Hugo González, un campeón del mundo júnior que ansía explotar en la categoría absoluta | Yo soy noticia


Pocos momentos hay más especiales para un nadador que esos segundos de espera a que suene el primer disparo en unos Juegos Olímpicos. La adrenalina se multiplica y los nervios se convierten en “ilusión y motivación”. Así describe Hugo González de Oliveira (Mallorca, 19 de febrero de 1999) sus sensaciones a diez meses de poder debutar en una cita como esta.

“Voy a prepararme lo mejor posible para ello, estoy trabajando mucho para alcanzar los ritmos de entrenamiento deseados”, explica el deportista.

Él es uno de los muchos deportistas jóvenes españoles que está en Estados Unidos entrenando y compitiendo. “Acabo de empezar la temporada en California, es un año muy especial con grandes objetivos, también a ver qué podemos hacer en la NCAA”, la competición universitaria estadounidense y de la que tan bien habla nuestro protagonista.

Sin embargo, no puede esconder una sonrisa cuando piensa en Tokio. “Nunca imaginé poder compartir calle con alguien que ostenta un récord del mundo. Es motivante nadar con ellos, porque además te pueden ayudar a lograr grandes marcas”.

Se le nombró sucesor de Belmonte, pero “no hay comparación posible”

Su talento nunca se ha puesto en entredicho. Se le llegó a nombrar como el sucesor de la legendaria Mireia Belmonte, algo de lo que él huye por la complejidad que tiene el paso de la categoría júnior, donde es campeón del mundo, a la absoluta.

“Hay un salto inmenso entre lograr un oro júnior o un oro absoluto, no tiene nada que ver. Mireia es una de las mejores deportistas españolas de la historia y la comparación por ahora no tiene ningún sentido”, describe Hugo González a Yo Soy Noticia.

Tanto él como los aficionados españoles esperamos que ese talento innato para la natación, para las pruebas de espalda y estilos, salga de forma definitiva esta temporada. Aunque para él lo primero es encontrar las mejores sensaciones posibles. “Ahora mismo estoy más centrado en el proceso -entrenamientos, recuperación, alimentación y clases- que en el hecho de hacer determinadas marcas en ciertas pruebas”.

Etapa júnior con “final agridulce”

Porque sí asume que en la categoría júnior logró grandes marcas y éxitos, aunque fue una etapa “un poco agridulce” por su buen rendimiento deportivo pero que tuvo un final complicado, con una mononucleosis, cambios de lugar de entrenamiento y ciertas incompatibilidades “entre mis necesidades académicas y el programa de concentraciones de la Real Federación Española de Natación (RFEN)”.

Y es que todos los cambios siempre afectan a los deportistas, algo de lo que sabe mucho González de Oliveira. “No podría ni resumir las cosas que han ido cambiando en los últimos tiempos. Hasta mi último año de la etapa júnior vivía con mis padres, estudiaba en Madrid y tenía un entrenador con el que estuve tres temporadas. Luego mi primer año lo hice en Auburn, así que pasé a vivir solo, con un cambio de entrenador, de idioma y de cultura».

Además, hace falta tiempo y paciencia para pasar a la categoría adulta, no es sencillo y hay que quemar todas estas etapas y disfrutarlas para poder consolidarse dentro de la élite mundial”, añade.

Incompatibilidades con la RFEN

Otro de los problemas que le han surgido han tenido que ver con la RFEN. “Hay muchas cosas que mejorar. Por ejemplo respecto a los clasificatorios. Yo no soy el único nadador que entrena en Estados Unidos al que le gustaría representar a España en unos Juegos o en los Mundiales, pero cómo vamos a clasificarnos si la única competición clasificatoria – el Open de Primavera- coincide con la final de la NCAA”, explica Hugo.

Sigue comentando que se trata de “un problema ampliable a la disponibilidad y puesta a punto para una única competición, que puede verse afectada por enfermedad, exámenes o cualquier otra circunstancia. En mi opinión deberían ampliarse las oportunidades para realizar las mínimas. En Estados Unidos se realizan en verano por lo que todos los nadadores universitarios tienen la oportunidad de lograrlas sin comprometer sus estudios”.

El tema da mucho de sí porque Hugo González ha vivido esta situación de primera mano, y sí reconoce que últimamente la RFEN “ha hecho cambios positivos este año debido a los resultados y al descontento creado hacia su gestión durante los últimos años”, pero explica que todavía quedan cosas por terminar de mejorar.

“En España, los técnicos que toman estas decisiones deberían ponerse en la piel de los verdaderos protagonistas, los nadadores, para que no ocurra lo de años anteriores, dejando en casa gente con posibilidades de realizar una buena actuación”.

“Estoy en el camino correcto y espero que se refleje en los resultados”

En cualquier caso, toda esta etapa la ha ido dejando atrás y ahora solamente espera que las cosas empiecen a funcionar mejor que nunca. “Creo que es fundamental tener las cosas claras, saber lo que uno quiere y sus objetivos. Creo que estoy en el camino correcto y espero que eso se refleje en los resultados”.

“Cuando alguien te motiva y se preocupa por ti crea de alguna manera una relación de responsabilidad que te hace ver que merece la pena el esfuerzo. La natación es un deporte individual pero siempre perteneces a un equipo, a un club, una comunidad y ahí es donde creo que desde la RFEN no se ha conseguido hacer esa piña para que todos aportemos lo máximo de nosotros».

«Hay que convencer y apoyar a los nadadores, dar oportunidades de competir internacionalmente a los que se están planteando si dar el salto al nivel internacional o dejarlo para estudiar o trabajar. Es envidiable como vibran otros equipos en los campeonatos internacionales, crean un ambiente perfecto”, resume.

Motivar y proteger a los jóvenes

Antes de cerrar la entrevista, Hugo González se deshace en elogios hacia la figura de Mireia Belmonte, de quien cuenta que ha “logrado cosas históricas, pero que eso ha ocultado cómo está el nivel real de la natación española”. Aunque él ve ilusión y ganas en los jóvenes, “lo que hay que hacer es mantenerlos motivados cuando tengan 17, 18, 20 años, y darles los medios necesarios para compaginar como es debido el deporte con sus vidas”.

Lo que está claro es que las temporadas olímpicas son siempre muy especiales para todos los deportistas que tienen un ojo puesto en esa cita. Uno de los ejemplos es Hugo González, que seguro dará todo de sí mismo por estar en Japón y poder sacar todo ese talento que todo el mundo sabemos que tiene pero que, por unos motivos u otros, todavía no ha salido a relucir en la categoría absoluta. Ha llegado el momento.

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