosas, Sara ha tenido un pilar durante su vasto recorrido como gimnasta de élite. Un pilar con nombres y apellidos: Sara Lleonart, su entrenadora. “Ha estado conmigo desde que me inicié en el pabellón, me ha guiado siempre y me ha alentado a luchar”.
La gimnasia aeróbica mundial se queda un poco huérfana con su marcha, pero el futuro español está más que asegurado con muchas raíces valencianas. Sólo hay que ver los últimos pasos de gimnastas como Belén Guillemot, vigente campeona de Europa individual.
“Ver cómo llegan a lo más alto es como si fuese mío, lo vivo igual. Siempre hemos tenido mucha cantera en España y el futuro que nos espera es muy grande”, concluye.
