Israel Molina Gómez
Campeona de Europa y del Mundo en un verano para la historia, la joven de apenas 16 años tumba todas las puertas y demuestra al mundo que la natación española tiene un futuro apasionante
No están siendo años fáciles para la natación española. Amparados en la figura de Mireia Belmonte durante casi una década en la que se ha podido presumir de de sus medallas olímpicas y mundiales, con el apagón de su figura la realidad ha mostrado un panorama complicado, de tal forma que este año se han visto muchas costuras a nivel internacional en la categoría absoluta.
Sin embargo, lejos de entrar en derrotismos, toca hacer el ejercicio contrario y alegrarnos de lo que viene por detrás, que es mucho y muy bueno. Una de las perlas de la cantera, la que más ha brillado este verano, se llama Emma Carrasco y acaba de vivir un verano mágico que ha coronado con un estratosférico oro mundial júnior en los 200 metros braza.
«Todavía estoy asimilando un poco todo esto. Ha sido un campeonato increíble en el que he vivido emociones muy fuertes»
Emma Carrasco; el futuro es suyo
Para una chica de 16 años estos tres meses son complicados de gestionar a nivel mental, pero reconoce estar «muy contenta» de como han ido las cosas y de «haberlo compartido» con todos sus compañeros de la selección. «Además de lo bien que me ha ido en el aspecto deportivo, lo he pasado genial».
Hay que dar una gran importancia a esto último, sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de alguien que está empezando y que tiene que divertirse de la misma forma que debe competir.
«Tenía muchas ganas de volver a casa«, dice riendo unos días después de todo aquello. «¡Y tenía muchas ganas de empezar las vacaciones! Todavía no lo asimilo del todo», sigue explicando.
Cuenta que los éxitos han llegado después de mucho trabajo y que eso es muy reconfortante para ella. «Estoy muy contenta de que las cosas hayan salido así de bien. Me alegra mucho ver que ha salido a la luz todo ese trabajo. Es lo que más me llena y lo que más me motiva para seguir creciendo en mi nueva etapa como nadadora absoluta».
Una nueva etapa
Aunque está disfrutando de las vacaciones ya mira de reojo el calendario y se plantea los siguientes objetivos. «Ahora tengo que intentar clasificarme para los Campeonatos de Europo y del Mundo ya en la categoría absoluta», explica demostrando la ambición que le caracteriza cuando piensa en la piscina.
«Tengo que seguir disfrutando de todo lo que me aporta este deporte», dice la ilerdense. «Pero también tengo claro que el gran objetivo a largo plazo, como ese sueño que tiene todo deportista, es clasificarme para los Juegos Olímpicos y poder disfrutar de esa experiencia única».
Va por el mejor camino posible, haciendo las cosas a la perfección y demostrando que la natación española viene empujando fuerte.
«Lo más importante es confiar en estas nuevas generaciones y dar oportunidades. La experiencia es lo que nos hace crecer y si no se apuesta por algo no se gana y si no hay oportunidades no se puede demostrar»
Braza y estilos
Dominadora de la braza y los estilos, Carrasco tiene claro qué dos pruebas son sus favoritas. «Las que más disfruto son los 200 estilos y los 200 braza», que son las dos en las que ha sacado medalla mundialista este verano, aunque hay que remarcar que en los 400 estilos se proclamó también hace un par de meses campeona de Europa júnior.
A la hora de buscar referentes que la hayan llevado a machacarse en cada entrenamiento, da dos nombres.
«Desde pequeña, Mireia Belmonte y Jessica Vall han sido mis dos referentes, sobre todo porque nadan pruebas parecidas a las mías y han sido grandes estrellas españolas que han brillado muchísimo a nivel internacional».
En plena etapa de crecimiento deportivo y personal, tiene más claro sus objetivos dentro de la piscina que fuera, donde le espera un año con cambios porque ya avisa de algo. «Mi día a día va a cambiar mucho de cara a la próxima temporada porque voy a hacer un cambio en el grupo de entrenamiento», cierra la joven estrella nacional.
