Camino del armario de Carla Gallardo uno puede encontrarse su ropa de atletismo o la bata blanca de médica, porque cuando abre esa puerta su mente viaja a través de sus dos pasiones: el deporte y la medicina. «Son mi 50-50«, cuenta abiertamente sobre ambas cosas y deja un mensaje claro cuando acaba de terminar la carrera. «Ahora mi momento es el de correr».
Sus últimos cinco o seis años son una constante clase maestra sobre organización y gestionar el tiempo. Sin una excusa ni un reproche, la palentina ha caminado firme alternando sus entrenamientos con los estudios, sin apenas una mala cara, convencida de que la línea recta muchas veces no es la forma de llegar al punto y final. Superar los obstáculos, tomar algunas curvas y disfrutar del rumbo es clave en su porvenir.
Sacrificar el invierno
Llegados a este punto, Gallardo ya es una referente continental de los 5.000 metros, algo que reivindicó en 2022 a golpe de grandes marcas, sin embargo, el Europeo de Múnich le pasó una factura que sigue pagando hoy en día. «Corrí allí con una infección, tomando antibióticos y acabé lesionada de los dos tendones de Aquiles», cuenta justo en la misma semana en la que finaliza las prácticas de su carrera.
«He sacrificado el invierno. Me ha costado recuperarme porque los tendones son lesiones puñeteras. Voy un poco atrasada con la preparación pero esta es una temporada larga»
Tiene claros sus dos puntos de mira de la temporada veraniega; el Campeonato de España, que es a finales de julio y el Campeonato del Mundo de Budapest, que es posterior. «Al estar con las prácticas de la carrera me ha costado más este año, pero las acabo esta semana, termino mi carrera universitaria y ya voy a poder dedicar mi 100% a entrenar».
Reconoce a Yo Soy Noticia que no han sido unas semanas sencillas, en las que «no ha parado» a nivel físico, con lo que eso conlleva para una atleta que convive en la élite. «No sé cómo lo hacen las demás atletas, la verdad. Yo lo he llevado bien los 5 años de carrera, pero al final las prácticas ya es un trabajo y se nota porque el descanso es primordial».
Además, esto se ha agravado por el hecho de estar saliendo de la lesión. «Se me ha hecho un poco duro», cuenta abiertamente, consciente de todo.
Y todo eso para alguien que ha sabido compaginar muy bien los estudios de medicina con su carrera como atleta. «Yo los cinco años de estudios los he llevado bien, me he sabido organizar para estudiar y entrenar», dice con una naturalidad asombrosa alguien que ya puede presumir de ser médica y de ser capaz de correr 5 kilómetros un 15:10, una marca que logró hace poco menos de un año en Birmingham.
Budapest y París
Lamenta haberse perdido la temporada invernal, aunque tiene claro que el aire libre es el plato principal del menú. «No he podido correr nada durante el invierno y eso que lo intenté una y otra vez. Los tendones son complicados, son lesiones fastidiosas. No sabes cuándo vas a salir, puedes recaer… Así que final no pude llegar a nada. Me fastidió perderme citas como el Nacional de Campo a Través o el de pista cubierta».
Eso sí, tiene claro el gran objetivo del verano.
«Quiero clasificarme para el Mundial. Hay que estar bien en el Nacional, así que son los dos grandes objetivos. El año pasado corrí en 15:10 y creo que tengo margen de mejora y estoy convencida que puedo mejorar esa marca»
Sabe que lograr la mínima no es sencillo, pero tampoco imposible. Y, por si acaso, tiene claro que hay hacer puntos para poder estar ahí si hay que entrar por ránking. Y no le falta ambición ni ganas. «Tengo en la cabeza bajar de 15:00», una marca mayúscula y que la podría situar en cotas mucho mayores, desafiando a las mejores del planeta.
Al talento le une capacidad de concentración, adaptación y una motivación sin límites. «Entreno para ello, creo que puedo hacerlo y es mi objetivo», dice convencida. «Como decía antes, voy con la preparación un poco atrasada y todavía no sé qué carreras voy a hacer, pero iré poco a poco. Estoy tranquila y con la idea de enlazar buenos entrenamientos«.
Y si el desafío del Campeonato de España o del Mundial le pone ojitos lindos, como dice Bad Bunny, una sonrisa ilumina su cara al escuchar las palabras mágicas: Juegos Olímpicos.
«Estoy muy mentalizada para estar en París. No me sorprende cuando me preguntan por ello porque es un sueño pero también es un objetivo. Voy a poner todo para llegar. Quiero ser olímpica»
No atisba ninguna duda ni ningún miedo al respecto. Acepta semejante desafío como parte de sus anhelos como deportista. «París debe ser mi año», afirma. «Tengo ganas de clasificarme, de estar ahí. Pienso en ello prácticamente todos los días. Estoy muy mentalizada».
Medicina y atletismo, recíprocas y complementarias
Y esa es su esencial, la de una palentina que quiere alcanzar todas las cimas, cual escalador inconformista que quiere buscar todos los ochomiles del mundo. «Jamás me he planteado dejar la medicina por el atletismo. Son mis dos pasiones, mi 50-50 y creo que hay momentos para todo. El mío ahora es correr, tengo muchas ganas de hacerlo y sé que más adelante llegará el momento de ser médica y lo retomaré».
Por otro lado, está firmemente convencida de que una y otra cosa han sido claves en sacar adelante ambos retos. «El atletismo me ha ayudado mucho en mi carrera universitaria y mi carrera universitaria me ha ayudado mucho en la pista. Claro que las prácticas han sido un hándicap, pero en general lo he compaginado todo muy bien sin sacrificar nada. Disfruto de ambas cosas».
No adelanta nada sobre su futuro, es feliz en Palencia, su tierra, con su gente, con su entrenador de siempre… Es su vida, la que le ha llevado hasta aquí y la que la hace sonreír antes los nuevos retos, objetivos y desafíos. Carla Gallardo está creciendo y anda dispuesta a que recordemos su nombre.