Israel Molina Gómez
Nacho Giménez acaba de correr en Atapuerca, piensa en el Europeo de este verano y no descarta Tokio 2020. Tiene 25 años y hasta los 16 no había hecho ni un kilómetro corriendo. “Solo había jugado a fútbol sala, y era muy malo”
La historia de cada deportista siempre es única y especial. Los hay que a los 3 años ya parecen haber nacido con una raqueta bajo el brazo o con un palo de golf, otros que con diez años mejoran cualquier récord que se proponen, y un número escaso que no descubren su talento hasta su etapa como adolescentes.
Es el caso de José Ignacio Giménez Pérez (05/10/1994 Tuéjar, Valencia), uno de los grandes atletas valencianos del momento y que no descubrió que podía vivir del atletismo hasta los 16 años, cuando completó su primera media maratón sin antes “haber corrido un solo kilómetro”.
“Me apunté a una media maratón de montaña y me presenté en la salida con unas zapatillas de taekwondo”
“Nos apuntamos tres amigos, yo acudí con unas zapatillas de taekwondo a hacer una carrera de montaña y les saqué media hora a cada uno de ellos”, explica a Yo Soy Noticia el deportista de Tuéjar, que se está recuperando todavía del sobreesfuerzo llevado a cabo este pasado fin de semana en el Cross de Atapuerca, una de las grandes citas del campo a través nacional.
“Un chico de nuestro pueblo –Tuéjar– organizó esa media maratón de montaña, habló con nosotros para que nos apuntáramos y con 15 o 16 años éramos un poco inconscientes, y nos apuntamos”, cuenta con una sonrisa al recordar esos extraños inicios.
Él mismo reconoce que no sentía que pudiera correr de esa forma, ni siquiera después de hacer esa buena media maratón. “La semana siguiente este mismo chico organizaba otra media maratón de montaña en el pueblo de al lado. Vino a hablar conmigo, a decirme que me había visto muy bien y que me apuntara a la otra, pero que fuera con otro calzado».
Yo me presenté en la salida con unas zapatillas de fútbol sala y creía que eso ya era algo muy profesional. La gente me miraba raro. Recuerdo terminar esa carrera muerto, fueron dos medias maratones en una semana sin haber corrido nunca en mi vida. No tuvo ningún sentido”, añade.
Sin embargo, pese a hacer dos buenas carreras esa semana, volvió a dejar de correr. “Ni empecé a entrenar ni a correr, pero luego llegó la época de pasar a primero de bachiller y tenía que ir a estudiar al pueblo de al lado. Y allí, por casualidad a causa de mi cuñada, surgió la posibilidad de hacer atletismo».
«Pero es que era atletismo de verdad, no para mí, que no sabía ni lo que era un cross, ni una pista ni una licencia”, describe el de Tuéjar, emocionado ante una temporada ilusionante en la que va a buscar mejorar sus registros y en la que no descarta estar incluso en Tokio 2020.
Yo solo había jugado a fútbol sala, un par de días por semana, y era muy malo”, bromea.
“El caso es que me apunté a las pruebas sin saber muy bien qué hacía, las pasé y la entrenadora que había allí en Cheste vio que tenía posibilidades y me dieron la plaza. Y eso que yo me presenté allí con unos pantalones de fútbol de la Fiorentina. La gente me preguntaba en cuántos campeonatos de España había estado y tal, y yo ni siquiera estaba federado”.
Aunque él no termina de reconocerlo, lo que queda claro viendo la rápida adaptación a su nuevo deporte, Nacho Giménez es un chico que durante estos meses combinó tres ingredientes fundamentales en todo deportista: trabajo, dedicación y mucho talento innato. “Pasó todo muy deprisa porque en cuatro o cinco meses ya conseguí entrar como reserva en la selección valenciana de campo a través, y ya en abril pude ir a mi primer Campeonato de España con la selección valenciana en Valladolid”.
La importancia de José Antonio Redolat
Desde ese momento, con apenas 17 años, y hasta ahora su crecimiento ha sido constante, sin parar desde el primer día. Mucha importancia ha tenido en este proceso la mencionada Raquel Landin y, sobre todo, José Antonio Redolat -leyenda del mediofondo valenciano-, con quien empezó a trabajar poco después y quien sigue siendo su actual preparador.
Con él empecé a evolucionar muy rápido y cada año voy mejorando mucho”.
Hasta el punto de que el año pasado ya fue noveno en el Nacional de Cross de Cáceres, siendo el primer valenciano y habiendo marcado una de las mejores marcas registradas por un chico de su edad.
Respecto a los objetivos de la temporada tiene claro que va a alternar el campo a través con alguna carrera de 10 kilómetros, pero de cara a la pista y al aire libre intentará pelear por las mínimas. “Buscaremos estar en el Europeo de este verano y luego veremos qué pasa con la mínima olímpica, que no es una mínima al uso, sino una media que se hace con las marcas».
Solamente poder estar peleándola ya sería muy importante para mí, sobre todo por mi edad y mi evolución. Creo que puedo ser un buen corredor de 10.000 y medio maratón en el medio plazo”, termina explicando.
Un referente dentro de la selección española
Su importancia dentro del atletismo nacional es cada día más evidente, de hecho, ha estado recientemente en una concentración en Sudáfrica con algunos miembros de la selección española (Carlos Mayo, David Palacio, Artur Bossy, Tariku Novales y Abde Oukhelfen). “Han sido 22 días en Potchefstroom, el mismo sitio donde estuvo la selección española de fútbol en el Mundial de 2010”.
A día de hoy, Nacho Giménez ya cuenta con dos grandes registros en 5.000 y 10.000, que son 13.50 y 28.50 respectivamente, ya ha sido quinto absoluto en un campeonato de España y es actual campeón universitario de 5.000 metros. No contento con sus resultados deportivos, también es graduado en Comunicación Audiovisual, y actualmente compagina sus entrenamientos y sus competiciones con sus estudios de Negocios Internacionales en la Universidad de València.
Lo que está claro es que estamos ante un caso único y muy especial dentro del atletismo. Este deportista del equipo Fent Camí Mislata -antes estuvo en el Playas de Castellón- lleva un crecimiento mucho más rápido que la media y, a pesar de entrar tarde al deporte, ha sido capaz de llegar al mismo nivel que los más grandes. No le descarten para nada, ni siquiera para Tokio 2020 porque tiene la ilusión, la ambición y el talento. Hay Nacho Giménez para rato.
